Agatha y los desquiciados

15. Aaron, mi chico

Me levanté como nunca al mediodía. No vi a Aaron a mi lado, seguro fue a hacer de comer. Por fin, por fin. ¡Dejó de perseguirme la virginidad! Anoche había dicho que iba a ver el eclipse… pero vi otro eclipse mejor, si saben a lo que me refiero. No quería levantarme, me quedaba recordando todo lo que pasó. Qué emocionante, nunca había tenido algo tan bueno para recordar. Ya nada volvería a ser como antes o bueno, eso espero. Quiero que el ya no me trate como su amiga, sino que me trate como su novia o como él quiera, no importa. Pero que lo que me hizo anoche… que lo vuelva a hacer. Es broma, claro que quiero que me trate como su novia. ¿Qué somos ahora? Ya después de eso, no puedo permitir que estemos como antes, eso es sin duda lo mejor que me ha podido pasar. Me levanté y noté que me sentía un poco adolorida. ¡Claro que eso no me importaba! Había valido la pena por completo.

Me quedé mirándome un rato en el espejo del baño. Me veía diferente y me sentía como tal, así es como quería verme siempre. Lo había alcanzado y no me refiero como tal al sexo, que estuvo increíble lógicamente. Me refiero a que lo logré, encontré a alguien que me amaba, así como soy. Él me conoce por completo, conoce a mi familia, mis problemas, mis miedos y aun así quiere estar conmigo. No voy a arruinar esto, daré lo mejor de mí para que esté conmigo toda la vida si es posible. Si es que no me muero antes.

Me bañé y por primera vez, me puse algo de maquillaje. Quería que me viera diferente porque así me estoy sintiendo. Me veía muy chistosa, casi rozando lo horrible. No sé qué tan indeseable me veía con esas pinturas en la cara. Vi en internet a mujeres que se maquillan los ojos, se echan unos polvos oscuros que se ven bien, pero en mí, literalmente me veía idéntica a un mapache. Entonces me quité el maquillaje.

Fui y lo busqué en la cocina, en la habitación de Jamie, en la sala, en los baños y en el balcón, pero no estaba. Me dejó una nota en la mesa:

“Agatha, disculpa por no avisarte que iba a salir, tengo que reunirme de urgencia con mi agente, no sé qué sucede, pero parece ser algo bueno. Te pedí algo de comer especial, está en la cocina. Te veo en la noche. Tamara traerá al niño a las cinco”.

Así que iba a estar sola después de nuestra primera vez juntos… eso no me agrada. Llamé a Linda y le dije que viniera, me dijo que traería a los chicos. No sé por qué me sentí tan mal al leer eso, saber que no iba a estar todo el día después de lo que pasó. Debía acompañarme, pero bueno. Sé que su trabajo es importante, no puedo molestarme por eso. Solo es que no quiero estar sola hoy. Fui a la cocina a tomarme mis medicinas y vi ahí una caja con una torta de chocolate cubierta con fresas, al lado había unas rosas. Aaron…

Una hora después llegaron los chicos y a mí me dolía el estómago. Me comí casi que la mitad de la torta enseguida, mis manos estaban sucias de chocolate y dejé migas por todos lados, eso me hizo muy feliz.

- Límpiate la cara. – Me dijo Brandon mientras pasaban.

Entraron y se sentaron en la sala, Jordan puso en el equipo una música extraña, de esas que la gente fea baila en las fiestas pegándose mucho. Enseguida le dijimos que la quitara y puso rock clásico, de cuando aún salían canciones buenas. Les llevé algo de beber y me senté con ellos.

- ¿No vendrá el furioso de Aaron a empujarme? – Preguntó Brandon.

- No, no está. Salió temprano.

-Tenemos novedades, no te imaginas… - Me dijo Linda como si estuviera narrando una novela mexicana.

- ¿Qué? Dime, no te hagas la interesante.

- ¡El gordo saldrá con alguien esta noche! – Gritó emocionada.

- ¿Quién? ¿tú Jordan? Eso es imposible. – Dije incrédula.

- Sí, la chica que trabaja en la cafetería de la universidad me dijo que fuera a tomar algo con ella esta noche. Oye y tú, no vuelvas a llamarme gordo. No estoy tan pesado. – No pude evitar reírme con ganas, pero no le dije por qué. Esa chica tiene el rostro muy extraño, su cara es muy larga. Parece una espada.

- Ya nosotros salimos con alguien… faltas tú Brandon y Agatha.

- Bueno yo… creo que… ya salgo con alguien.

Los chicos se quedaron boquiabiertos al escucharme eso y sentí una gran satisfacción porque sé que no se esperaban escuchar algo así, estoy más que segura de que ni llegaron a imaginárselo. Los miraba y era muy chistoso, todos sus ojos se querían salir de orbita y no me dijeron nada por mucho tiempo.

- Debe ser una broma, no puedes estar saliendo con alguien. – Dijo el idiota de Jordan esperando que estuviese mintiendo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.