Ahora Me Perteneces

Capítulo 5:" Reglas"

Venecia 




_¿Señor Clark?_ pregunta Christian levantando la vista de su computadora para dirigirse a mi.


Hombres quien los entiende.


_¿No es así como me pidió que lo llamara?


_Tienes razón, siéntate _ tomo asiento en el lugar frente a él.


Claro, siempre la tengo.


_¿Por qué no te trajo Edward?


_Sabía el camino_ me mira confundido _ las chicas me dieron un recorrido por el lugar _ él asiente.


_¿También te dijeron las reglas?_ niego. Él me mira con una media sonrisa.


¡Oh! No hagas eso.


_Entonces te las enseñaré yo_ me dice en un tono divertido.


Doble sentido estúpida.
 


¡Oh! Entiendo.


Al ver que no respondo continúa.


_¿Tienes algún problema que te las enseñe yo? _ su sonrisa se ensancha.


¿Acaso le parece divertido?


A veces eres demasiado estúpida.


La estúpida eres tú.


¿No te das cuenta que trata de ponerte nerviosa?


Y lo está logrando.


Uf, esta jugando contigo, haz lo mismo.


Buen punto.


_No, ¿Por qué tendría que molestarme ?_ pregunto de manera inocente, cruzando mis piernas una arriba de la otra.
 

Oh, cariño este juego lo podemos jugar los dos.


_ No lo sé, ustedes las mujeres son tan extrañas_ dice ahogando una risa.


¿Nos está insultando? 


Yo creo que nos está insultando.


¡Nos Está insultando!


_¿Perdón?_ digo subiendo mis cejas con asombro_ Yo creo que ustedes los hombres son más, no, mucho más complicados que nosotras.


_No lo creo_ su mirada se torna más oscura.


_Pues yo si_ sostengo la mirada. No pienso dejarme intimidar por este engreído.


Pasaron unos cuantos segundos, que para mi mi fue una eternidad. No se porque, pero, siento la necesidad de desafiarlo constantemente, bueno siempre fui así,  me encanta sacar a las personas de sus casillas, pero algo me dice que  él  no va a reaccionar igual que los demás. 


_Creo que debo irme_ rompo el silencio.


_No, no te vas a ir_ lo miro confundida. Pero que se cree el  desquiciado este _ Te dije que te iba a enseñar las reglas, así que _ hace un además con su mano_ te las enseñaré. 


Mantener la calma Venecia, solo es eso, mantener la calma.


La verdad que si él me las enseña, eso implicaría estar más tiempo con él, no es que me moleste, pero temo terminar sacándolo de las casillas y termine matandome.


Exagerada.


_Está bien_ digo poniéndome de pie, él imita mi acción.


_Acompañame _ ordena 


Pasa por mi lado dirigiéndose a la puerta y la abre.


_Vamos _ dice señalando la puerta. Él se queda a un costado esperando no se que cosa.


Y pues vamos que ¿esta esperando?


Yo creo que quiere que pases tú primero. No lo sé piénsalo. Dice mi subconsciente con sarcasmo.


Oh, claro es que no estoy acostumbrada a tanta atención por parte del género masculino.


Me dirijo a la puerta y paso por al lado de él. Luego nos dirigimos a no se dónde. Bajamos al piso uno por el ascensor, al salir...


Casi me muero.


Literal.


Siento su mano en mi espalda baja, mi cuerpo se tensa ante su tacto. 


Mierda, Mierda, Mierda.


_Por aca_ dice tan cerca que mi piel se eriza.


Abre una puerta de color crema, y me empuja ligeramente para pasar. Al entrar él retira su mano de mi cuerpo para cerrar la puerta, por alguna extraña razón me enoja que la saque.


Pero qué decis estúpida.


Miro alrededor y me doy cuenta de que es una de esas salas de reuniones que me había dicho una de las chicas. Las paredes son de color marrón castaña, tiene un gran ventanal detrás de una mesa algo larga con una diez silla aproximadamente, de color blanco. Tiene unos cuatro estantes en cada esquina de la habitación. 


Christian se acerca a uno de ellos y toma una carpeta de color amarillo pastel y se dirige una de las sillas.


Lleva una camisa negra doblada hasta los codos y un pantalón azul ajustado, que debo confesar que se ve demasiado sexy. Su cabello algo desordenado y unas zapatillas blancas.


_ ¿Te vas a quedar parada o piensas sentarte?_ pregunta divertido con una sonrisa.


Oh, mierda, creo que se dio cuenta de que lo estaba mirando.


_ ¿Siempre eres asi?_ me senté junto a él.


_ ¿Así? _ me pregunta confundido.


_ Asi; misterioso, pero no tanto, bueno, del poco tiempo que llevo conociendote creo eres del tipo de persona que finge ser frío, calculador, serio, centrado, que tiene todo planeado y tiene sus propias reglas y limites. En pocas palabras ABURRIDO._ dije sin una pista de diversión, a lo que lo llevó a darse cuenta de que no era una broma.


_Así que piensas que soy "aburrido" _ me miró directamente a los ojos _ bueno en mi defensa tu eres demasiado..._ finge estar buscando la palabra_¿Simpática? Si eso... Y también metiche_ dice igual de serio que yo. 


