Agencia de Seguridad Civil: Infiltración

Capítulo 9: Infiltración

Las naves se dirigían a toda velocidad al Olimpo. Aya les informó de la llegada de Rafael lo que puso en alerta a todos los rebeldes. La infiltración estaba a punto de comenzar, la hora marcada iniciaba en cuestión de segundos y el nerviosismo se apoderó de todo el mundo. Les tomaría tiempo desactivar los sistemas de seguridad, mismo en el que debían estar alerta para iniciar la segunda fase del plan.

—Atención —La vos de Steve se escuchó por todos los comunicadores—. Estamos a punto de descender para evitar ser detectados por los radares. A partir de este punto solo queda esperar, no bajen la guardia ante nada. Zeth ¿Están listos?

—Tan listo como se puede estar para quienes ya están muertos —dijo el no-muerto activando los sistemas del piloto automático.

—Ya les dije que yo no estoy muerto —respondió Kevin a gritos—. Si esto falla por favor quemen mi cuarto y ni se les ocurra abrir las cajas que tengo debajo del escritorio de Santiago.

—Kevin, Recuerdas que la mansión explotó, ¿cierto? —Le dijo Zeth delante de él.

—¿Qué tenías en mi habitación? —preguntó Santiago, al no recibir respuesta de Kevin quien decidió quedarse callado comenzó a alterarse—. Kevin ¡¿Qué tenías oculto en mi habitación?!

—Piloto automático encendido —anunció Zeth—. No hay vuelta atrás chicos. Deséenos suerte.

—¡Suerte! —gritó Lily por el comunicador, acompañada del grupo de rebeldes a sus espaldas con el mismo ánimo.

Los aerodeslizadores descendieron en medio de las colinas, mientras veían pasar a toda velocidad la nave de Kevin y Zeth. Bajaron de la nave con el corazón en la mano, esperando que todo resultara bien. El moreno y el no-muerto sintieron la fuerza del motor presionando sus cuerpos, el aerodeslizador tomó más velocidad a medida que viajaban por el cielo.

Las vibraciones de la nave les puso los nervios de punta. A la distancia vieron la gigantesca montaña flotando en medio de las nubes, con algunas cascadas artificiales cayendo desde la cima, las aves volando alrededor de ella, llegando a sus nidos en medio de los árboles que crecían en los costados de la montaña. Una vista que dejó impresionados a todos quienes podían verlo. Kevin se inclinó hacia adelante para contemplar aquel lugar, de todos los lugares que habían visitado ese era sin duda el más espectacular que había visto.

—Chicos —La voz de Aya regresó a la realidad a todos—. Están a un par de minutos de entrar a la zona máspeligrosa, los equipos de comunicación dejaran de funcionar en cualquier momento —En la oficina de Andrea todos observaban las pantallas—. No sabremos de ustedes hasta que lleguen a la cima.

—¡Tengan cuidado! —pidió Andrea soltando todo de su pecho—. ¡Por favor salgan vivos de ahí!

Como Aya pronosticó dejaron de recibir las señales de video y audio de Kevin y Zeth, dejando un silencio aplastante en la sala y en donde sus demás compañeros estaban. Los dos chicos se sujetaron a los asientos con fuerza al sentir como la nave era jalada hacia abajo. Los sistemas del campo magnético se activaron. En segundos la misma fuerza que los bajó, los elevó. La nave tembló con violencia mientras veían como se debatía entre salir expulsada y caer a un aplastante final.

Con cada segundo que pasaron en la infernal turbulencia vieron la isla acercarse, y no dudaron en que terminarían estrellados contra las rocas. A solo segundos de tener contacto con la isla pudieron divisar un agujero, uno aún más pequeño de lo que Kevin había pensado y por el cual dudaba que el aerodeslizador lograra entrar. Sin miedo a demostrarle a Zethsu pánico, Kevin se sujetó de su cara atravesando el asiento y gritó con todas sus fuerzas.

—¡Soy muy guapo para morir!

—¡Kevin suéltame!

La nave atravesó el agujero, golpeó contra la pared, rebotando en todas partes. El conducto era tan pequeño que no les dejó tiempo para recuperarse. Zeth presionó un botón quedesactivó los sistemas del generador electromagnético y puso en reversa el motor del aerodeslizador y liberó un paracaídas que tan pronto salió una roca lo arrancó de la nave. No lograron bajar la velocidad, golpearon las paredes sin parar. Al frente vieron la salida volverse más grande, un camino directo a su muerte. Zeth activó el motor a máxima potencia, sin embargo, un golpe lo hizo explotar a sus espaldas. El chico volteó preocupado hacia atrás, estaban perdidos.

Ambos gritaron con todas sus fuerzas, incapaces de detenerse. La nave atravesó el ducto, cayó hacia abajo tan pronto salió y antes de tocar el suelo explotó causando una gran corriente de aire. Zeth pensó que moriría por segunda ocasión en su vida, pero Kevin logró sacarlos de la nave y sujetarse a la montaña gracias a su sombra. Volteó hacia arriba, la sombra de Kevin luchaba levantarlos de vuelta a la isla mientras Kevin lo veía con una expresión de terror.

Sombra logró ponerlos fuera de peligro Los chicos se tiraron sobre el piso con la respiración agitada y meditando en la misión suicida que tomaron. Nunca se habían sentido así, tan espantados por perder la vida, ni siquiera en sus peleas. Kevin fue el primero en levantarse.

—Ya te dije que esto no era parte del plan —Le respondió a su Ludenk que no paraba de regañarlo—. Porque Aya se iba a encargar de eso.

—Parece un loco hablando con su sombra —Judge saltósobre Zeth, su expresión era de incomodidad ante Kevin.




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