Agridulce

“Monstruo”

Estoy enamorado…

Estoy enamorado de un monstruo horripilante, pero de todos los monstruos el más hermoso que he conocido en mi vida.

Su nombre es Lina, y está recluida en un hospital de por vida; al menos eso dicen, y cuando la vez por primera vez las razones sobran para creerlo. El rostro de Lina está desfigurado por completo, imagen que de por sí habla más que mil palabras, para los más sensibles ella es simplemente lo que he dicho, un monstruo. Y aunque indiscutiblemente su aspecto sea lo que más llame la atención de ella, no podemos ignorar el hecho de que también le faltan los dos brazos.

Muchos no pueden creer que Lina sea un ser humano, y no los juzgo; ella  tiene tantos equipos clínicos que la hacen ver más espeluznante de lo que debería ser, pero yo soy uno de los pocos que puede dar fe de que Lina es más humana de lo que parece, al menos más humana que yo.

Se preguntarán como pude enamorarme de una mujer tan desdichada, si en sus condiciones no hay futuro para ambos, lo único que ella y yo tenemos en común es que odiamos vernos al espejo, ella porque ve a un monstruo y yo porque veo algo peor que eso.

Todos tenemos un pasado terrible, pero la mayoría se cuestiona que habrá hecho esa mujer para merecerse una vida tan miserable, aunque muchos conocen su historia soy el único que la puede comprender, por eso me enamoré de ella.

Mi abuelo me enseñó que hay que ser valiente para arrojar una granada, pero ella me enseño que más valiente aun, es salir corriendo con ese artefacto en tus manos para proteger la vida de cinco niños.

Esa es la historia de Lina, la mujer siria que demostró ser más valiente que los soldados de toda una nación, para ellos fue duro admitir que no eran terroristas, eran 5 niños y una mujer dispuesta a dar su vida por ellos. Por eso me enamore de ella, porque su único sueño era encontrar un príncipe azul, porque los que la conocen decían que siempre sonreía, una mujer que por dentro era tan niña como los que salvó, le robaron las esperanzas de seguir siendo la hermosa chica sonriente que siempre fue, que solo esperaba en el amor, ahora es un monstruo que todo el mundo recuerda pero con el que nadie quiere estar.

Nadie puede comprender las cosas del amor, que a veces pueden ser tan oscuras y a veces no tienen ninguna explicación. Porque desde que tengo uso de razón me han enseñado a ser valiente, pero ahora me doy cuenta que no lo suficiente, porque no puedo decirle a Lina que yo, el hombre que arrojó la bomba se enamoró de ella.          

El falso concepto de amor a una nación, me hizo conocer el demonio más aterrador, y cargar con el peso de tener que verlo todos los días en el espejo.

Y pensar que la voz que dio la orden era alguien que admiraba, me sentí privilegiado de hacerlo, sin saber que estaba pactando con el mismo infierno.

Abandoné la misión de inmediato, me convertí en desertor.

¿Así que le fallé a mi nación?

Estoy marcado como el ser más inhumano de este mundo ¿Creen que me importa el patriotismo?

Los demonios de sus malditas decisiones me seguirán por el resto de mi vida.

Necesito pedirle perdón, necesito decirle que es la persona más valiente que he conocido, más valiente que nosotros los soldados que juramos proteger.

Te amo Lina.



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En el texto hay: romance, terror, relatos cortos

Editado: 30.09.2019

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