Agatha y los desquiciados

7. Distante

Cuando regresé de viaje, los chicos me esperaban para hacer un cover de Kill rock n’ roll de system of a down, no es que me agradé mucho hacer covers, pero Brandon dice que los videos de estos nos darían más fama en la red y claro está que esa canción es muy buena. Estábamos en el sótano de Brandon, Jordan y Lisa afinaban los instrumentos mientras yo hacía ejercicios vocales. Me costó mucho aprenderlos, no tengo buena retención de información y tardé el doble de lo que esperaba en aprenderlos, pero ya los hacía muy bien ya que tocábamos desde los once años.

- Y ahora eres modelo… -Me dijo Brandon.

- No me gustan las etiquetas. – Afirmé.

- Podrías ser actriz porno. – Dijo Jordan.

- Sí, podría… eso sería estupendo pero mi tía se enfadaría muchísimo. – Dije con resignación.

- Yo compraría tus películas. – Dijeron los chicos al unísono.

- Son tan lindos. -Respondí. - ¿Tú lo harías Linda?

- Sí pero luego recuerdo que mi vagina parece un arco y se me pasa.

- ¿Un arco? – Preguntó Brandon. - ¿Cómo Robin Hood?

- Sí, está desconfigurada y no creo que pueda hacer eso. Creo que me fabricaron mal, nada me puede entrar, no tengo un agujero ahí. – Dijo con tristeza.

- Dile eso a tu mamá, tal vez ella sepa más acerca de los agujeros vaginales. – Le dije y asintió.

- Ya las cámaras están en su lugar, los instrumentos afinados y el maldito de Aaron no aparece. Cuando venga, lo voy a coger por su pelo de marica, lo arrojaré al suelo y le daré tantas patadas en su cara que se le borrará. – Gritó Jordan alterado.

- Tú no puedes hermanito. – Dijo Linda.

- ¿Por qué no puedo? – Preguntó.

- Porque eres cobarde y todo te duele, si te pego con la antena de la televisión, lloras. Si te pego con una maqueta, lloras. Eres débil y deberías saberlo. – Respondió Linda.

- Hoy no he llorado mentirosa, hoy no me toca. Mañana si voy a llorar en la tarde.

- ¿Por qué en la tarde? – Pregunté.

- Porque lloro los lunes a las 5pm, esa es mi hora para llorar.

- La mía es a las 4pm. – Añadió Linda.

Luego entró Aaron, llegó agitado y nos llevó comida. No me miró y ni siquiera me habló, eso me hizo sentir muy mal, muy mal, muy mal. Él no puede dejar de hablarme. El me besó y yo no tengo la culpa de eso. Un par de horas después cuando al fin grabamos bien la canción, quería ir a hablarle, pero él se fue enseguida y no pude alcanzarlo. El tonto me estaba evadiendo y eso me hacía sentir muy triste. Nos demoramos bastante grabando ya que suelo perderme cuando me toca cantar canciones de ese tipo, en inglés, me desconcentro ya que me cuesta bastante pronunciar. Aaron me copia las canciones en la forma en que se pronuncian, más no en la que se escribe y así me las aprendo. Quedamos muy agotados, pero de igual manera y no me importaba si era tarde, iba a manejar mi bicicleta hasta llegar al edificio de Aaron. Me despedí de los chicos, estábamos en el césped de la entrada de la casa de Brandon. Sentí que alguien me dio una fuerte palmada en el trasero.

-Que te vaya bien nena. – Me dijo Jordan.

- ¡Te voy a descuadrar tu obesa cara! – Le dije y le pegué con la mano empuñada en la nariz.

- Con esas manitos no podrías, además, eres muy fea. Tienes dientes de tiburón y tu cara parece una espalda.

- ¡La tuya parece una axila! – Grité.

- No, no, ¡tú tienes cara de rodilla! ¡Una negra, cutre y asquerosa rodilla!

- ¡Y tú hueles a sopa de frijoles! – Grité y se quedó callado, o sea que gané.

Luego me monté en Rosario y empecé a manejar al apartamento de Aaron. En el camino iba pensando en muchas cosas y pensé mucho tiempo al final. En conclusión, Derek no me gustaba. Era muy lindo sí pero no sentía cosas por él, aunque no sé si sienta algo por Aaron, no sé qué le voy a decir cuando lo vea, soy una tonta. No puedo llegar hasta su puerta y quedarme viendo lo bien que fue tallada. Sé que lo quiero, lo quiero más que a nadie… ¿por qué no estoy enamorada de él? ¿cómo podría saber si lo estoy? ¿será que sí lo estoy? Por ir pensando en vez de estar concentrada en la calle, crucé una esquina sin mirar a los lados y un auto blanco frenó bruscamente al verme, pero no fue lo suficiente, me alcanzó a golpear y caí en el suelo de concreto. Una chica se bajó del auto muy asustada. Tenía el cabello dorado y con rizos, como Shakira, aunque la chica es más joven que ella.




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