Zuri
Sin hacer nada de ruido entro en la casa silenciosamente asegurándome de cerrar la puerta con cuidado para no hacer ningún sonido
A pesar de mis esfuerzos ellos se dan cuenta de mi presencia y ambos se giran hacia mi con las mejillas sonrojadas .
Intentan controlar sus respiraciones mientras me saludan.
Onika me dice que ya ha preparado la habitación de invitados para mí .
En ese momento observo a mi padre despreocupado tocando a Onika de manera inapropiada como sí yo no estuviera aquí.
Decido tomar la iniciativa y les digo:
-Si quieren que regrese a la residencia, no quiero interrumpir su privacidad.
Al escuchar mis palabras noto que mi padre muestra una expresión de sorpresa y vergüenza .
No es necesario que regreses a la residencia -Dice mi padre con voz tranquila y amable .
-Me alegra que estés aquí .
Siento un cariño agradable , en el pecho, su preocupación se refleja un poco y una sonrisa aparece en mi rostro.
-Gracias , papá -Digo suavemente.
-Disfruto estar aquí con ustedes.
Onika asiente y dice con una sonrisa tímida:
-He preparado todo para que te sientas a gusto , la habitación está lista y puedes quedarte el tiempo que desees.
Me siento verdaderamente acogida, por un instante el temor a incomodar o interrumpir se desaparece y solo permanece la sensación de estar en el entorno familiar, rodeada de personas que me cuidan.
Luego Onika me señala el camino hacia la habitación de invitados , agradeciéndole y después me marcho hacia la habitación .
Me quedo unos segundos quieta , admirando cada detalle .
Me siento afortunada y querida.
Un nudo de emoción recorre por mi pecho y una sonrisa aparece en mi cara.
Me acerco a la ventana mirando la calle en calma, dejando que la luz entra y llena de la habitación con un brillo acogedor .
Suspirando y sintiendo mucho realmente estoy en casa .
Coloco mis cosas en el armario y una vez que termino , me siento en la cama , maravillada de cómo parece que todo está pensando para mí.
No se trata solo de la habitación sino de todo lo que representa, atención cuidado y amor.
Me siento realmente acogida, a veces los pequeños gestos expresan más que las palabras , aquí cada detalle me recuerda a mí casa que he vivido con mi padre en España .
Tras acomodar mis cosas en los armarios , me siento en la habitación pensando en que voy a hacer en estos días libres sin universidad.
La tranquilidad del habitación me anima a planear, tal vez leer , descansar o simplemente pasar tiempo con mi padre y Onika.
Tras un rato decido salir de la habitación y me voy a el salón donde los encuentro hablando.
Mi padre me mira y sonriendo , me dice que vamos a salir a pasear más tarde.
Regreso a la habitación agarro mi bolso y de nuevo vuelvo al salón , muy preparada para unirme a ellos en el paseo.
Una sensación de paz y felicidad me llena , pues estos días parecen estar destinados a ser tranquilos y memorables rodeada de las personas que me cuidan y que sin duda me hacen sentir como una verdadera casa
A continuación salimos de la casa y tras cerrarla la puerta a nuestras espaldas, nos montamos en coche.
Mi padre comienza a conducir y comenzamos a hablar animadamente que me transmite una profunda sensación de calma y bienestar .
Disfruto de cada palabra,cada risa,es un momento perfecto que quiero recordar .
Tan pronto como llegamos mi padre estaciona frente a un restaurante francés y nos bajamos del coche .
En cuanto entramos un delicioso aroma a pan recién horneado y a café se mezcla con la brisa ligera de la tarde .
El restaurante tiene una terraza muy acogedora adornada con mesas redondas que están vestidas con elegantes manteles blancos .
En el centro de cada mesa hay pequeñas flores que aportan frescura y color.
El ambiente se llena con suave murmullo de conversaciones en francés que se mezclan con el delicado sonido de las tazas al chocar suavemente entre sí , ayudando a crear una sensación de tranquilidad y bienestar.
Es el lugar ideal para disfrutar de un momento agradable.
Onika se adelanta para hablar con el camarero y de inmediato nos conduce hacia mesa situada cerca de la barandilla .
Desde ese lugar privilegiado se puede contemplar la hermosa calle y observar cómo las luces comienzan a iluminarse una a una creando un ambiente encantador.
Me siento en la silla permitiendo que la suave brisa me acarie el rostro refrescando mis pensamientos .
A mí lado mi padre sonríe de forma despreocupada, como si esté instante representara un respiro en medio del ritmo día a día .
Onika por su parte mira el menú con una mirada curiosa tratando de decidir qué elegir,
No puedo evitarlo y al mismo tiempo me doy una vuelta para observar el ambiente que nos rodea cautivada por la sencillez y el encanto que transmite de este lugar .
Es un rincón acogedor lleno de pequeños detalles que invitan a disfrutar del momento.
A medida que me pierdo en los pensamientos hasta que me doy cuenta de que mí padre está mirando a Onika con una expresión embobada como sí estuviera admirándola como una obra de arte .
El camarero se aproxima a nuestra mesa con una sonrisa y nos pregunta en francés si queremos algo de comer y beber .
Onika con total confianza responde a la pregunta mientras mi padre y yo asentimos con nuestras cabezas sintiéndome aún fascinada por la experiencia de estar viviendo algo duro y hermoso.
El camarero se aleja y al mirar ,veo que Onika se levanta marchándose hacia el camarero .
Pasados unos minutos regresa a la mesa sacando su móvil y empieza a hacer una llamada .
Al poco tiempo el camarero regresa con una bandeja que lleva nuestros pedidos y nos los entrega con amabilidad.
Onika guarda el móvil y el camarero se marcha mientras empezamos a comer saboreando los primeros bocados., cuando de repente el camarero regresa con una bandeja de un plato de comida y un vaso de refresco colocando frente a nosotros junto con los cubiertos que ha sacado de él bolsillo de uniforme .
Editado: 26.12.2025