Ahora que la guerra ya acabó

Capítulo 9: Clase... ¿Qué?

Yo estaba bastante preocupado por lo que estaba sucediendo afuera y Adal parecía estar muy tranquilo, era un poco predecible pues en la base no tienen contacto con la lluvia, ni siquiera los agricultores o ganaderos… Huimos a una especie de cueva que por mera suerte logramos encontrar antes de que las nubes nos alcanzaran y comenzara a llover, y al entrar comenzaron las preguntas.
- ¿Por qué huimos? Es solo lluvia… - dijo Adal caminando hacia el exterior.
- ¡No salgas! – Grite fuertemente. – Si no quieres morir lenta y muy dolorosamente NO salgas…
- Pero es solo lluvia… - Repitió Adal con un tono muy confundido y sin dejar de mirarme a mí y afuera de la cueva. – Mira… ahí vienen los leemen y están completamente bien, no entiendo cuál es tu miedo.
- ¡No los toques! – Grite fuertemente una vez más y me interpuse en su camino para impedirle que siguiera avanzando. – Te estoy diciendo que si sales mueres, ¡Maldita sea! Ellos no son humanos nosotros sí, ellos evolucionaron para adaptarse nosotros no pudimos hacerlo al 100%, esta lluvia tan inocente que defiendes es acido para nosotros, los únicos que pueden estar en ella son los de Avanzada, ya que su armadura está hecha para ello…
- ¿Y por qué nosotros no tenemos armadura? – Una pregunta previsible la verdad…
- Pasa lo mismo con las pastillas anti-radiación Adal, cada trabajo tiene sus ventajas y sus desventajas puesto que se crean específicamente para ellos y cuesta mucho si se intenta generalizar a todos, es cierto que solo somos dos en Reconocimiento y teóricamente seria “viable” que se haga para nosotros, pero no funciona así la administración, los recursos destinados están fijos y no hay desviaciones. Reconocimiento tiene pastillas y equipo especifico, Avanzada tiene armaduras y armas poderosas, Soldados tienen acceso a información clasificada dentro de la base. Cada uno tiene lo que necesita y no más, puesto que sería un gasto parcialmente innecesario… Por lo pronto debemos esperar a que la lluvia cese y cuando eso pase continuaremos con nuestro trabajo y repito, no se te ocurra tocar al Leemen
- Una duda más… - Dijo Adal. – ¿Cómo es posible que podamos tocar el agua de los lagos si me estás diciendo que todo es nocivo para nosotros?
- Lo sabrás cuando la lluvia se detenga, por lo pronto descansa y deja de preguntar.
La lluvia no parecía querer detenerse… Las nubes se veían realmente oscuras y eso se veía que duraría todavía muchas horas más, le dije a Adal que exploraría el interior de la cueva y me dijo que moriría de aburrimiento por lo que mejor iba conmigo. Comenzamos a avanzar, se empezaron a escuchar ruidos extraños y le dije que permaneciera alerta, dimos un par de pasos más y del interior salió volando una colonia de clase B tipo uno, si les pusiéramos imagen estos serían similares a los que antes llamaban murciélagos, afortunadamente al ser clase B no figuraban un peligro mayor, tanto Adal como yo nos abrimos paso sin sufrir un solo rasguño gracias a nuestros cuchillos, al estar más al fondo de la cueva vimos que esta se dividía en varios caminos, 7 para ser exactos y todos salían de una especie de cámara central que es como si se viera el gran salón de un castillo gigante, completamente en circular con los caminos yendo hacia cada uno de los extremos, le dije a Adal que marcara el camino por donde habíamos salido nosotros para poder regresar fácilmente, el talló la pared alrededor de la entrada logrando que se viera muy diferente a las demás.
- ¿Deberíamos ir cada uno por un camino? – Pregunto él mirando que era muchos.
- Recuerda lo que te dije antes hermano. Debemos mantenernos juntos no importa que suceda…
Adal asintió con la cabeza y señalo al camino al otro extremo para que fuéramos por allí, le dije que sí y caminamos hacia allá; para ser una cueva estaba curiosamente muy iluminada mas no necesariamente por sol, en el suelo había muchos cristales que reflejaban la luz, la cual no sé de donde provenía, probablemente de la entrada por donde llegamos pero no creo… Después de todo ahí estaba completamente nublado y aun así los cristales cercanos se veían bastante incandescentes. Al pasar por el centro de esa especie de gran salón hacia la parte de arriba había algo extraño que parecía moverse de una forma muy lenta, me detuve en seco e hice señales a Adal para que mirara, él volteo rápidamente y dijo sin medir su voz
- ¿Qué será eso?
- ¡Cállate baboso! – Le dije acercándome a él y tapando su boca con mi mano.
Adal se quitó mi mano se su boca e hizo ademanes con sus brazos diciéndome que ya había entendido.
