Agatha y los desquiciados

18. Crece su indiferencia

Así transcurrieron exactamente tres semanas o un poco más, venía temprano unos dos días a la semana o bueno, uno solo porque el domingo no trabajaba.

Trataba de no pensar nada malo, confiar en él. Nunca he tenido motivos para no hacerlo. Él siempre me ha cuidado y ha estado conmigo cuando más lo he necesitado. El día de amor y amistad que es en septiembre (en Colombia el día de amor y amistad o san Valentín, solo se celebra en septiembre y no en febrero) pensé que esa sería una fecha especial para los dos, soy su novia y aunque no lo vea con tanta frecuencia, lo soy y debo estar con él en un día tan importante. Organicé una comida guiándome de unos tutoriales de internet y puse velas de esas que tienen un olor muy cursi, como dulce y fui a un salón de belleza, ahí me maquillaron y peinaron, me puse un vestido negro que me ayudó a elegir Linda, es corto y ajustado. Linda cuidaría a Jamie esa noche para dejarme sola con Aaron.

Me veía como actriz porno de calidad. Eso me gustaba.

Puse música y me senté a esperarlo, le envié un mensaje diciéndole que lo esperaba para estar con él. Pensé que se demoraría, pero llegó unos minutos después que le escribí. Apareció con dos chicos, un poco mayores que él. Venían completamente ebrios y haciendo disparates. Se sentaron en la sala y pusieron una música muy extraña, como para gente del futuro. Detrás de ellos, entraron muchas personas, como quince en total y organizaron una fiesta. Aaron no me habló desde que entró, solo se puso a tomar y a reírse con esas personas. Apagué las velas y dejé la comida ahí, alguno de ellos se la comerá. Entré a la habitación y me encerré, era evidente que Aaron no me miraría esa noche.

 Antes quería creer que no pasaba nada, pero ya no puedo pensar que no es así. No soy muy lista, pero cualquiera en mi lugar pensaría igual. No sé qué tanto hace por las noches en su trabajo, no sé por qué llega a las dos o tres de la mañana oliendo a alcohol, él no tomaba antes. No sé por qué ya no me dice cosas lindas. Los días en que he podido verlo, se porta bien, me besa y estamos juntos, pero solo eso ha sucedido los domingos porque los otros días, solo lo veo en mi cabeza. Jamie me dice que lo extraña… aún quiero creer que es por su trabajo, que no sucede nada más. Por eso no le digo nada o bueno, tampoco es que podría haberle dicho porque ni siquiera contesta mis mensajes y los domingos que lo tengo, no puedo reclamarle, quiero aprovechar al máximo el tiempo con él y que esté con Jamie.

Este día iba a entrar de nuevo a clases, era lunes. Las vacaciones de mitad de año son cortas. Dejé a Jamie y luego fui a la universidad

Me senté con los chicos y ellos me decían cosas, pero no podía escucharlos. Me sentía muy mal, estaba deprimida y con mucho miedo, miedo de que el ya no me quiera, miedo de que me abandone y, sobre todo, miedo de que se haya fijado en alguien más… no, no, no, ¿qué haré si me deja? Estoy muy enamorada de él. Otra cosa que me preocupaba es que me he estado sintiendo como cuando estaba pequeña y tuvieron que internarme, eso fue porque tuve una recaída bastante fuerte, intentaba hacerme daño de cualquier manera.

Espero equivocarme y que eso no me suceda de nuevo.

 Los primeros días que estuve viviendo con él, los síntomas disminuyeron bastante, pero ahora habían regresado por completo, trataba de controlarme porque tengo a un niño que cuidar, pero no es fácil. No lo es. Tenía un dolor en el pecho y esa sensación familiar, esas ganas de cortarme con algo o lastimarme con lo que sea. El profesor no había llegado.

- ¡Agatha! Llevo rato hablándote. – Me dijo Jordan.

- Lo siento, estoy distraída.

- ¿Sigues triste por ese idiota? – Me dijo Jordan y esta vez no lo dijo en burla, reconozco cuando dice algo en serio.

- Es que yo… - Dije y rompí en llanto, Linda se sentó a mi lado y me abrazó. – No sé qué hacer, tengo mucho miedo de perderlo.

- Si quieres podemos hacer lo que te dije hace unos días. Lo seguimos cuando salga de la editorial y vemos qué es lo que va a hacer. Sabemos dónde trabaja. – Dijo Brandon y yo negué con la cabeza.

- No, no pueden hacer eso. Eso lo molestará y, además, no sé si estoy lista para saber algo así, no sé cómo podría reaccionar.

- Solo cuando estés segura, nos dices y no dudaremos en ayudarte, si descubrimos algo, no te dejaremos sola. – Me dijo Linda.

Pasaron varios días exactamente iguales y ya era sábado, Tamara se llevó a Jamie como lo hacía todos los fines de semana y yo fui a una sección de fotos. Eran en ropa interior y sé que esto no le gusta a Aaron, pero el prácticamente ya no existe, ¿cómo se va a molestar si ni siquiera me preguntará por ello? ¿o si quiera como estoy? Ni eso me pregunta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.