Estaba sentada con los de último año. ¡Último año! Nunca había tenido la oportunidad de sentarme con ellos. Dayana me presentó a sus amigos: Dan, Ellie, Adam y Fred. Por lo que vi, no les molestó que me sentara con ellos, y mucho menos que participara de la conversación. En realidad, me preguntaban cosas sobre mí y yo hacía lo mismo con ellos, cosa que me hizo sentir bastante cómoda.
—Mañana voy a ver la carrera de motos en el terreno cerca del centro comercial nuevo —comentó Dan entusiasmado—. Deberíamos ir todos, yo invito la comida.
Todos cantaron en coro un rotundo ''sí'' —literalmente, fue casi un coro—, y Dayana me miró, haciendo que un mechón de pelo le tapara parte de la cara.
—¿Qué tal si vas con nosotros?
—¿Yo?, ¿con ustedes? —pregunté sorprendida—. No lo sé, tal vez mis padres no me dejen... —en ese momento me cruzaron por la mente muchas imágenes, todas mías. Me veía con los chicos mayores, divirtiéndome, siendo la Agnes que quería ser—. Aunque puedo convencerlos.
Ellos sonrieron y Dayana golpeteó mi hombro de forma amistosa.
—Te vas a divertir como nunca, Agnes —se quedó pensando un momento, antes de soltar una risa—. Lo siento, cada vez que digo tu nombre me acuerdo de mi bisabuela. Sin ofender, tienes nombre de anciana.
—En verdad nunca me ha gustado—dije con toda la sinceridad que una chica de mi edad podría tener. Detestaba mi nombre, me parecía un castigo de por vida.
—Entonces dinos cómo te gustaría que te dijéramos, enana —sugirió Ellie de manera algo irónica, pues ella era de mi estatura, tal vez un poco más baja.
—¿Ags? —Opinó Fred—. No sé, fue lo primero que se me ocurrió.
—Ags suena a que acabas de ver algo asqueroso —le dijo Adam, el más callado de todos—. Aunque, considerando que tu nombre suena a Acné, no está tan mal —bromeó, mirándome.
—Muy gracioso —le dijo Ellie, forzando una risa.
—Mis amigos me dicen... Ally —inventé en ese momento, tanto el apodo, como que tuviese amigos que me dijeran así.
—Haberlo dicho antes —exclamo Dayana—. De ahora en adelante, Agnes nunca existió, siempre fue Ally —ese comentario, aunque era una obvia broma sin segundas intenciones a mi nombre y nada más, fue casi un presagio de lo que vendría.
Ally... Cuantos problemas me trajo ese nombre.
Ally era una chica rebelde, divertida, a la que nada le importaba y que seguiría a sus''amigos'' a donde fueran. Yo aparentaba ser así, y logré convencer a muchos,excepto a mi padre, a Víctor y a mí misma.