Ahora que la guerra ya acabó

Capítulo 12: Te estaba esperando.

Nos quedamos dormidos, porque estábamos algo cansados la verdad y sin darnos cuenta pasaron varias horas, al despertar el cielo se veía ahora completamente despejado y la lluvia evidentemente había cesado, antes de asomarme para ver el exterior Adal hizo un gesto con su voz, voltee a mirarlo y lo vi apenas despertándose.
- ¿Cuánto tiempo pasó? – Preguntó el con un gran bostezo.
- No lo sé. – Dije yo, al dirigirme hacia mi mochila para sacar mi mapa actualizable. – ¡wow! Pasaron más de 9 horas – En verdad estábamos muy cansados, eso era demasiado tiempo, me quede pensando.
- ¿9 horas? – Respondió Adal, con tranquilidad. – Sí que dormimos bastante, al menos ahora la lluvia se ha detén…
Adal se interrumpió a sí mismo y luego pareció muy atento mirando hacia afuera, había algo que no podía creer, y yo sabía perfectamente que era.
- ¿Ahora entiendes? – Le dije esperando una sola respuesta.
- ¡No parece que haya llovido en absoluto! – Nuevamente fue una de esas veces donde se le salen las emociones sin querer y algo que me causa gracia, sonaba completamente sorprendido.
- Así es, la lluvia se evapora básicamente al instante, no han de haber pasado ni siquiera 2 minutos, desde que termino de llover y todo se vio justo como se ve ahora, completamente seco.
La verdad eso era un fenómeno realmente extraño que aunque nos fue explicado nunca puse realmente atención… Pero en fin al menos ahora podíamos salir de aquí y continuar con nuestro trabajo allá afuera que es donde verdaderamente importa, esta cueva aunque es extraña no creo que sea muy necesario investigarla, y menos con dos clase 4 ahí dentro… Bueno uno confirmado otro en sospecha. Le dije a Adal que alistara sus cosas porque debíamos irnos el asintió con la cabeza y una vez estando listos algo no nos comenzó a dar buena espina… Nuestros Leemen no se veían por algún lado y en cambio en el suelo se alcanzaban a notar manchas de sangre, al poner atención nos dimos cuenta que no solo en el suelo se veía esto… Por toda la pared en el interior de la cueva había salpicaduras, era algo increíblemente horrible y lo que es peor no se veía algún cadáver por ningún sitio y eso solo significaba una cosa, aquel tipo E nos encontró, ¿Pero por qué no está dentro de la cueva?, fue lo primero que pensé; después Adal comenzó a palpar mi hombro con frecuencia, al voltear a verlo su mirada no se apartaba del frente y después señalo con su mano hacia esa dirección, al voltear a ver lo que él estaba mirando vi que por fuera de la cueva y a probablemente 20 metros hacia delante estaba el maldito clase E que vimos la vez pasada… Absolutamente todo su cuerpo estaba ensangrentado y sin quitarnos la mirada de encima se lamia quitándose la sangre… Como dije antes los Leemen aunque tengan una clase A son realmente feroces y poderosos y no contento con eso eran dos de ellos… Y esa cosa parecía haberlos destrozado por completo a ambos, eso solo dejaba en claro que su fuerza y habilidad podría quizás compararse con la de un clase F, pero si ya fue catalogado como E, significa que podemos derrotarlo… la pregunta es ¿Cómo?
- ¿Por qué no nos ataca? – Preguntó Adal. – Es evidente que ya nos ha visto.
- Nos está esperando… - Respondí con la voz un poco rota del miedo. – Algunos clase E son conocidos por ser unos sanguinarios, justamente esa es la razón por la que no hay ni huesos de nuestros Leemen, esa cosa probablemente se divirtió con ellos hasta que no quedaron ni las sobras, y ahora está esperando a ver que hacemos, si nos vamos hacia el interior de la cueva es seguro que vendrá por nosotros, sabe que es una cueva y que será divertido cazarnos, y si salimos directamente hacia él nos intentara atacar de frente, después de todo como te dije, está esperando a ver que hacemos.
