—Hank ¿Nos escuchas? ¿Hank? —Jerry insistió un largo rato, pues no había tenido noticias de su jefe—. Lamentablemente seguimos sin recibir señales de Hank —dijo a la cámara frente a él—. Las cosas solo parecen empeorar en esta ciudad, después del sorprendente estallido en la torre de la ASC fuimos capaces de grabar el incendio en el parque central del cual, como muestran las imágenes, miembros de la ASC escaparon hacia un paradero desconocido, las autoridades se encuentran buscando a estos chicos que son los principales sospechosos de haber cometido este acto tan devastador.
>> Hace algunos momentos también vimos llegar a las instalaciones al cofundador de la Agencia Rafael McCoy junto a un grupo de agentes. Tras un largo confrontamiento verbal con un soldado del Ejército de la Paz, donde se encontró con los agentes que escaparon del ataque de los Dobles, pudieron entrar a las instalaciones —El Helicóptero se balanceó abruptamente de un lado al otro al aparecer casi frente a ellos un portal por el cual salió una bola de fuego—. No tenemos idea de que está sucediendo en este lugar, pero algo es seguro, los Dobles están detrás de todo esto.
—Jerry —Se escuchó por el auricular del periodista con algo de interferencia— Necesito ayuda —Se trataba de Hank.
El hombre descendió la mayor parte de los pisos por medio de las escaleras de emergencia, pero se encontraba muy herido. El Mike que lo lastimó más de lo debido, pensó que podría soportarlo y que llegaría afuera antes de tiempo, pero no contaba que la pelea se llevara por los elevadores. Le faltaban algunos pisos por descender cuando escuchó algunas voces subiendo «¿De quienes se trataban?» No podía confiar en nadie dentro de la ASC, ya lo habían traicionado una vez, era seguro que lo volverían a hacer. Dio media vuelta y subió a rastras escalera arriba, buscando otra salida.
—Hank —Aquella gruesa voz le hizo sentir escalofríos.
—Rafael —volteó para ver a su viejo amigo a mitad de las escaleras, portando su siempre pulcro uniforme—. Los años no te han sentado nada bien, ¿No?
—Lo mismo digo de ti —respondió a la burla, avanzó hacia Hank con la firmeza que lo caracterizaba—. Dime una cosa, viejo amigo ¿Estas en esto con Gabriel?
—No sé de qué me estás hablando —Hank fingió demencia, como solía hacer. Dejo caer su cansado cuerpo en las escaleras, no podía más—. Yo solo he venido a reportar un acto histórico que terminó en desastre por culpa de esos monstruos que permitieron entrar a la ASC, solo mírame, me han atacado deberías ayudarme ¡Estoy herido!
—¡Ellos no son monstruos! —Andrea salió a la defensa de sus chicos—. Teníamos un trato, Hank.
—Y lo he respetado —respondió el hombre a gritos también—. No he dicho ni hecho nada contra tus mocosos desde aquel día… pero es imposible que habiendo visto lo que pasó ahí arriba, como tus chicos atacaban y asesinaban despiadadamente a Sebastián, yo no hiciera algo.
—Déjate de juegos —El Mike se mostró ante Hank, dejándolo sin palabras—. Tu y Gabriel formaron este plan frente a nosotros, querían acabar con la ASC y con todos los que estuvieran dentro.
—Eres un maldito traidor —Hank trató de pararse antes de ser detenido por Rafael—. Debi suponer que incluso en otro mundo no son más que unas sucias ratas de alcantarilla.
—Es suficiente —Rafael hizo una señal con la mano y dos agentes se movieron enseguida. Uno de ellos esposó a Hank, pero antes de que el otro pudiera sujetarlo, el hombre comenzó a escupir sangre—. Hank por medio del poder que Ciudad Solé ha otorgado a la ASC quedas detenido por conspiración en contra de la vida de un miembro del Alto mando.
—El amo no te dejará sin castigo —Le dijo Hank a El Mike. El chico no dijo ni una sola palabra, permaneció inmutable—. Ya lo… verán —Hank se rio con dolor dejando salir sus últimas fuerzas. La sangre perdida fue demasiada—. Alabad… a… Dunkel.
Ese día Hank cayó muerto víctima de su resentimiento hacia los Dobles y su ambición por conseguir más poder en el mundo. Habiendo fallado en ambos objetivos.
—Sigamos adelante —dijo Rafael sin tiempos para sentimentalismos. Siguieron subiendo las escaleras, preparados para la acción. Llegados a la mitad del edificio se dividieron en cuatro grupos que usarían las escaleras de emergencia a cada extremo de la Agencia para evitar cualquier intento de escape.
Kevin asomó su cabeza en la oficina de Gabriel. Entraron en la habitación del líder de la ASC. Kevin estaba parado sobre la cama, ensuciando con sus botas el blanco perfecto de las sábanas. El escuadrón Rapunzel estaban preparadas para la acción. Algunas chicas en la puerta haciendo guardia y otras tantas apuntando al techo, justo donde Kevin asomaba su cabeza. Todo estaba tranquilo, sin ninguna señal de vida. Levantó la cabeza para echar un mejor vistazo. Llevaban rato vigilando sin ver a Gabriel en ninguna parte de su oficina, pero según lo que Andrea les dijo por el comunicador, era seguro que aparecería ahí.
—Saben, mi papá también tuvo poderes —dijo Diana descansando el brazo, estaba cansada de apuntar hacia arriba.
—¿En serio? —preguntó Lily al lado de Kevin. Al moreno recordó el día que se conocieron y la emoción de Lily por saber los poderes de los demás, y esa duda ahí estaba, pero no tenía ánimos para gritar o emocionarse—. ¿Qué podía hacer?
—Dice que tenía una mordida fuerte —siguió contando Diana bajando su arma—. Podía masticar cualquier cosa y destruirla.