Vete a la mierda. Pensé pero no lo dije.


_ ¿Y desde cuando ser "simpática" es algo malo? A sí, cierto que para el hombre aburrido todo_ estiro la "o"_ lo relacionado con la diversión es malo_ finalice cruzando mis brazos sobre mi pecho.


_ Yo no dije que ser simpática es algo malo, es más_ se acercó a mi usando sus brazos como soporte, así quedando a unos centímetros de mi rostro. Mi corazón latía a mil por segundo ¿es normal? Yo creo que si, es mas estoy muy tranquila, bueno eso es lo que trato de aparentar _ me encanta las personas simpáticas _ ¡oh mierda!_ me atraen mucho_ se acercó más _ me vuelven completamente loco_ creo que me voy a desmayar. Se alejo de repente dejándome con la respiración agitada, y volvió a su postura recta y serio_ lástima que son muy irritantes.


¿Pero qué se cree?


Abrió la carpeta y comenzó a leerla en voz baja, luego se levantó, tomó una lapicera negra de un mueble pequeño y volvió a sentarse. Veo que tacho una algunas palabras y escribió otras arriba, modificandolas. Cierra la carpeta y me la extiende.


_Estas son las reglas _  la recibí. La abro y comienzo a leerla  _ si nos las cumples habrá consecuencias... _  lo interrumpi.


_Si, si, ya lo sé, lavar los platos con no sé quien, limpiar, etcétera, entendido_ dije sin sacar mis ojos de los papeles.


Hasta que...


_ Te equivocas, esas quizás son los castigos de los otros_ levante mi mirada y lo mire asombrada, en su rostro había una sonrisa y ¡oh!  Por dios, sonreír así debería ser totalmente ilegal.


_¿Para los otros?_ aún mantengo la carpeta sobre mis manos.


El se levanta y camina hacia los estantes cerca de la puerta.


_Si_ respondió dándome la espalda mientras buscaba no sé que cosa.


_¿Por qué?_ me levante y camine en su dirección. Me molestaba que me tratase como idiota como si no supiera nada. Pero voy a demostrarle que se equivoca, y mucho.


_ Porque si_ les digo algo ¡Odio las personas que responden de esa manera! Llegue hasta él y me puse detrás.


_Esa no es una respuesta _ él se da vuelta haciendo que nuestro cuerpos choquen, en un acto de reflejo puso su mano en mi cintura. Nuestras respiraciones se conviertan en una sola.


_ ¿Quieres una respuesta? _ pregunta en un susurro. Con mis manos en su pecho asiento_ Te voy a dar los castigos que a mi se me den la gana porque eres mia, me perteneces_ no les voy a mentir me dolió lo que me dijo, pero era la verdad, lo que él quiere que haga yo tenía que ir como un perro obediente y hacerlo. Quiera o no era asi: le pertenecía.


Después de unos segundos analizando sus palabras, me di cuenta del doble sentido o eso creía, con probar no perdía nada.


Yo también sé jugar ese juego.


_¿Y que castigo me darías si yo decido irme sin recibir tu autorización? _ dije refiriéndome a unas de las reglas que llegué a leer ,lo miro desafiante. Su agarre en mi cintura se vuelve más fuerte acercándome más a él y su pelvis choque con mi estomago.


Se acercó a mi oído y dijo:


_ Te haría el amor hasta que no puedas caminar en una semana _ ¡yyy fue en ese momento cuando mi corazón dejo de funcionar! 


Mis piernas se volvieron un par gelatinas, mi voz se perdió, mi corazón dejó de hacer su trabajo, corrientes eléctricas recorrían todo mi cuerpo, mi boca se secó... 


Hasta que alguien nos interrumpió...


Nos separamos al sentir un par de toques en la puerta, escuché a Christian maldecir por lo bajo. 


_ ¡Pase!_ dijo sin quitarme los ojos de encima. 


Por la puerta entró Ethan con una sonrisa de oreja a oreja. Al vernos su sonrisa divertida cambio a una sonrisa pícara.


_¿Interrumpo? 


_ ¿Qué es lo que quieres? _ preguntó Christian pasándose una mano por el cabello. 


_Necesitaba hablar contigo,  pero si estas ocupado puedo venir de..._ lo interrumpi.


_No, no yo ya me iba, sólo busco la carpeta y me retiro _ camine hasta la mesa de juntas en donde estábamos con Christian, la puse entre mis manos y me dirijo a la salida. 


_Nos vemos luego Venecia_ dijo Ethan, yo solo le sonreí y lo vi dirigirse a la mesa de juntas.


Iba saliendo cuando una mano me detuvo.


_ No te di la autorización para que salieras _ susurro en mi oido_ voy a tener que castigarte.


_ Aun no he salido_ lo desafío _  Si usted me autoriza señor Clark ¿me puedo retirar?_ hable lo suficientemente alto para que Ethan escuchara,  a lo que él solo se giro.


Christian no tuvo más remedio que asentir y dejarme ir. Salí con una sonrisa victoriosa. 


Creo que si lo sigo desafiando me matará. Pero no puedo parar, es como algo adictivo...


♡♡♡♡


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