- ¿Y qué haremos? – Pregunto Adal.
- Por lo pronto… - Le respondí mientras sacaba el radio. - ¿Central? – La mala noticia es que es 90% seguro que cuando llueve los radios fallen… Y estaba deseando que hoy fuera uno de esos días con el 10% a nuestro favor. – Estamos solos.
Adal en esta ocasión se hinco y comenzó a rezar, la verdad nunca creí que el fuera creyente… No parecía serlo pero verlo de alguna manera me hizo querer hacerlo también, pero no lo hice, siempre fui de la idea de que cuando la muerte llegara por mí no se iría, no importa cuántas veces se lo pidiera, o a quien lo hiciera.
Mientras Adal rezaba yo me quede observando al clase E que estaba delante de nosotros a varios metros, no se movía y aunque había terminado de lamerse la sangre de su cuerpo desde hace unos segundos mantenía una postura tranquila, era evidente que sabía que ganaría contra nosotros, después de todo antes no pudimos contra el… Solo lo detuvimos un tiempo, y quizás esa era toda la información que el necesitaba para enfrentarnos darnos la ventana de formar una estrategia… Adal había terminado de rezar y al levantarse su primera pregunta fue: ¿qué haremos?, la verdad yo no sabía con certeza que es lo que íbamos a hacer, y por más que pensaba no daba con una respuesta lógica, lo más sensato sería arrinconarlo y dejarlo vulnerable para asestar un golpe final con los cuchillos, pero antes no funciono… Y aprovechar la fuerza de Adal en esta situación seria muy complicado puesto que esa cosa seguramente ya sabe lo peligroso que es Adal… Y a eso sumarle que las trampas eléctricas quizás ya no sean tan efectivas porque como mencione, ya las conoce entonces probablemente ahora tendrá más cuidado… La única opción eran las balas especiales, que aunque ya las conoce también y para un clase E no presentan un peligro, son las únicas en las que nos podemos apoyar para rezagarlo, lo malo es que no tenemos muchas… entre los dos solo sumamos 17 y utilizarlas sin cuidado es una estupidez, si logramos salir con vida tendremos que regresar y reabastecernos y exigir más cartuchos especiales… Es una estupidez que den tan pocos cuando solo somos dos en Reconocimiento.
Pero bueno, ahora debemos pensar en un plan para combatir a esa cosa, si es que no queremos morir, la orden era simple observar al E para intentar buscar alguna debilidad y aprovecharnos de ella, aunque por más que lo mirábamos no parecía haber alguna, su cuerpo no es especialmente pesado.
- ¿Cuántos kilos puedes levantar? – Pregunte a Adal.
- Mmm, unos 150 con ambos brazos. – Respondo el tras pensar un poco.
- Y, ¿cuánto crees que pese esa cosa? – Si tenemos más datos es probable que podamos realizar un plan que nos ayude mejor… No tenemos mucho equipo, pero el poco que tenemos nos debería ser más que suficiente si lo usamos inteligentemente.
- Seguramente no pesa más de 110 y no creo que pese menos de 90 kilos, aunque tiene una masa muscular bastante desarrollada y es por ello que la vez pasada no pude contenerlo por mucho tiempo…
- No, no. Tranquilo el plan no es que lo contengas tu solo como la vez pasada, debemos buscar la manera en que podamos ser ambos quienes lo detengan y con ello quizás podamos tener más ventaja, tu solo puedes detenerlo pero si somos los dos y a eso sumamos las trampas eléctricas, estoy bastante seguro que podremos matarlo… El único problema es que no estoy seguro como podemos matarlo, normalmente uno pensaría que el cuello es la zona más delicada… Pero a este tipo ya lo hemos atacado ahí y no logramos algo, por lo que su punto débil debe ser otro.
A partir de eso tuve una idea, si ya sabemos que su clasificación es la E, eso significa que alguien debió ser quien lo derrotó y estoy seguro que fue o un Reconocedor o un equipo donde un Reconocedor estaba presente, y eso solo significa una cosa: ¡El mapa tiene la respuesta que buscamos!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.