Las risas no faltaron entre los grupos de reclutas, felicitando a Johnnie por usar sus poderes de confusión con los agentes. Aun después de regresar a la sala de entrenamiento conversaron un rato más, contándole a Zeth lo que pasó después de que se fuera del lugar. Tras unos momentos los cinco chicos que habían sido neutralizados por Josh regresaron, se veían cansados y de muy mal humor.
A pesar del ánimo que había entre los reclutas, había uno de ellos que no compartía la emoción, pues en su cabeza se le quedó grabada una palabra, Monstruo. Mike no podía dejar de darle vuelta en su mente lo que eso significaba, lo veían como una amenaza, alguien capaz de acabar con la vida de las personas sin razón y que era malo por naturaleza, pero él no era así, no quería ser así.
—¿Qué pasa, Mike? —Marla se acercó al chico de piel pálida y le tocó el brazo con la yema de los dedos, incapaz de hacer algo más.
—¿S-somos… monstruos? —La mirada de Alonso, Kevin y Marey fueron a su compañero.
—Claro que no, Mike —Marla acomodó sus anteojos e intentó tranquilizarlo—. ¿Verdad chicos?
—Bueno, yo puedo convertirme en uno —bromeóAlonso, pero su respuesta no fue la mejor para el pobre Mike, que se hizo más pequeño en su lugar.
—Yo creo que si somos monstruos —respondió Kevin hablando por todos—. No somos humanos, pero tampoco Aliens, así que ser un monstruo es genial.
—Yo no quiero ser un monstruo —dijo Mike en su lugar.
—¿Qué quieres ser entonces? —Le preguntó Marey—. No somos monstruos, eso es un hecho, pero tampoco personas normales.
—Y-Yo… no lo sé… —Mike agachó la mirada y lentamente fue retrocediendo—. N-no sabes lo que somos…
—Mike… —Marla se preocupaba demasiado por aquel muchacho. Imaginaba lo difícil que le resultaba encajar.
—¡Atención! —Meegwun volvió a la sala de entrenamiento, esta vez acompañado únicamente de Arlette y Katalina. Los chicos regresaron a sus posiciones—. Veo que ya se recuperaron —Las palabras de Meegwun sonaron como una burla que nadie creyó posible—. Espero que les hayan gustado las presentaciones de Aya y Lucio, ahora conocerán un poco más sobre la agencia y sus otras dos ramas.
—Buenos dias a todos —Katalina dio un paso adelante, habló lo más cordial posible. Los reclutas respondieron al unísono causando una media sonrisa en la mujer—. Mi nombre es Katalina Collins, soy la Gerente Administrativa de la ASC. Nuestra función principal dentro de la agencia es el manejo de documentos y asignación de deberes a los escuadrones.
—¿U-ustedes no van a misiones? —preguntó Marla, estaba interesada en esa rama, sonaba tranquila, algo que ella quería.
—Si, nosotros también participamos activamente en el campo —respondió la mujer quitándose los anteojos—.Aunque no lo hacemos tan seguido como las demásramas, el personal administrativo es enviado al campo al menos una vez al mes, esto con la finalidad de mantener a todo el personal preparado para cualquier emergencia.
—Nadie se libra de las labores de la ASC—interrumpió Meegwun—. Se los dije al principio, todos deben estar preparados para la acción.
—Los quiero invitar a que si les interesa se especialicen en nuestra rama —siguió hablando Katalina—. Se que con sus habilidades pueden llegar a hacer maravillas en el campo, pero hay áreas como la mía o la experimental que también los necesita. Gracias por su tiempo.
—A ti por venir, Katalina —Meegwun despidió a la mujer.
Katalina se retiró nada más terminar su presentación. Aunque no había captado la atención de todos, alguno de los agentes pensó en que sería una buena opción unirse a esa rama, en especial Marla. La chica no quería estar en medio de peleas ni armas de fuego.
—Bien, es mi turno —Arlette dio un paso al frente, estaba emocionada por hablar—. Bien chicos, mi nombre es Arlette Ontiveros, soy una agente especializada en la rama de Control.
Arlette hizo una señal a la cabina desde donde Aya controlaba todo. El techo de la sala de entrenamiento se abrió causando el pánico entre los agentes, no estaban listos para volver a tener ese tipo de entrenamientos. Del gran agujero del techo descendió una jaula de metal, de cuyo interior provino un feroz rugido. Los reclutas la vieron confundidos.
Aunque pareciera una locura, había quienes entendieron el mensaje de aquel rugido. Era una advertencia, una amenaza para todos. Era un felino de gran tamaño, de pelaje oscuro, erizado del miedo, unas orejas que parecían antenas y se extendían hasta sus patas traseras; unas patas con enormes garras listas para desmembrar a sus presas y sus colmillos similares a los de un diente de sable podían atravesarle el cuello a cualquiera de una mordida.
—Cuando hablamos de la rama de Control, nos referimos al control de estos monstruos —Arlette se acercó a aquel ser quien gruñó ferozmente, advirtiéndole que se alejada.
—Creo que deberías alejarte un poco —hablóAlonso. El había visto uno de esos anteriormente, los Pisica, felinos increíblemente rápidos y mortales que usaban sus enormes colmillos para atravesar las duras escamas de los Pisontes—. Dice que no le caes muy bien.
—¿Qué? —preguntó la chica confundida. Volteó a ver a Meegwun quien solo se encogió de hombros—.¿Puedes entenderlo?
Editado: 09.05.2022