Lily cayó al suelo con tanta violencia que perdió el conocimiento por algunos segundos. No quería levantarse al ser Esli su contrincante, pero no podía dejar a Meegwun solo contra esas dos bestias. Se puso en pie, dándole el tiempo necesario a Esli de arremeterla con un golpe envuelto en masa que partió su casco en dos.
La agente rodó por el césped hasta detenerse a un lado del maestro de la ASC. Meegwun, preocupado, se agachóhasta ella. Lily tenía la vista en el vacío, con lágrimas saliendo de sus ojos, parecía no darse cuenta de la herida que tenía en la cabeza. La sangre cubrió la mitad de su rostro. Incapaz de hacerla entrar en razón, Meegwun la levantó en hombros. Esquivó por poco un zarpazo del Vigilante y corrió al complejo, donde estaba recibiendo apoyo de los rebeldes.
El monstruo de oscuridad siguió muy de cerca al maestro, era demasiado rápido, Meegwun no quería imaginar lo que uno de sus golpes podría hacerle. Esquivó al monstruo, el cual fue golpeado por una ráfaga de balas que no hizo más que enfurecerlo. Siguió adelante, pero Esli apareció de un salto frente a ellos. Golpeó el suelo con su masa, levantando el piso alrededor de ellos y haciendo que Meegwun cayera junto a Lily.
—¡Eres increíble, Gulliver! —El Alto gritó desde el complejo, algunos soldados llegaron a protegerlo con sus escudos antidisturbios. Estaba apoyado contra una pared, con el cuerpo inmóvil—. ¡Mátalos!
—Lily, necesito que me ayudes —dijo Meegwun mientras se volvía a levantar—. Ayúdame a detener a Esli.
—N-no me escucha —Lily intentó recomponerse, pero su tristeza no la dejaba—. Lo he intentado muchas veces y no responde.
—Entonces tendrás que dejar de hablar —esquivaron un golpe combinado de Esli y el monstruo—. Tu encárgate de Esli y yo de este de aquí.
—Pero… —Lily no quería pelear con Esli, pero no había más remedio. Si dejaba a Meegwun solo en contra de él, era muy probable que el maestro muriera. Podía confiarle al monstruo de oscuridad, si los rebeldes habían sobrevivido a él, no tenía razones para dudar del mejor agente de la ASC—.Está bien, pero llévate esto —Le lanzó las manoplas.
—Aya siempre se luce —dijo el maestro poniéndose las armas en las manos y esperando el momento para actuar—.Primero las damas.
—Es un mal pretexto para no decir que tienes miedo —dijo Lily engrandeciendo sus puños.
—Tienes razón.
Meegwun inició su carrera al complejo, el vigilante saltósobre Lily quien con uno de sus puños lo hizo volar por los aires. Esli creó un mazo con el que atacó a Lily, la mujer lo esquivó y de un manotazo hizo retroceder a su novio. La chica corrió alrededor de Esli, esperó a que la atacara con uno de sus puños envueltos en masa y corrió sobre él, agigantó su pie hasta hacerlo del mismo tamaño que ella, destrozando el traje en aquella parte de su cuerpo, y pateó en plena nuca a Esli.
Lily cayó al suelo rodando, al detenerse sintió el suelo viscoso, alzó la mano y vio la masa del muchacho entre sus dedos. El piso estaba cubierto de debajo de ella por la masa de Esli, esta subió sobre Lily, rodeándola y comprimiendo su cuerpo. La chica empujó con fuerza, pero no lograba atravesarla. En un acto desesperado agigantó todo su cuerpo, enviando a volar el poder de Esli por los aires y destruyendo parte del corredor.
Meegwun llegó al complejo, de un salto se metió en el pasillo y se dirigió hacia Este. El monstruo de oscuridad salió de una de las paredes, rugiendo con ferocidad. Meg se agachópara esquivar un zarpazo, lanzó un puñetazo a la herida del monstruo y una descarga eléctrica los hizo retorcerse. Apartóla mano, la sentía entumida, la sangre de aquella criatura lo convertía a él en parte del circuito. Lanzó otro puñetazo a la cabeza del monstruo con todas sus fuerzas, tenía que ser másfuerte que nunca en aquella pelea.
El monstruo de oscuridad agitó los brazos como demente, tratando de impactar en Meegwun, pero el maestro logróesquivar todos los ataques. Un pilar fue impactado y parte del techo se desplomó encima de la bestia. Meegwun logróapartarse a tiempo, esperó unos segundos, dudando que unas rocas lo detuvieran. Y tal como pensó, sucedió, el monstruo salió de entre los escombros dando un potente rugido.
—Apártate —detrás de Meegwun fue Antony quien gritó. El rebelde apuntaba su lanzacohetes al vigilante, su última oportunidad para matarlo.
Meegwun dio un salto al lado al mismo tiempo que Antony disparaba. Hubo una enorme explosión, que arrojóescombros y sangre por todas partes. El maestro respiróprofundo, sentía un gran alivio de haberse librado de la amenaza. A su lado cayó parte del torso del monstro, solo le quedaba una mano y la cabeza estaba envuelta en llamas. En un último intento por matar al agente, el vigilante estiró su gran brazo para atraparlo. Meegwun le lanzó una patada a la cabeza, atravesando su cráneo.
—Maldito —buscó en su pantalón un cigarrillo, pero no tuvo el tiempo para sacarlo, la lluvia de balas lo obligó a apartarse. Se cubrió detrás de uno de los pilares intactos mientras las balas amenazaban contra su vida. Antony llegó al lado suyo, preparando su arma.
—Comandante Meegwun, ¿cierto? —preguntó el rebelde mientras recargaba.
—¿Nos conocemos? —preguntó el maestro ajustando las manoplas.
—No señor, pero si le soy sincero, lo admiro mucho, tuve el deseo de ser parte de la ASC mucho tiempo por usted.