Confianza implicaba demasiadas cosas, demasiados secretos. Podías confiar en tu familia o amigos, ¿pero hasta donde llegaba esa confianza? ¿donde llegaban los límites? ¿se podía contar todo a todas las personas con las que tú tuvieras esa conexión?

–¿Vamos por algo? –Hablo Jos detrás de mí mientras me tomaba de la cintura y su cabeza tocaba mi hombro, al mismo tiempo dando pequeños besos en mi oreja.
–Si, espera un momento –Me solté de sus brazos en movimiento un poco brusco mientras guardaba mis cosas.
Habían pasado tan sólo un para de días desde que 'descubrí' lo de él y mi hermana.
Quería contarle absolutamente todo a ella: como me sentía, lo que pensaba, quería repuestas. Nunca lo haría. Incluso hubo momento en el que estuve a punto de soltarlo todo.
–Oye Emy –Le dije mientras entraba a su habitación.
–¿Uhm? –Se recostó en su cama con su celular en la mano.
–¿Qué piensas tú con respecto a... –Me callé. No podía decirle lo que ví, no podía mencionar nada de eso. Piensa algo An, piensa algo pero ya –. Am, con respecto a... –Joder, no se me ocurría nada –. ¿Qué te estába diciendo? –Ay An, que idiota eres.
–¿Mande? –¡Genial! No me estaba escuchando.
–Nada, olvídalo, estaré en mi cuarto.
–¿Qué harás hoy en la tarde? –Caminó hacía el frente, poniendo ambas manos sobre mis hombros –. ¿Estas bien nena? Por qué te noto rara.
Oh vaya Jos, si supieras. No se ni qué pensar de ti o de ella, mejor quita tus manos o te aseguro que te golpearé.
–Estoy bien Jos, sólo estoy cansada, eh estado durmiendo hasta tarde por estar leyendo y viendo dramas, no te preocupes. ¿Nos vamos? –No dejé que protestará por qué yo ya me encontré en la salida.
Era cierto que por ahora solo quería a Jos lo más lejos de mi, pero eso no era posible, no podía cambiar mi actitud de un día para otro, sería demasiado raro. Debía de fingir hasta el final.
Llegamos a las áreas verdes de la escuela, en una banca en donde se encontraban varias árboles cerca, se encontraban los demás: Emma, Harry y Ethan.
Emma y Harry me dieron una mirada rápida, pero que ahora yo y ellos sabían lo que significaba: no debes de estar con el. Me reprocharon al mismo tiempo en que me sentaba junto a Ethan.
–An, quiero confesarte algo. –Me giro de los hombros Ethan para que lo encarara –. ¡Jos te ama en secreto! –Con su mano derecha cubrió su boca, tratando de crear confidencialidad, pero su palabras no demostraron lo mismo. Él, gritó y todos escucharon.
Segundos después, rieron fuerte y Ethan puso una cara de satisfacción por lo que el dijo. Pero yo no reí, sólo puse los ojos en blanco y decidí mirar la manzana que traía.
–¡Vamos An, no te pongas en modo: 'no me importa nada, jódanse todos'! Admite que fue divertido. –Al ver que no diría nada al respecto, tomó mi manzana y la mordió.
–¡Oye! –Dije en seguida girandome para darle una mirada de puro odio.
–¿Qué, ahora te vas a enojar? –Se recargo de la mesa y siguió comiendo.
–Jódete. –Me paré y me dirigí ahora hacia la biblioteca, necesitaba calmar mis emociones ahora. No era la mejor manera de comportarme así en estos momentos.
Si no quería que sospecharan nada, debía actuar normal. Pero joder, aveces eran odiosos.
–An. –Alguien me tomo de la mano, no voltee, sabía quién era.
–Dime. –Lo solté con todo el odio que ahora tenía acumulado.
–Perdón. –¿Había escuchado bien? ¿Por qué se disculpaba? No entendí nada. Giré sobre mis pies y traté de soltar mi mano, pero no lo conseguí.
–¿Por qué te disculpas? No entiendo a qué viene todo esto.
–Se que no estás bien, algo tienes, sólo dímelo, por favor An, ¿no me tienes confianza? –Confianza. Repetí la palabra en mi mente.
Si quería hablar de confianza el perdería. Aunque aún no sabía a fondo que era lo que se traían ambos, no podía evitar este sentimiento.
–Mira Jos, se que entre todos, tu y Harry son hasta ahora los más cercanos a mí, la conexión que tenemos es mucho más fuerte de lo que yo creía, pero no todo se cuenta, por muy importantes que seas para mí, no te lo puedo decir. –Y ahí vamos, era la primera vez que 'encaraba' a Jos.
Así lo veía yo. Yo sabía parte de lo que el creía que no, yo sabía lo que yo sentía y el no, yo sabía que si decía algo uno de ellos saldría mucho más herido que yo. Por eso mismo debía de callar.
–An... –No dijo nada, y estaba segura de que no sabía ni que era lo que él quería decir –. An yo...
Por un instante creí que me diría todo, pero eso solo pasaría en mi mente.
Me solté y seguí, debía de aclarar mis pensamientos, me estaba alterando por algo tan insignificante.
***
–¿Estas bien? –Iba con Harry, íbamos para mi casa, Emma nos alcanzaría en un rato.
–Si, estoy mejor que nunca. –Reí sin gracia alguna. Pero a pesar de que no llevaba demasiado tiempo aquí, Harry y yo parecía que nos conocíamos de hace mucho. Sabíamos muchas cosas.
–¡Mira! –En un movimiento rápido y ágil, Harry ya se encontraba dentro de una tienda de cosas que no alcance a distinguir.
Seguí caminando, él me alcanzaría.
Pero mi día no podía ir mejor. Me detuve de golpe y volví a mirar la pequeña tienda donde había entrado Harry pero no lo visualice.
Ambos iban de la mano, platicando plácidamente. De pronto se detuvieron en una esquina. Supuse que se despedirán por qué se abrazaron. Creí que presenciaria un beso de ellos. Que por fin confirmaría por completo mis teorías.
Pero no fue así, Harry llegó y me abrazo por el hombro para guiarme de nuevo por el camino a donde íbamos.
–Perdón por tardar, creí que te alcanzaría mucho más lejos, pero al parecer me esperaste, que buena amiga eres. –Me apretó la mejilla izquierda pero no protesté.