Capítulo tres

»Quería sanar, que desapareciera todo. Quería qué ellos me olvidaran y qué jamás me buscaran. Quería estar yo, y sólo yo.«

Sábado, ¿qué haría yo en un sábado? Era un día sin hacer nada como cualquier otro día de mi aburrida vida.

Pero ahora no era ese el caso.

Saldría con mi hermana y su 'adorable novio'. No me molestaba en lo absoluto. Tampoco pude preguntarle a Harry si el querría salir, se me había pasado por completo.

Según los planes de Emily, iríamos al cine, después... Después... No, no se, no le preste la debida atención.

–Pasaremos primero a comprar algo para André, ¿si?

–¿Tengo otra opción?

Lo qué me agradaba de salir con Emily, era que gracias a ella, no tendría que preocuparme por como regresar a casa, tenía su auto propio, pero no lo usaba mucho. De hecho, quería enseñarme para así poder comprarse otro. ¡GENIAL! Qué se note el sarcasmo.

–Me esperás, cuando te marque es por si no puedo decidir.

–Uhm –Prendí la radio y me recosté en el asiento.

Si tarda más de 10 minutos y no hay señal de ella, estoy segura de que me quedaré dormida.

Pero por desgracia, no pude.

Vibró mi celular notificando una llamada entrante.

–¿Qué pasá? –Era Emily, pero ya sabía que era lo que ella necesitaba. Salí con toda la energía del mundo para ahora entrar en el centro comercial, qué por suerte, no estaba lejos.

–Joder, donde se supone que está. –Dije en una voz audible sólo para mí, y para quién pasará al lado mío.

Intenté llamar. No respondió a la primera, y si no respondía a la tercera, prometo que me voy.

–An, ¿Dónde se supone qué estás?

–En donde más, estoy justo donde me dijiste que estarías. –Si salia con otra cosa de: 'Yo no te dije eso' o 'Vamos An, no digas cosas' estoy segura de que explicaría ahí mismo.

Y creo que se han dado cuenta de que mi paciencia, no dura mucho.

–Ya no estoy ahí, tardaste demasiado, tienes que regresar ya. –Me está jodiendo ¿verdad?

No respondí, regrese al mismo lugar de donde hace no más de 20 minutos estaba. Y por suerte ella ya me esperaba afuera.

–Cambio de planes, pasaremos a casa de Jos por unas cosas y no preguntes qué es por que no te diré.

–Da igual, no me interesa –Volví a encender la radio, pero esta vez subí todo el volumen.

–Oye An, lo lamento. –Dijo mientras bajaba el volumen de la radio.

–Okay, no es necesario pedirme perdón, sabes cómo soy. –Le dedique una sonrisa de boca cerrada.

Siempre era así, yo me enojaba por cosas tan insignificantes ¿quien era la causante de mis enojos? Emily. Pero casí nunca me pedía disculpas, si lo hacía era por que estaba muy nerviosa, era un día importante para ambas o simplemente por que en verdad se había pasado.

Y no era necesario analizar la situación, sabía que estaba nerviosa, y no la culpaba. Quiero decir, era su novio después de todo, podría pasar todo el día hablando de él ¿por qué? Una: casi no se ven. Dos: lo quiere demasiado diría yo. Y tres: era su primer cita oficial desde el día en que se hicieron novios. Aunque yo era la que sobraba en esta 'cita'.

Llegamos a casa de Jos, no sabía desde hace cuanto tiempo hablaban, pero tampoco me importaba.

Jos estaba afuera, con una caja forrada de color azul, con un moño color negro.

–Ven, baja conmigo. –Y sin decir más, bajó para después abrir mi puerta.

¿Okay? Esto no es para nada raro.

–Oye Emy, ¿pasa algo? Por que nunca haces esto. –Acomode la falda que traía mientras miraba rápido a mi hermana con cara de pánico– Ya entendí, te dijeron que tengo una enfermedad terminal y sólo tengo menos de un mes de vida para vivir, por eso es que tas haciendo todo esto.

Tome un poco de aire, por que todo lo solté de golpe.

–No seas tonta An, sólo entra a la casa, te espero adentro.

–¿Y como por que querría entrar? Mejor me quedo dentro del auto, no hay necesidad de llegar a extremos.

–Hola An.

–Hola Jos. –Lo saludé con un corto beso en la mejilla.

–Mira An, entra ¿quieres? –Y con su mano hizo un puño, amenazando en golpearme.

–Okay, tranquila niña. Jos, si puedo ¿verdad? –No entiendo a qué viene con todo esto, pero no me agrada, ella nunca se comporta así.

–Claro, no hay problema.

Sin más que decir, fui directo a la puerta. Al abrir, todo estaba oscuro, pero si podía ver cómo más o menos el lugar.

Iba a regresar para decirles que era mejor que esperara dentro del auto, pero justo cuando tome el pomo de la puerta, las cortinas se abrieron.

¡Que coño!

–¡Feliz cumpleaños An! –Todos hablaron juntos.

Y todos eran: Harry, Emma, Ethan y otros compañeros de clase de los cuales, no tengo una plática que dure más de 30 minutos.

Todos tenían gorros sobre las cabezas, había muchos globos color azul, y todos tenían sosteniendo un cartel que decía: Felíz cumpleaños An. Que creativos resultaron ser ¿no?

–Felicidades nena– Susurro Jos a mi lado derecho, tomando por sorpresa de la cintura.

Ni siquiera me percaté que ya estaba adentro mi hermana junto sonriendo de oreja a oreja.

¿Mi cumpleaños? Pero si yo cumplo hasta el 14 de septiembre.

Encendí mi celular para corrobora la fecha en la que estábamos, y en definitiva, hoy era 14 de septiembre.

¡Joder! ¿Cómo se me pudo hacer olvidado mi cumpleaños?

–Ten. –Jos me devolvió a la realidad, me dió la caja que llevaba desde que llegamos. –Recuerdo que mencionas te que el azul, era tu color favorito.

¿Enserio? ¿Cuándo le dije eso?

–Gracias chicos, no se que decir, no esperaba esto. En verdad, muchas gracias. –Oh pero que hipócrita An, tu odias tu cumpleaños, ¿no es así?

Empezamos con la  'fiestasorpresademicumpleaños'. Si, así había llamado este día. Y desde ahora, empezaría mi destrucción.

Recibí regalos por parte de Emma, Harry, Ethan, Emily y... Jos, me dió otro regalo más el de la caja.

Todo el día estuvo pendiente de lo que hacía yo, era como un chicle, iba a la cocina y me seguía, salia al jardín trasero de su casa, y él 'discretamente' me seguía.