Ahora que la guerra ya acabó

Capítulo 11: Prefiero huir que morir.

Avanzamos nuevamente por el lugar que había elegido Adal desde el inicio, justamente como pensé, no pasaron ni 5 minutos caminando cuando vimos que había un hueco gigantesco que abarcaba desde donde estábamos hasta probablemente unos 10 metros hacia abajo. Até mi soga a una columna que se veía muy resistente y le dije a Adal que esperara, que yo descendería primero, más no por egoísta o algo similar, sino porque prefería arriesgarme yo a arriesgarlo a él a lo que sea que está más abajo.
Comencé a bajar y toda la pared estaba realmente resbalosa, era como si estuviera completamente cubierta por agua, me dio un poco de miedo bajar puesto que dependía completamente de que la soga estuviera bien atada y además de eso de que la columna donde estaba sostenida aguantara todo mi peso. Por fortuna la columna logro aguantar y gritando a Adal le dije que antes de bajar se asegurara que la soga estaba todavía bien puesta, él es más grande y eso lo hace aún más pesado por lo que aunque haya logrado soportar mi peso no significa que pueda soportar la de él… Después de unos minutos Adal comenzó a bajar por la soga me olvide decirle que la pared estaba muy resbalosa entonces se confió y se dejó caer intentando disminuir la velocidad con sus pies pegados a la pared, pero esto claro que no funciono, sus pies se resbalaron y comenzó a bajar a una velocidad parcialmente alta se dio cuenta que no podía depender de sus pies por lo que la única opción que le quedaba eran sus manos, se aferró tan fuerte como pudo a la soga logrando frenar su caída pero lastimándose las palmas, al llegar hasta el suelo sus manos se encontraban con ampollas de un tamaño bastante grande y algunas otras partes de su mano sangrando.
- Lo lamento. – Le dije bastante apenado por el error que había cometido.
- Tranquilo, igual fue culpa mía por confiarme. – Respondió el quejándose por el dolor, pero manteniendo la calma.
Nos esperamos un momento y empezamos a avanzar, esta parte de la cueva se veía muy diferente a la parte de arriba, aunque aún se podían observar las luces que eran un reflejo de algunos cristales en el suelo ahora daban la impresión de moverse, era un contoneo muy ligero pero perceptible a la vista sin se miraba con la atención suficiente; y mi única preocupación de esto es que si algo sucedía mas al interior de la cueva no podríamos escapar con facilidad…
Le dije a Adal que en vez de adentrarnos más, deberíamos buscar una ruta alterna para salir por si la situación se tornaba desfavorable, el señalo hacia su derecha y allí se podía ver un camino que parecía ir hacia la superficie, le dije que fuéramos a investigarlo y en efecto este camino iba en dirección completamente hacia arriba, pero eso solo lo hacía más extraño, las paredes y el suelo no parecía haber sido formado naturalmente, de hecho si nos fijamos bien en la estructura completa no parecía ser normal… Era como si un animal muy grande lo hubiera hecho, y no hablo de la cosa que vimos en el “gran salón” sino algo mucho más grande… Después de todo, el pasillo por el que estábamos caminando tenía una dimensión aproximada de 8 metros de alto y cerca de 5 de ancho y la criatura de afuera no parecía tener un tamaño mayor a 5 metros. Avanzando por ese pasillo llegamos a una zona con mucha agua, se dividía perfectamente la zona por donde avanzábamos nosotros y aquella especie de “alberca” cuya profundidad no podía distinguirse, en la cima había un goteo constante que caía con lentitud y que seguramente fue lo que lleno este sitio de agua, esto estaba a la izquierda y a la derecha el camino continuaba yendo hacia arriba. Continuamos avanzando sin darle mucha importancia a eso que habíamos visto y tras otros 10 minutos de caminar sin detenernos llegamos por la derecha del “gran salón”, delante de nosotros varios metros hacia delante estaba el clase B-4 descansando por lo que sin necesidad de mucho procesamiento mental descubrimos que este camino nos serviría para regresar en caso la situación se ponga sangrienta… fuimos a recoger la soga y volvimos a bajar por el camino que acabábamos de descubrir, ahora si nos detuvimos en ese pequeño sitio lleno de agua que vimos y poniéndole atención la verdad se veía increíble, el agua era completamente cristalina y los cristales iluminados le daban un toque mágico sin igual, la verdad entre más veía el agua más ganas me daban de tocarla pero si lo hacía seguramente moriría…
Mientras estábamos completamente anonadados por este sitio se escuchó un estruendo de la parte más abajo, justo por donde habíamos subido la primera vez y posteriormente se alcanzó a escuchar un gruñido tan fuerte que hizo que toda la zona temblara, Adal y yo estábamos completamente asustados, aquello que había rugido debía tener un tamaño exageradamente grande para haber producido un grito como ese, y lo que es peor, estábamos atrapados en el interior de ese lugar puesto que en el exterior la lluvia seguía cayendo y no parecía que fuera a detenerse pronto, Adal sugirió que mejor esperáramos a que la lluvia se detuviera y aunque mi alma de Reconocedor me decía que debíamos ir a ver, opte por hacerle caso después de todo tengo un juramento que cumplir, sea lo que sea que haya sido aquella cosa que rugió no me quedare para averiguarlo…




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