Fue un viaje psicodélico por fuera de las dimensiones, se sentían dentro de una sala con muchos cuadros a los cuales iban cayendo, cambiando de mundo sin parar. Los tentáculos los arrastraron por múltiples dimensiones, no parecían tener un inicio o un final, provenían de dentro de cada cuadro de universos. Pasaron por tantos lugares que describirlos cada uno era casi imposible, menos cuando se enfrentaban a un hombre como Gabriel que lanzaba sus ataques sin parar, con una fuerza aumentada por lo menos diez veces mayor a la de antes.
En un momento cayeron sobre unas colinas heladas con un caudal que llegaba a un poblado muy cercano, terminaron dentro del rio el cual estaba congelado y se partió con su caída. El frio casi congela a Alonso, lo que lo hizo recibir un par de poderosos golpes de parte de Gabriel. Marey expulsó calor para calentar el agua, pero pareció excederse. El agua se evaporó y una espesa capa de vapor los rodeó.
Los tentáculos volvieron a arrastrar a los chicos a través de un portal donde violentamente los estrelló contra un viejo castillo que se derrumbó con el impacto de los tres chicos. Gabriel apareció de la nada encima de ellos y activando su campo de fuerza sobre ellos los expulso contra el suelo donde otro portal se los llevó contra enormes arboles de cien metros de altura con enormes troncos donde Damián y Marey impactaron sobre Alonso.
—Pensé que querían divertirse —Gabriel los cubrió con una llamarada la cual Marey terminó absorbiendo y regresando en un aliento de fuego potenciado, pero Gabriel abrió un portal enfrente suyo que reapareció detrás de ellos.
El impacto de la bola de fuego los hizo caer dentro el espacio donde visualizaban las realidades otra vez. Sin poder defenderse los tentáculos hicieron de las suyas, cayeron por más dimensiones hasta que a lo lejos se veía la de ellos, una caída directa desde el cielo a la ASC.
Alonso extendió sus manos hacia Marey y Damián, jaló de ambos para pegarlos a su cuerpo, cruzaron el portal a alta velocidad. Gabriel se impulsó con sus tentáculos, sujetos al borde del portal. Golpeó con ambas rodillas de hierro en los chicos, dándoles un empuje extra a su caída. Impactaron sin control en el rascacielos. Atravesaron los restos de la oficina de cristal y varios pisos más antes de detenerse en un estrepitoso impacto dentro de una de las salas de entrenamiento.
Marey se levantó aturdida, la cabeza le daba vueltas y el cuerpo le dolía, pero no tanto como esperaba, pensó que acababa de vivir un milagro, pues una caída como aquella hubiera matado a cualquiera. Vio que Damián también se levantó con dificultad, tambaleando al poner ambas piernas en el suelo, pero no veía movimiento alguno de Alonso, la chica movió su mano sobre el oscuro pelaje del moreno que lentamente iba volviendo a su forma humana, se manchó con la oscura sangre del moreno quien recibió todo el golpe de la caída en el último momento «¿Cuándo se transformó?» Alonso no abría los ojos, estremeciendo a Marey al pensar que no había soportado el impacto, bajó de él cayendo al suelo por el mareo.
—Alonso —Le habló la morena mientras se arrodillaba y gateaba hacia él—. Oye no se te ocurra morirte.
—Diablos —Damián miró atreves del agujero que habían abierto en el edificio—. Recibió todo el impacto de ese ataque y la caída. Tal vez no despierte en un rato.
—Tal vez nunca despierte —Gabriel cayó de pie dentro del edificio. Sus huesos crujieron con el impacto, causando una sensación de ansiedad en Marey—. Y ustedes tampoco.
Gabriel arrojó un golpe al aire que en seguida impactó con Damián a través del portal. El chico cayó al suelo. Los golpes de sus puños eran mucho más fuertes que antes. La bruma negra volvió a cubrir a Gabriel, y en su pecho se formó la ya conocida figura del tridente. Damián creó un muro de hielo queriendo evitar los golpes, pero este era destruido.
—¡Gabriel!
Un puñetazo gigante tomó por sorpresa a Gabriel. El golpe lo envió a volar hacia una de las paredes reforzadas de la habitación. Lily corrió, era una gigante de al menos diez metros de alto que soltó una patada al jefe de la ASC. Gabriel logró esquivarla en el último momento, giró su mirada a la enfurecida Lily, no dejaría que arruinara sus planes, la capturaría y la enviaría con los Altos como planeó, aún era útil para el amo.
Abrió un portal encima de la chica, cuatro tentáculos gigantes salieron y la tomaron de brazos, piernas y cuello inmovilizándola. Lily se agitó queriendo librarse de ellos, pero eran demasiado fuertes, tuvo que empequeñecerse para liberarse del agarre. Cayó al suelo rodando y en cuando pudo se lanzó al ataque de Gabriel, agigantó su puño derecho y lanzó un puñetazo al jefe de la ASC. Gabriel activó su campo de fuerza que detuvo el golpe, no sin ser movido algunos centímetros por ella.
—Eres un maldito bastardo —Lily sacó su furia, el puñetazo envió a la burbuja en contra del muro de nuevo—. ¡Tú nos vendiste como chivos!
—Los chivos al menos tienen valor —Gabriel caminó hacia adelante, extendió la hoja de campo de fuerza y apuntó a Lily—. Ustedes son más bien ratas.
Lily se lanzó al ataque, agigantó ambos puños y corrió con todas sus fuerzas. Un portal se abrió a sus espaldas de donde salieron cuatro tentáculos y la sostuvieron en el aire jalando sus brazos con intención de arrancárselos en cualquier momento. Gabriel preparó su puño en llamas y al estar lo suficientemente cerca lanzó su golpe.
—Duerme un rato.