Agrio y Dulce Amor

Capítulo 22. Cambiar sin darse cuenta

No está de más bajar un poco la guardia

ante eso que nos acelera el corazón

Ethan

Debiste dejar tu moto con LJ.

Ignoré totalmente el reclamo y me enfoqué en el brillo del sol que nos prestaba cobijo. Su pequeño cuerpo recostado en la banca junto a mí me regaló tranquilidad.

Me permití contemplar el largor de sus pestañas, se movían con el aire tibio.

—¿Ethan?

Observé con detalle esos tres lunares que imaginaba acariciar con mis labios y esa hermosa boca color cereza.

—¿Sí?

Como parte de las disculpas quería traerla a un lugar que a ambos nos gustaba.

—¿Alguna vez has tenido novia?

Sin importarme mucho si me ganaba un golpe, me giré para recostar mi cabeza en sus piernas. Su cuerpo se tensó de inmediato. Juntó sus muslos y…

Oh, oh. Sí.

Que piernas más cómodas y calentitas, era una fortuna que llevara falda. Ahora no podría dormir cómodo en mi almohada. Nada sería más cómodo que tener la cabeza entre sus piernas.

Carraspeé con el miedo de que ella pudiera leer mentes. Eso había sonado raro.

—Responde —me dijo después de unos minutos.

—No —respondí tomando un rulo entre mis dedos—. ¿Y tú?

—No te voy a decir.

Bufé ante el gesto airado.

—Obviamente no lo has tenido.

—Sí lo he tenido.

Ni me molesté en abrir los ojos. Sabía que no era cierto.

—Eres un tonto, Ethan. —Su tono me pareció cariñoso—. Y raro.

Su rostro se contrajo y su voz se convirtió en un susurro.

—Un día me defiendes, el otro me ofendes. Eres amable y al mismo tiempo grosero.

Solté un largo suspiro. Debía creer que era un puto bipolar.

No sabía cómo manejar lo que ella me hacía sentir. Las sensaciones que ella producía en mí tenían una fuerza apabullante y abrumadora. Y no me sentía preparado para hablarlo con Dillon y pedir un consejo.

—Solo soy raro contigo.

Miró mis ojos por varios segundos y sonrió. Llevó su pequeña mano a mi cuello y lo estrujo un poco. La miré extraño y ella a mí al ver que no me inmuté.

—¿Qué haces?

—¿No eres cosquilloso? —Repitió el movimiento un tanto desilusionada.

Con un dedo pinché en su abdomen y se removió tomando mi mano entre las suyas.

—Veo que tú sí.

Una mezcla entre morado y rojo empezó a formarse en el cielo haciéndola lucir perfecta. La brisa movió sus lindos crespos, trayéndome su olor dulce.

—…me estoy empezando a acostumbrar a California…

No podía prestarle atención con una vista tan preciosa.

—…no creí que haría amigos, pero luego llegó Kiara, y Gael, y tú…

Mi teléfono vibró, seguramente un mensaje de Leo recordándome la práctica para la pelea, pero no me importó el regaño que me daría por llegar tarde. Prefería estar aquí.

—…siempre…

Tomé su nuca y la atraje hacia mí. Puso su mano encima de la mía.

Lo que tuviera que decir, podía esperar.

Analicé sus ojos inquietos y dejé un beso sobre mejilla. Mis labios quemaron por el tacto. Su piel era tan suave que me dejaba con miles de pensamientos de cómo sería la piel de su espalda, su pecho, su…

—E-el cielo está hermoso, ¿verdad? —masculló.

—¿Te preocupas por el color del cielo en este momento…?

La acerqué un poco más… pero… ¡El puto mundo estaba en mi contra!

¡Mierda! ¿Cuándo podría besarla, maldita sea? ¿Por qué toda la gente jode tanto?

—¡Mary! —exclamó Gabriela como un lamento.

La burbuja que creé con cuidado y detalle se estalló en mi nariz. Gabriela se levantó muy rápido y me puso a besar el suelo con el culo.

—No interrumpí nada, ¿verdad?

—No, nada, Mary.

La miré, incrédulo. Parecía un payaso feo, sonriendo de más, evidentemente nerviosa.

¿Cómo se pasaba de estar tan cómodo a tener un dolor en la espina dorsal?

Una sola respuesta: Gabriela.

Refunfuñé con molestia y me levanté de un tirón. Me sacudí las manos.

—Tus pedidos ya están listos.

Gabriela y yo compartimos miradas y nos dirigimos a la entrada de la cafetería.

Enfoqué mis ojos en su rostro y los estreché tanto como pude.

—¿Es para algún chico?

Ella estiró los billetes y Mary los recibió.

—No. Es para mis padres.

—Oh, ya veo. Pero tienes novio, ¿verdad? —le preguntó mientras me miraba.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.