Ahora o Nunca

–———[Ahora o Nunca]———–

-Necesito el informe de las ventas de este mes, te espero en mí oficina en cinco minutos.

Una joven de cabello castaño claro un poco rizado, caminaba pacientemente por el pasillo de uno de los tantos pisos de un gran edificio, luego de unos segundos, se detuvo frente a una puerta doble de vidrio templado con una enorme placa dorada en la parte superior que ponía en letras mayúsculas "CEO", la cual ella miró orgullosa.

Estando ya dentro, no pudo evitar acercarse al enorme escritorio, en el cual, no solo estaba una macbook y algunos documentos, sino también una placa pequeña transparente con su nombre en letras plateadas.

Unos minutos más tarde, un señor de unos treinta años entró con una carpeta azul en sus manos.

-Aquí está el informe que me pidió hace un momento, Sra  Haemlin.- su voz pasó a ser un poco más lenta al momento de pronunciar el apellido de la chica, mientras miraba la placa de donde lo había leído.

-Gracias.- dijo ella en tono seco.

-¿Quisiera preguntar cuando volverá el señor?

-Ah si, no va a regresar.

-¿Disculpe?

-No se alarme, es solo que ya no puede movilizarse de un lado a otro tan fácil como antes, no es nada grave se lo aseguro. No hay de que  preocuparse. Es solo la vejez.

-¿Y va usted a encargarse... de la empresa?

-¿Hay algo malo en eso?- sus ojos se cerraron un poco para mirar con detenimiento los gestos del hombre.

-No, por el contrario, felicitaciones, ha sido usted siempre la mejor opción para el futuro de la compañía.- su rostro se iluminó con una amplia sonrisa.- Espero que el señor no se olvide de la empresa ni de sus empleados, ¿Podría decirle de mi parte si puedo ir a visitarlo?

-Claro, yo le digo que... emmm...

-Nolan Richardson, jefe de ventas.

-Está bien, yo le digo. Ya puede retirarse.

El hombre salió y ella tomó la carpeta que él había puesto sobre el escritorio. Miró las hojas por cerca de diez minutos, luego miró su reloj y se puso a trabajar en la computadora.

Despues de dos horas decidió salir a tomar aire y estirar las piernas.

-Sra,- Nolan se acercó con paso apurado, su voz se notaba algo eufórica pero un tanto silenciosa.- varios empleados hemos estado organizando una reunión de bienvenida para usted, fiesta privada mejor dicho.

-Se los agradezco mucho pero no creo que sea pertinente.

-Es solo un detalle para usted; queremos preguntarle sobre algún postre favorito.- su sonrisa deslumbraba de manera fascinante.

-Iba de salida,-dijo y lo miró fijamente- podemos ir a algun sitio y hablamos mejor.

-Estaría perfecto.

Luego de un par de minutos caminando, encontraron una cafetería de una decoración estilo rupestre y decidieron entrar allí.

El día estaba oscuro pero no hacía frío, por lo tanto se sentaron en las sillas de afuera.

-Entonces... ¿si te gusta la idea de una fiesta? -Nolan se sentía intimidado por la imponencia de la chica que lo miraba como esperando que confesara algún crimen.

-Me parece bien, siempre y cuando no me aburra.

-Yo mismo me encargaré de que eso no suceda.

-Otra cosa, -dijo ella levantando el dedo indice- quiero una fiesta nocturna.

-¿En la noche? Ya habíamos planeado la tarde del sábado allá mismo en alguno de los auditorios.

-No, pásela para la noche, y que sea en alguna de sus casas, yo aún vivo con mi abuelo y no puedo hacer ruido. -su cara demostraba firmeza, así se aseguraba de que Nolan hiciera lo que le pedía, aunque que no fuera de trabajo.

-Pero...

-Y me vas a llevar tu, iremos en mi auto.

Él la miraba atónito, con cara de sorpresa. Por otra parte no se podía negar, primero por ser su nueva jefa y se hacía como ella quisiera, pues era su fiesta después de todo. Segundo, era hermosa; él había trabajado varios años allí, su abuelo la había llevado de vez a la empresa en cuando desde que alcanzó la mayoría de edad, por lo tanto pudo verla e incluso hablarle en otras ocasiones, pasó lo inevitable, él se enamoró. El anciano no tenía más nietos y ella sería la encargada de todo, sin importar quien se opusiera.

Después de que una mesera por fin los atendiera, se quedaron casi tres cuartos de hora hablando de otros temas y acordaron que él planearía todo y que probablemente la fiesta se diera en su apartamento.



#31999 en Otros
#10258 en Relatos cortos

En el texto hay: pareja, amor, celos y amistad

Editado: 05.08.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.