Era sábado y me encontraba en el hospital. Me sentía muy mal, acaba de tener un ataque psicótico según la psiquiatra, pero no es así, lo que vi era real, así se sintió. Odio cuando Courtney aparece, ella me pega y tira de mi cabello. Esto duele y la odio, pero mi tía me dice que no piense en ella, que no es real, pero ella que sabe.
Estaba acostada en la camilla, mis manos y pies estaban congelados. Esa sabana tan delgada no servía de nada. La habitación era muy blanca, la tv estaba encendida, estaban dando un programa genial, una serie que dan en Sony que se llama How to get away with murder. Me cuesta entenderla porque soy lenta, pero Aaron siempre me explica. Mis tíos estaban dormidos en el sofá que estaba al lado de mi cama. Ellos no deben quedarse conmigo, están muy viejos, no es bueno para ellos estar tan estresados por mi todo el tiempo.
Quise llamar a Aaron para que viniera y se quedara conmigo en vez de ellos, pero eso seguro lo haría molestarse y no me gusta que esté molesto conmigo, me pone muy triste cuando no me habla porque lo quiero mucho al igual que a mis amigos, pero con el peleaba muchísimo, por todo, él siempre me reclamaba por las cosas que hago. Cuando me quedaba mirando a un chico él se molesta, cuando hablo con uno también o cuando no le cuento algo importante. El digamos que se enoja fácilmente pero solo conmigo, pero de igual forma con él es con quien paso más tiempo y hacemos todo juntos.
Una de las pocas veces que Aaron viajó con su papá (lo planteo de esta manera ya que ellos no se hablan actualmente) duraron un par de días en el exterior y me sentía muy mal y solo fueron pocos días, no me malinterpreten, estuve también con los chicos, pero me pesaba su ausencia, el solo hecho de no sentir su voz, sus regaños, los chocolates que me trae, no tener a alguien que esté pendiente de cuando debo tomarme las pastillas blancas que parecen un feo bloque (no sé pronunciar esa palabra tan enredada, parece china) en fin, no estaba mi mejor amigo y así fuera poco tiempo me dolía muchísimo aunque no sé por qué no me sentía de esta manera con los demás.
Llamé a Linda, ella accedió a venir a cuidarme sin ningún problema. Así mis tíos pudieron ir a descansar.
Cuando llegamos a casa en la mañana del domingo, Linda me dejó ahí y se fue a descansar a la suya. En la entrada estaba Brandon sentado, me traía unas composiciones de una canción que íbamos a sacar. Me enseñó la letra, era estupenda, fuimos a mi sótano y ensayamos por muchas horas. Bueno, perdimos tiempo comiendo y él se desmayó unos cinco minutos sin motivo. Sin darnos cuenta ya era de noche, podía pasar mucho tiempo con el sin aburrirme. Nos llevamos bien, no nos era difícil mantener una conversación.
Al rato apareció Aaron, sabía que se molestó al verme, reconozco su expresión cuando está así.
-Hola… - Nos dijo y me incendió con la mirada, Brandon no escuchó, tenía audífonos puestos conectados a la laptop, trabajaba en los nuevos acordes. - ¿Qué hacen? – preguntó intentando ocultar su evidente molestia.
-Estuvimos trabajando en los acordes de una nueva canción que compusimos.
-Ah – Dijo y caminó más hacia mí. - ¿Desde hace cuánto están haciendo eso?
-Desde la mañana.
- ¿Quieres decir que estas sola con él desde entonces? -Preguntó molesto.
- Linda no quiso quedarse…
- ¿Linda estuvo aquí?
- Sí, ella durmió conmigo anoche en el hospital porque me dejaron internada, me trajo esta mañana.
- ¿Por qué ella durmió contigo anoche y no yo? ¿Por qué no me avisaste? ¡Es a mí a quién debes avisarle! ¡sabes que iría corriendo a verte!
-Cómo la otra vez te molestaste… no quise incomodarte. -Me puse tan nerviosa que me puse a llorar, odio llorar, desearía matar al llanto. Brandon nos escuchó y se retiró para darnos privacidad. Aaron se sentó a mi lado y pasó su brazo encima de mis hombros, abrazándome.
-Siento siempre hacerte shows como una esposa celosa. -Me dijo mientras me besaba en la mejilla.
-Está bien…
- ¿Por qué peleamos tanto gata?
- Todo lo que hago te molesta, no sé por qué.
- Algún día entenderás, tengo un plan para nosotros.
- ¿A qué te refieres? -Pregunté intrigada.
- Múdate a mi apartamento. -Me dijo con gran emoción en sus ojos.
- ¿Qué? ¿por qué? Ya no pienso que me van a raptar los del MK ultra.