Actualmente, estoy pasando por la primera relación seria que había tenido desde Fei. Para nadie es un secreto que mi último noviazgo no salió bien, ¿pero qué estoy diciendo? Salió horrible.
Así que por eso, ahora que estoy con Imri y he decidido abrirle mi corazón como hace tanto no lo hacía, era de suponer que su secreto no tardaría tanto en salir a la luz:
Mi novio e hijo son lobos capaces de adquirir forma humana.
Fue un poco difícil aceptarlo al comienzo, pero así es, esta es mi nueva realidad que no creo que sea vista como normal enfrente de los ojos de los demás. Porque vamos, ni para los míos, era vista así.
Los ojos de papi casi se le salían de la cara, él estaba atónito. Ni siquiera cuando le dijeron que me expulsarían del colegio, porque antes era un poco problemática, él estaba tan sorprendido como ahora.
¿Qué hago? ¿Llamo al médico? ¿Cierro la puerta con seguro? ¡¿Lo secuestro hasta que se calme?!
¡¿Y si me le da un patatús?!
Ahora comprendo que era
más fácil revelarle que dejaría la universidad a esto, quisiera devolver el tiempo, pero lamentablemente, no puedo.
Estoy sin palabras, no sé qué decir.
—Debe ser un sueño— comenta mi papá con las cejas en alto —Ay, no puede ser— susurra lo que me asusta más.
—¿Qué pasa?
—Estoy muerto.
¿Cómo?
—¡Pa'! ¡No diga eso ni en broma!— acorto nuestra distancia —Estás vivito y coleando.
—Eso me diría la muerte si estuviera muerto— todavía insiste.
—Im, ya vuélvete a transformar— tal vez si lo vuelve a ver en su forma humana, él regresará en sí —Le dije que no se sorprendiera cuando le demostrara que lo que decía era cierto.
—Yo... emh— habla el hombre —Sigo siendo el mismo— se rasca la cabeza —Aunque ahora sabe que soy un lobo, así que pues... eso.
—¡Papi! ¡Él es la persona que quiero!— le abrazo luego de que se ponga los pantalones —¡Aunque su forma original sea la de un lobo salvaje, que vivía en un bosque lleno de horribles mosquitos en el que ni siquiera hay internet y que a veces no entienda lo que digo por qué es un poco lento con los humanos; nunca me había enamorado tanto de alguien como lo estoy de Imri!
—¿Qué?— pregunta mi novi-lobo lindo. Él me está viendo con una mirada asesina.
—¡Nuestro amor puede contra las adversidades del destino mismo!— le ignoro. Es mejor hacerlo —¡Pa! ¡Por favor, di algo!
—Necesito digerirlo— al menos su primera reacción no fue rechazarlo, eso es bueno —Entonces, tú eres un lobo de esos que hacen «guau».
—Eh, sí— asiente con una mueca.
—Lúa, ¿podrías dejarnos a solas para que hablemos?— ah, no. Eso no me gusta.
—¿No pueden hablar conmigo aquí?— sonrío nerviosa —Digo, mi papi lindo y mi novio bonito conversando. No es por insinuar que soy el centro del universo, pero es obvio de que yo seré el tema de la conversación. ¿O me equivoco?
—¿Por qué no vas y... ves lo que Marien está haciendo?
Vaya manera de echarme.
Me separo de Imri, echándole un último vistazo. Sus ojos me ruegan porque no lo deje, un segundo más y se desmayará del horror cuando es mi papá el que se supone que debe de estar asustado. Digo, uno no ve a un lobo humanoide todos los días.
Sí, deberíamos tratar su enorme miedo por hablar con figuras que representan alguna autoridad para él. A veces es inquietante.
No tuve de otra que obedecer la petición de mi papá, así que dándole algunas palmaditas a Imri en el brazo, me marché en busca de Marien. Hace horas que no la veo, tal vez necesite mi ayuda o algo por el estilo. Siempre es lindo hablar con ella.
Ignoré el hecho de que Fei es una cosa terrible, desconozco sus razones o lo que le hizo tomar la decisión de meterle conversación a Onil. Estoy segura de que la idea de entablar un diálogo vino de este, es obvio que el último ni en su vida lo haría. Demonios, parece una sanguijuela.
Para no caer en su radar, y dejar a mi cuñado sufriendo un poco; hice todo lo posible para camuflarme entre la gente de una manera tal, que logré despistarlos. Por lo que tengo entendido, Marien fue a buscar al Doctor, así que ella ha de estar cerca.
—Mire, mi esposo ahora no se encuentra muy bien de salud. Aun así, prometo que en cuanto se recupere, él le devolverá la llamada— escuché su voz a lo lejos. Ella está sentada en una de las sillas de la sala de espera, se encontraba hablando con alguien antes de que llegara, noté cómo cambió su expresión preocupada por una más... fingidamente alegre —Oh, Lúa— sonríe guardando su celular —Ven aquí— extiende los brazos en lo que yo me siento a su lado, siendo rodeada por ella.
—¿Y qué has estado haciendo?— le pregunto sin dejar de darle mente a la conversación que podría estar teniendo papi con Imri.
—Ah, confabulando para apoderarme de la empresa de tu papá como la madrastra malvada que soy.
La mujer sabe cuánto me encanta el drama.
—Yo soy la prota, el guion está de mi lado— bromeo apoyando la cabeza en su hombro —Aunque, ¿qué tal si es el momento de mi desarrollo como personaje? ¿Perdiéndolo todo, quizá?
—No te preocupes, no le quitaría nada a mi Lúa bonita— me da un beso en la mejilla.
—Entonces no serías una madrastra malvada.
—Eso es cierto...— lo piensa unos segundos —Sería una esposa malvada.
—Fuese una idea más original— aunque ya el tropo de madrastra malvada no se utiliza a menudo. Dios maldiga las nuevas películas de Disney, ¡que me devuelvan mis princesas! Algo irónico, considerando que Bella es mi princesa favorita, y en su película no incluyen madrastras, ¡de todos modos! Me encanta Cenicienta —Hablando en serio— ando tan inmersa en mi realidad que obvio muchas cosas —¿Sucede algo con la empresa? No trates de negarlo, te vi con cara preocupada antes de que llegara, además, ¿el desmayo de mi papá? ¿Qué hay con eso?
—No te puedo mentir— suspira —Algunos clientes nos están dejando debido a la competencia del mercado, dicen que unos tipos están dando el doble de lo que nosotros ofrecemos por sus inversiones. Por eso tu papá se estresó tanto, intenta convencer a ese porcentaje de clientes para que se queden, el problema es que están exigiendo muchas cosas.