Ahora que la guerra ya acabó

Capítulo 10: No juzgues a un libro por su portada.


Ahora solo restaba tomar nuestras cosas e ir nuevamente hacia el interior de la cueva para descubrir todo lo que pudiéramos, de alguna manera y siendo sincero quería mejor esperar aquí a tener que ir al interior para actualizar el mapa… Algo no me daba pero para nada buena espina con esa criatura que vimos ahí. Le dije a Adal que sacara su mapa y en las opciones seleccionara la enciclopedia y buscara ahí una imagen similar a lo que habíamos visto en el interior; por más que buscamos y le dimos varias vueltas no había una sola imagen que fuera aquella cosa… Eso solo significaba que era un monstruo nuevo y si hay algo que un Reconocedor debe hacer es catalogar esas cosas… La buena noticia es que no necesitamos que nos vea para saberlo, hay “trucos” que facilitan el saber si un monstruo es clase A o F o alguna otra pero para ello pues… necesitábamos despertarlo.
- Esto no te va a gustar… - Le dije a Adal rascándome la oreja.
- Yo lo despierto. – Respondió el muy tranquilo.
Yo me quede callado y solo encogí los hombros, no entiendo que entrenamiento le dieron en la base… a veces no sabe algo y otras resulta que lo sabe todo. Regresamos cargando toda nuestra mochila puesto que en ese momento una cosa era segura y es que si todo se sale de control necesitaríamos hasta los calzones para poder huir con vida… No creo que sea un clase F dije entre murmuros.
- ¿Qué? – Pregunto Adal.
- No nada, solo pensaba que esa cosa no parece ser un tipo F… - Respondí sin dejar de mirar al animal pegado en el techo.
- No lo sé, espero que no. Y si lo es, pues fue un gusto haber estado en Reconocimiento aunque haya durado poco.
- ¡Por qué lo dices tan tranquilo!, esa evidente carencia de emociones que tienes es algo que no puedo explicarme…
- Estoy asustado. – Dijo el en un tono exageradamente serio.
- ¡Ajá! Que te crea quien no te conoce. – Le dije en un tono ligeramente bromista.
- Teóricamente tú tampoco me conoces. – Respondió el muy tranquilo.
Ante eso no respondí algo porque ese tipo no se ríe, y además de alguna manera tenía razón… Avanzamos un poco más y Adal estaba cargando una roca la lanzo lo más fuerte que pudo hacia el centro del lugar haciendo causando un sonido que se repetía un poco por el eco, apenas lo hizo salimos corriendo despavoridos a ocultarnos pero el monstruo en el cielo no se movió un solo centímetro.
- ¡Vaya que eres de sueño pesado! – Grité hacia el monstruo.
Adal solo se me quedo viendo por la gran metida de pata que había hecho, pero por fortuna para ambos aquella cosa nunca se movió siquiera. Adal volvió a tomar otra roca y ahora la lanzo hacia arriba intentando golpear a un lado de la criatura, pero la roca que lanzo no alcanzo a llegar porque en verdad estaba muy alto, al caer aquella roca fue la misma historia el monstruo ni se movió y nosotros estábamos detrás de unos pilares intentando ocultarnos. Adal tomo otra roca se puso en posición y tensionando los músculos de su brazo lo más que pudo volvió a lanzar la piedra esta vez la roca si impacto y por fortuna fue justo donde quería sin “herir” a la bestia, y lo que buscábamos lo logramos… la cosa volteo hacia abajo y después de un bostezo realmente grande se dejó caer, no metió las manos ni intento amortiguar el impacto de alguna manera, no… Esa cosa simplemente se dejó caer y cayo completamente de espalda, la altura de la cueva era quizás de 9 metros y a pesar de estar tan alto y después del golpazo que se dio se levantó como si no hubiera sucedido algo, todo el suelo retumbo a causa del golpe e incluso se puso sentir como temblaba… Esa cosa definitivamente no era un tipo 3, era un 4 y espero que no sea un clase C o mayor porque si no…
- Llego la hora… - Le dije a Adal.
Él no sabía qué hacer y solo le dije que observara, Si fuera un clase A y por su tamaño lo que haría sería volver a dormir o regresarse al techo a dormir, si fuera un clase B mirará un poco los alrededores y dormirá una vez más, si es un clase C, caminara por el terreno y se detendrá después de unos minutos, si fuera un clase D caminara pero no se detendría hasta encontrar aquello que sonó… Si su clase fuera la de un E, lo más seguro es que vaya hacia uno de los caminos para salir al exterior y si su clase es la F, se quedara sentado justamente ahí donde está sin hacer nada más, no dormirá no caminara, simplemente estará ahí estático.
- ¿Estático? – Pregunto Adal.
- Si… - Respondí yo. – Esperará a que cometamos un solo error que revele nuestra ubicación y luego vendrá por nosotros. Y Créeme, ese error lo cometeremos, los clase F para cualquier humano son símbolo de muerte y no hay algo que podamos hacer para evitarlo, podemos pelear pero las probabilidades de sobrevivir son menores al 1% y ese 1% es solo gracias a que estamos dentro de la cueva lo que nos daría cierta ventana dado nuestro tamaño a comparación del de él.
Por sorpresa para los dos aquella cosa simplemente hizo justamente lo que un clase B, volteo a mirar los alrededores y puso especial énfasis en donde estábamos nosotros, y después simplemente nos ignoró y volvió a dormir, le di una palmada a Adal y en eso camine con toda confianza hacia delante, después de ver eso una cosa era segura y es que no nos lastimaría, esa técnica nunca ha fallado para descubrir la clase de los monstruos, avance y le pase por un lado al monstruo y este simplemente abrió los ojos me miro, volvió a bostezar y continuo concentrado en su sueño y ahora nos tocaba a nosotros continuar con el trabajo, en el exterior sigue lloviendo y esta cueva tiene algo que sin duda debemos descubrir.




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