Capítulo 2: " es por eso que estas aquí"

Maite estaba por responder, pero una voz masculina la interrumpe:


_Déjenme sólo con la señorita por favor_ dijo un joven apuesto entrando a la habitación; era alto, sus ojos eran verdes, su cabello castaño oscuro; tenía los hombros anchos, al igual que sus brazos.


"Apuesto a que hace ejercicio todos los días" pensó.


Después de que Venecia escaneo el cuerpo del joven apuesto, su mirada subió hacia sus ojos. Y fue hay cuando sus miradas se conectaron, se miraron por pocos segundos, que para ellos fueron eternos. 


" Ya detente, deja de mirarlo, pareces estupida" _reprocho su conciencia 


Al escuchar el reproche, sacudió su cabeza disimuladamente. Pero él no dejo de mirarla.


_Con permiso _ dijeron las cuatro muchachas. La respiración de Venecia se aceleró cuando vio cerrarse la puerta. Volvió su mirada a la del hombre, ninguno dijo nada, solo se miraron.


"Ya deja de mirarla estúpido, por poco no se te cae la baba"_ reprocho esta vez la conciencia del hombre.


_Mi nombre es Christian, soy el "jefe" _ dijo aún sin dejar de mirarla.


_¿El jefe?_ dijo para luego soltar una carcajada.


_¿Qué es lo gracioso?_ pregunto Christian confundido.


_Que... eres demasiado joven, prácticamente un niño, el jefe debe de ser un viejo arrugado, pervertido y ¡cochino!_ él la miro confundido.


_Primero_ se acercó a ella a paso lento_ el "jefe" no es ningún viejo pervertido, todo lo contrario, es un joven, apuesto y sexy _Venecia iba a  hablar pero fue interrumpida_ ¡Segundo!_ alzó un poco la voz_ aquí la niña eres tú._ llegó hasta ella_ Ahora cambiate_ dijo señalando el placar detrás de ella_ luego vendrán por ti.


Se alejó de ella y se dirigió a la puerta, cuando estaba dispuesto a salir, se dio media vuelta al no escuchar el placar abrirse. La miro confundido y dijo:


_¿Qué parte de "cambiate" no entendiste?_ preguntó cruzando sus brazos sobre su pecho.


_Ninguna_ respondió de manera obvia.


_¿Eres tonta o qué?_dijo dando dos pasos al frente.


_Cuando me secuestran _enumera con sus dedos_ no me dicen por qué o qué es lo que quieren y se supone que tengo un "jefe"_ hace comillas con sus dedos en la última palabra _de no sé qué cosa _ sonríe sarcástica _¡Yo creo que el TONTO eres tú! _lo señala.


Venecia camina a toda velocidad para golpearlo. Le da fuentes golpes en el pecho, pero parece que no le afecta.


_¡Eres un maldito estúpido! ¡devuélveme a mi casa! ¡no quiero estar aquí!_ Christian agarra sus muñecas con fuerza, pero sin lastimarla, para que deje de golpearlo.


_¡No!_ grita ya cansado del comportamiento de la joven, que trata de liberarse de su agarre.


_¡¿Por qué?!

_¡Porque ahora me perteneces!


_¡Yo no le pertenezco a nadie!_ grita aún prisionera de las manos de Christian.


_¡Si ! ¡y me perteneces a mi! 


_¡¿Por qué?!_logra liberarse del agarre_ ¡Explícame! 


_Primero calmate ¿Si?_ Venecia asiente con un movimiento de cabeza.


Christian le hace una seña para que tome asiento en una de las sillas que están al rededor de una mesa.


"Debi suponer que me llevaría la contra" piensa al ver que Venecia toma asiento en su cama, Christian repite la acción en la cama de enfrente que le pertenece a Valentina.


_¿Por qué dices que te pertenezco?_ pregunta más relajada.


_Tu madrina tenía una deuda millonaria, si bien tiene una muy buena posición económica, la deuda era muy grande_ dice poniendo sus codos en sus rodillas_ no podría pagarla aunque  vendiera la empresa. Pague su deuda, y a la vez te compré. 


Los ojos de la joven se llenaban de lágrima por cada palabra que decía Christian, no podía creerlo, cómo como fue capaz de hacerle eso.


¡¿CÓMO FUE CAPAZ DE VENDERLA?!


_Eso no es cierto_ dice en un susurro casi inaudible_ ella no haría eso.


_Pero lo hizo y quieras o no Ahora Me Perteneces_ dice en un tono frío y seco.


Las palabras de Christian no paraban de retumbar en su cabeza.


                      ...Ahora Me Perteneces...

                      ...  Ahora Me Perteneces...

                       ... Ahora Me Perteneces...


_Creo que sí_baja la mirada perdiéndose en la nada.


_Ahora cambiate y después vendrán las chicas a buscarte para la hora del almuerzo._se pone de pie y ella imita su acción_ En ese placar tienes parte de tu ropa, si quieres te puedes bañar, tienes lo que necesitas en el baño. En dos horas vienen a buscarte y espero que estés lista ¿Está bien?


_Si_ dice aún con la mirada perdida. Cuando ve que Christian se dirige a la salida lo detiene_ Christian_ el voltea y la mira a los ojos.


_"Señor Clark", nadie me llama Christian y mucho menos los nuevos, solo mis amigos_ dice frío.


_Lo siento señor Clark_ muerde su labio inferior. Christian se tensa_ Gracias_ él la mira confundido_ por comprarme, probablemente  mi madrina me hubiese vendido al primer viejo pervertido que se le cruzará por al lado_ Christian sonríe de lado.


_No me lo agradezcas, todo en la vida tiene un precio_ dicho eso sale de la cabaña. 


Venecia corre al baño y se arrodilla junto al escusado y vomita, vomita y vomita. 


Se levanta después de presionar la bomba de agua, pone sus manos en cada lado del lavabo, mira su reflejo en el espejo, luego mira a su alrededor observando el baño. Era lindo y grande. 


Tenia un amplio espejo, al igual que el lavabo, las paredes eran de color crema, al igual que las cortinas, pudo notar que habia un mueble mediano de cinco puertas, cada una con nombre, supuso que una de esas puertas era la suya. Se dirigió a al mueble y comenzó a buscar el su nombre, hasta que lo encontró,  tomó un jabón, junto a una esponja y una bata de baño.


Se desnudo y se metió a la ducha. Estuvo más de media hora, así que pensó que ya era hora de salir.


Tomó su bata y salio. Se puso frente al espejo para desenredar su cabello pelirrojo, suspiro y derramó una lágrima. No aguanto más, lo tenia que largar, senria un nudo amargo en la garganta que no la dejaba respirar. Lloró, lloró y lloró, lloró como nunca lo había hecho desde que murió su madre.


Lloró hasta que su cara estaba roja al igual que sus ojos y nariz. Se lavo la cara y salio para cambiarse.


Se puso unos jeans negros, una remera roja holgada junto con unos tenis blancos. Dejo su cabello suelto para que se secará. 


Las chicas llegaron unos minutos antes  para recorrer el lugar.  



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