Agencia de Seguridad Civil: Encadenado

Capítulo 17: Al amo Dunkel

—No hagan ninguna estupidez o las mato en este momento —Koch llevó a Marla hasta una silla delante de Mike. Clara la liberó unos segundos para en seguida atarle manos y piernas a la silla metálica— Clara, Lawrence vayan a prepararse para el banquete de esta noche.

Ambos obedecieron las ordenes de su amo a la perfección. La puerta se cerró en un golpe desolador para Marla. ¿Qué haría ahora? Fue tan estúpida al confiar en Lawrence y estaba pagando las consecuencias. Escuchó ruidos detrás de ella, gritos de Nicole y algunos quejidos de Koch. Trató de voltearse para ver que sucedía, pero con cada movimiento las sogas se apretaban como si tuvieran vida y no quisieran que viera.

—S-suel… suéltala.

Marla no dudó en mirar a su amigo que apenas si podía hablar. Quedó petrificada al mirarle con su ojo izquierdo hinchado, goteando sangre sobre su rostro que finalizaba en el suelo. No pudo evitar llorar de desesperación. Sentía una gran culpa en su interior, ella pudo evitarlo y ayudar a su amigo. O si tan solo hubieran llegado antes, si no fuera tan inútil para todo habría llegado antes y no tendría que ver a Mike en ese estado.

—Parece que estas despierto —Koch llevaba a Nicole tomada de la nuca—. Pensé que nunca lo harías.

—Hermanito, ayúdame —rogó Nicole retorciéndose en la inmensa mano de Koch.

—Ni… Nicole —Mike llegó a pensar que estaba alucinando, por un solo segundo creyó haber caído en la locura. Paseó la mirada de la pequeña de cabellos castaños y ojos azules a Koch, el hombre barbudo de gran tamaño y por último a esa chica de cabellos ondulados que tenía frente a ella, llorando— K-Koch.

—Guarda tus energías, Mike —Le dijo Koch mientras esposaba a la pequeña Nicole a una viga en el techo. La empujó con una mano, haciéndola recorrer media habitación, Koch rio estremeciendo a Marla y Nicole—. He estado pensando estas últimas horas ¿Qué hare ahora sin mi esclavo más valioso? —Koch dio la vuelta y puso su mirada en Marla. La saboreó, como había hecho con muchas otras. Delicadamente puso una de sus enormes manos en su rostro y la acaricio— Y pensé en que esto no es una perdida, es másbien un cambio equivalente. ¿Sabes lo que es eso? Tonterías, claro que lo sabes. No puedes convertir una roca en grandes cantidades de oro.

—Déjalas… paz —Hablar se volvió una tortura para Mike, su dolor de cabeza había incrementado y el solo acto de respirar se volvió una tortura en la cual ya no quería estar.

—Parece que Ryanace tenía razón —Koch bajó su mano del rostro al cuello de Marla, causándole un escalofrío que recorrió cada vertebra de la chica. Su mano amenazó con estrangularla, pero lentamente, muy lentamente la fue bajando.

—¡No me toques! —gritó Marla removiéndose de su lugar.

—Cierra la boca —Koch la abofeteó volteándole el rostro.

—¡Déjala! —Mike se retorció en su lugar a pesar del dolor, no soportaba ver a su amiga en sus manos.

—¡La desobediencia tiene un precio, Mike! —gritó el otro ignorando a ambos jóvenes— Tu causaste esta situación, si tu hubieras sido el esclavo que siempre debiste ser no estaríamos aquí —Enojado, Koch sujetó la blusa de Marla y la arrancó de un tirón que terminó en un golpe al estómago de Mike—. ¡Te dije que arruinaría tu vida! Y ellas dos serán parte de ello.

El llanto de Nicole y de Marla fueron lo único que impidieron el silencio. Mike no podía hacer nada, no tenía fuerzas para hacerlo, y aunque lo hiciera solo aceleraría su ejecución, les causaría más problemas a los chicos y todo estaría arruinado por su culpa, pero si no hacía algo Marla y Nicole pagarían las consecuencias. Mike se esforzó en levantar la mirada a sus amigas. Nicole lloraba desconsolada por el miedo, no debía permitir que le pasara algo, Nicole siempre lo trató bien y jugo con él.

Sonrió un poco al recordar las noches de juego con la pequeña Nicole, comenzaba a extrañar esa habitación llena de Flores del cielo que el mismo creó. Dejó salir el llanto al pensar que ninguno las podría disfrutar.

Volvió su mirada a Marla, Koch ya le sujetaba el pecho a pesar del llanto y las suplicas para que se detuviera de ella. La sangre le hirvió a Mike. Marla fue la única amiga verdadera que estuvo a su lado en todo momento, la única que lo escuchócon paciencia y que compartía gustos con él. La única que lo había ido a buscar.

Mike relajó su mente un momento, desconectándose de todo otro pensamiento que no fuera liberarse. Abrió su único ojo saludable y entonces un brillo azul lo rodeó. Koch volteó a verle, se lanzó por aquel hierro de marcar caliente y en un instante lo clavó con todo su peso en la mano derecha de Mike, aquella que estuvo libre de la marca que lo esclavizaba.

—¡Maldito desgraciado! —gritó Koch—. Ni siquiera pienses en que puedes liberarte y ayudarlas —La desesperación llenó al Alto cuando notó que Mike no cedía. Volteó para verlo a la cara, Mike lo observaba con ese ojo tornasol reluciente que amenazaba contra él—. ¡Te mataré, Mike! —gritó el Alto alejándose y empuñando su arma—. No tendré piedad de ti. ¡No me importa el castigo que me ponga Ryanace te matare ahora mismo! —Las ataduras de Mike se desvanecieron en polvo que se arremolinó en el techo—.Tienes que obedecerme, ¡soy tu amo! ¡Tú eres mi esclavo!

—No soy tu esclavo —Mike se puso de pie con torpeza, la silla desapareció detrás de él y parte de ella se convirtió en sus dos berretas.



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En el texto hay: drama, accion, aventura

Editado: 19.09.2022

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