Las notas de esa melodía siguen sonando, pero esa canción aleja a todo el que la escucha…
Hace mucho tiempo mi vecino conoció una chica en el día de los enamorados, no era costumbre verlo en la feria del pueblo, mucho menos acompañado, así que esa noche había sorprendido a todos en la celebración, a pesar de la aglomeración del lugar.
La chica era una persona encantadora, y él un chico introvertido que pasaba desapercibido la mayoría de ocasiones, eran como si dos universos diferentes crearan un mundo alternativo el día del amor y la amistad. Estuvieron juntos toda la noche en la feria del pueblo y para ellos fue como si hubieran pasado años, su amistad y su encuentro era como si el destino estuviera escrito, compartieron sus dos almas como nadie lo había hecho hasta entonces, todos esa noche se habían dado cuenta de ello.
Pero había un problema, ella no era citadina; solo había viajado hasta aquí por la temporada, y al despedirse juntos se hicieron una promesa.
Robaron un disco de acetato de la feria y juraron que lo escucharían el próximo año cuando se volvieran a encontrar en el día de “San Valentín”, él le dijo: “Si no regresas iré por ti donde quiera que te encuentres para que escuchemos este disco juntos, porque las promesas entre amigos son para siempre”.
Ella sonrió.
Todos los años a la misma hora, en el día de “San Valentín”, mi vecino coloca una y otra vez esa música en su vieja rockola, misma en la que años atrás disfrutaba junto a su mejor amiga para celebrar ese momento tan esperado. El día del amor y la amistad era una fecha muy importante para ellos, claro… Todo hasta que la chica murió. Desde ese momento no ha pasado un solo año que no coloque ese día esa música, para recordar a su amiga.
Pero eso más allá de conmover aterra a todos en la cuadra, tanto así; que desde ese trágico incidente, todos procuran pasar el 14 de febrero lejos de sus casas. Pero en mi caso soy de los pocos que decide no hacerlo, tengo que quedarme aquí sólo y escuchar la música desde que comienza hasta que termina. Así lo he hecho por mucho tiempo, y a veces; solo a veces, quisiera echar un vistazo en ese lugar pero el miedo me aterra y no consigo hacerlo. Esa curiosidad todavía invade mi mente, ese terror todavía me perturba, de cómo esa canción se sigue escuchando el día de "San Valentín", de cómo esa música sigue sonando tal cual como si allá nunca hubiera pasado nada. La verdad es que, hace cinco años que ella murió, y ese mismo día… él se suicidó.