- Parece que se mueve, por lo que podemos decir que esta evidentemente vivo y si está vivo, eso solo quiere decir que es una criatura… - Dijo Adal muy calmado
- No parece algo que haya visto antes. – Respondí caminando intentando no hacer un solo ruido fuerte. – Por el tamaño parece ser un tipo 3, aunque está muy alto y no se alcanza a distinguir bien su tamaño real.
- Quizás debamos continuar avanzando… - Respondió Adal alejándose un poco de la criatura.
El tenia razón y si esa cosa estaba dormida, pues creo que es mejor dejarla así, saque mi mapa para actualizarlo pero no daba imagen, se me hizo muy extraño y empecé a configurarlo: “Espera un poco” le dije a Adal con señales puesto que ya estaba algo lejos, él se detuvo y se quedó mirando a la cosa sobre nosotros intentando encontrarle forma, cuando termine de configurar el mapa le agregué el símbolo que expresaba una bestia desconocida y continuamos avanzando sin quitarle el ojo de encima a esa cosa.
- Adal, espera tenemos que volver.
- ¿Volver? – Dijo él demostrando inconformidad.
- Necesitaremos más equipo si queremos continuar investigando, es muy probable que allí haya acantilados o lugares a donde no podremos acceder si no tenemos la soga, mejor regresemos por ello para poder explorar sin problemas toda la zona.
Adal aunque parecía muy inconforme entendió la situación y comenzó a caminar hacia la entrada por la que habíamos llegado, logramos pasar ese “Gran salón” sin que esa cosa nos detectara pero los problemas no eran esos… al estar cerca de llegar vimos a un clase D tipo 2 que caminaba hacia nuestro campamento temporal… Una cosa era segura y es que aunque fuera una clase D, se nos complicaría derrotarle puesto que si hacemos sonidos de más, aquella cosa que estaba más al fondo de la cueva podría despertarse.
Teníamos el ataque sorpresa de nuestro lado, esa cosa por la lluvia tan fuerte que se escuchaba afuera no nos podía escuchar entonces el plan era simple, caerle encima y matarle de un solo corte; pero las cosas no podían ser así de simples, mientras avanzábamos hacia delante para atacarlo ese monstruo volteo hacia atrás con mucha tranquilidad, era como si siempre hubiera sabido que ahí estábamos, al vernos comenzó a pisar el suelo con mucha fuerza haciendo bastante ruido y por el eco no dudo que ese pisoteo llegara hasta donde estaba aquella cosa desconocida más al interior, le hice una señal a Adal y el asintió con la cabeza, posteriormente nos dividimos yo yendo a la izquierda y el a la derecha, corrí tan fuerte como pude mientras Adal le lanzaba rocas las cuales impactaban contra el cuerpo del animal, parecía tener un cuerpo muy robusto y fuerte puesto que las cosas solo rebotaban contra su pelaje y ese ser, ni siquiera se quejaba, esa cosa no me quitaba la vista de encima y por culpa de eso no podía acercarme, fue aquí donde empecé a ver por cuenta propia que Adal no era un chico tan normal… Al ver que esas rocas no le hacían daño comenzó a tomar unas aún más grandes, era una exageración: “Soy mucho más fuerte que tú”, recordé instantáneamente estas palabras que me dijo hace no mucho, ahora si el monstruo ese parecía resentir al menos un poco los golpes puesto que ya se podían escuchar ligeros quejidos y parecía tentado a voltear a verlo. “Se me están acabando las rocas”, grito Adal apresurándome a realizar mi movimiento: “Lo sé” dije yo intentando guardar la calma y le lance el cuchillo al monstruo, este se concentró mirando el cuchillo para evadirlo y aproveche el momento para acercarme hasta el, mi pistola ya estaba cargada con una bala expansiva y se la coloque a quemarropa en el cuello, el tiempo era esencial y dispare, sé que dije que no debíamos hacer mucho ruido, pero tuve esa idea al ver que las rocas solo rebotaban y no le hacían gran daño, su piel gruesa y fuerte absorbería el sonido y afortunadamente tuve razón, el monstruo no murió con eso, se movió bruscamente y me lanzo hacia un lado y aunque parezca que yo iba a morir, no. El cuchillo nunca fue la distracción, la distracción era yo y me alegra saber que Adal entendió perfectamente el plan a pesar de no habérselo dicho, tomo el cuchillo del suelo y utilizando los dos se abalanzó sobre la bestia cayéndole encima y encajándole ambas armas a la vez en el cuello, el monstruo por el dolor comenzó a retorcerse intentando quitarse a Adal de encima, pero antes de que eso se convirtiera en un concierto de chillidos me levante y ayude a terminarlo… Al menos un día más pudimos sobrevivir, solo espero que este ajetreo no haya despertado a lo que se encontraba más al fondo.




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