Prólogo
La escuela, la familia y el estrés por saber que les deparará en el futuro son las únicas cosas en las que ambos siempre han estado enfocados.
Ethan nunca se ha preocupado por temas de amor, tiene muchas cosas más importantes en las que centrarse, que en la palabrita a la que él considera, grita debilidad por cualquier ángulo que se le mire. Alguien enamorado es la cosa más débil e inservible, cosa que se puede evitar si se cierra el corazón.
Gabriela cree en el amor, sin embargo, no quiere tenerlo ni ahora ni en mucho, mucho tiempo porque piensa que las personas solo juegan con los sentimientos de los demás y es obvio que no quiere salir lastimada. Ella se visualiza así misma como la chica rica solterona, esa que jamás tendrá pareja debido al riesgo que eso conlleva.
Sin embargo, para lo que no están preparados es para lo siguiente que les pone la vida en el camino: Ellos mismos, el uno en el camino del otro.
Ella tendrá que enfrentarse a eso que tanto le asusta, eso de lo que siempre ha huido, no le quedara de otra si no quiere lastimarse peor.
Y él no sabrá qué otra cosa hacer para evitar ese amargo sentimiento, y deberá pelear con su corazón a muerte…