Ahora

Capítulo VII

Cuando alguien vive sólo aprecias las cosas malas de ese alguien, en cambio con su muerte salen a relucir las buenas, como si la muerte concediera dotes de beatos, ya lo habían dicho la muerte te arranca los hombros y en su lugar deja alas de cuervos; porque nunca existió alguien tan malo como para no ser recordado.

Te aferras a él porque sabes que una vez que cruce la puerta que separan los mundos te estarás condenando al olvido, olvidarás el significado de la felicidad y anhelaras ser la persona que sonreía en las fotografías, el futuro es un espacio desconocido, el pasado un cementerio con demasiados muertos y el presente es un regalo al que temes dañar el envoltorio.

Demasiadas precauciones para no sentir el dolor, un paso lento para evitar encontrarte con las espinas y cerrando los ojos para evitar ver los horrores que se puedan presentar; cubres tu cuerpo para ocultarte de ti misma, intentas aparentar lo que no eres como si gritaras a los vientos que la naturaleza se ha equivocado y que estas pagando caro por sus errores.

Ahora estas escondida bajo las sabanas intentando que las piezas encajen y una vez más te estas equivocando “sólo estas intentando” y con cada intento te ahogas un poco más en tus lágrimas, ¿por qué no puedo disfrutar como los demás? Es la pregunta que te cuestionas todas las noches antes de dormir, evitas los espejos ya que no eres capaz de enfrentar los miedos que se acumulan en tus ojos, evitas enfrentarte a ti misma porque sabes que todas las mentiras que has inventado hasta ahora se desmoronarán, ¿piensas que eso va a salvarte? Nada puede salvarte de tu destino, podrás o podrán retrasarlo, pero nunca evitarlo, aunque no te mires en los espejos, te verás reflejada en las gotas de lluvias y entonces sabrás que sólo lo estabas intentado.

Hoy te encontré llorando y sentí un cuchillo apuñalando mi pecho, llevo la mitad de una vida soñándote y la otra buscándote, ahora que te encuentro estás sumida en esta tristeza y abandonada en estás ruinas, presa de ti misma, pero no importa ya que finalmente te encontré.

Te tomé entre mis brazos, te enjuagué esas lágrimas y te puse de pie, paso por paso lento pero cada vez pisando más fuerte, has visto tus demonios internos sobreviviste a la tormenta, te quedaste atrapada en un infierno y finalmente nos vemos la cara.

Poseo tu rostro y tu figura, pero no tu nombre, estamos hechas del mismo material, y sin embargo huiste de mi casi toda la vida, mientras yo he pasado la mía soñando contigo, viniste hasta aquí para destruirme, en cambio yo me he enamorado de ti.

Esos detalles a los que llamas imperfecciones son los que te hacen especial, la esencia de tu alma es inolvidable, aunque ya te hayas ido tu presencia sigue latente, eres la pieza redonda que no encaja en los espacios cuadrados, no encajas en el mundo porque el éste te pertenece, has llorado por mí, por ti, y hasta sólo has visto lo que creíste perder cuando en realidad ganaste, ganaste la batalla más importante de todo ser humano, la batalla contra uno mismo y me conquistaste con un abrazo.

Estamos en el umbral de la puerta y muy lejos del olvido, recordaremos nuestros errores como lecciones aprendidas y a partir de ahora seremos aliadas, caminaremos lado a lado, esteré a tu lado para apoyarte en las buenas y levantarte en las malas, ya te dije que somos lo mismo. Me has abrazado y tu calor me trajo a la vida, soy tu miedo más no tu enemiga



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En el texto hay: fantasia, muerte, suspenso

Editado: 27.05.2019

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