Cap-6 (S)

Shao

Esta vez cuando salí del despacho los dos hombres no me llevaron a la misma habitación. A este paso iba conocer aquel lugar sin pretenderlo.

Recorrimos unos pasillos diferentes hasta llegar a una zona amplia. Era como un salón con butacas y mesas blancas. A su alrededor habían muchas puertas con números colocados encima de ellas.

—La suya es la trece - dijo entonces uno de los hombres, con una voz tan grave como el mismísimo trueno,  haciendo que pegara un brinco.

Al entrará me encontré con una habitación amplia con una iluminación artificial y paredes, como no, blancas. En el interior en el medio recién entrar se encontraba un pequeño sofá gris claro que miraba hacia una espejo que había enfrente mía. Seguidamente una pequeña mesita blanca y en uno de los laterales había una litera de doble cama, mientras que en el otro se encontraba algo que parecía ser un armario dividido en dos. Tras abrir una puerta del primer armario descubrí un montón de ropa de color gris, negro y azul con zapatos a juego. En los cajones pude comprobar un montón de ropa interior negra que iba desde tanga y braguitas normales a sensuales sujetadores de encaje fino y negro.

Mire en el otro donde había exactamente lo mismo pero esta vez parecía que tuviera uso y le faltaban algunas cosas del perchero. Entonces oí un golpe a mi espalda y al girarme me encontré con una chica morena de grande ojos. Era alta y menuda, vestía con ropa gris ajustada a su perfecta figura. Llevaba el pelo castaño recogido en una cola y guantes negros en las manos.

— ¿Qué haces en mi armario?- preguntó con enfado

—Lo siento. No sabía que era tuyo.

Ella se dirigió a la cama y se sentó en la cama inferior de la litera. Comenzó a quitarse los guantes y los zapatos. Después se soltó el pelo y me miro.

— ¿Cuándo has llegado?

—Aquí hace como minutos- dije- o menos.

— ¿Llevas más aquí?

—Creo que sí pero no sé cuánto exactamente

—Está bien. Esta es mi ropa- dijo señalando el armario donde me encontraba- y en el otro debería estar la tuya.

—Genial- hable sin quitarle la vista de encima.

—No entiendo porque has llegado tan tarde.

— ¿Tarde?- pregunté desconcertada.

—Si. Los entrenamientos han empezado hace tres semanas

—Mnmmm.

—Por cierto soy Tiana de Tatiana. Pero me llaman Tiana.

—To soy Re.... Shao

—Te acostumbrarás a no utilizar tu nombre real muy pronto- dijo con aparente aburrimiento y se levantó. Camino descalza había mí, cuando estuvo lo suficientemente cerca me miro de arriba abajo y sobre todo la cara. Después dio una vuelta a mí alrededor.

—Encantada - al final se puso delante de mí y me tendió la mano que estreche- tienes buen cuerpo pero necesitarás una forma física espléndida.

— ¿Para qué?- pregunté

—Haber niña. ¿De dónde vienes?

—De la ciudad.

— ¿Me estás diciendo que no sabes nada de lo que pasa aquí?

—Pues según parece no.

Ella enarcó una ceja.

—Sé que esto es algo relacionado con la seguridad del país. O eso me dijo Damian.

—Espera. ¿Conoces a Damian?

—Es quien me trajo aquí.

—Mnnnmn- se pasó la mano por la barbilla y seguidamente se dio la vuelta dirigiéndose hacia la cama.

—En primer lugar no le digas a nadie que conocer a Damian.

Cuando fui a preguntar acercándome a la cama siguió hablando.

—Es nuestro jefe y se supone que nadie tiene contacto con él. Si alguien se entera que tienes esa ventaja irán a por ti.

Ahora sí que no entendía nada.

Abrí la boca para hablar y ella me puso la mano delante para acallarme.

—Y en segundo lugar, esto no es nada relacionado con la seguridad del país.

La mire sin hablar.

—No del todo. Estás en el corazón de la OSEL 

— ¿Es lo mismo que dije no?

—Para nada- se acomodó más en la cama y sonrío.- No tiene nada que ver con la con esas películas de la tele que crees que son reales.

La mire expectante

—Te encuentras en el corazón del equipo más violento y sangriento del planeta.

—Pero no es lo que me dijo Damian.

—Claro que no lo dijo- se miró las unas un segundo- Esas cosas no se dicen el voz alta.

— ¿Pero porque es el más violento?

—Aquí venimos a entrenar, a formar parte de esta organización para proteger al mundo, si.- aseguro- Pero aquí venimos también para ser algo que poco se atreven convertirse.

— ¿En qué?

—En asesinos.

Me gustaría conocer vuestras opiniones sobre la novela.

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