Ahora tengo una familia lobuna, ¿qué será lo siguiente?

Más la culpa que los recuerdos

Capítulo 14: Me duele más la culpa que los recuerdos, pues los recuerdos se borran con el tiempo; esta sensación no lo hace, pues cada día me punza más el pecho.

Es increíble el modo en que las personas cambian de comportamiento dependiendo de la situación en la que se encuentran.

Desde que conocí a Rem, Imri me advirtió que él no era tan fácil de llevar como lo aparentaba; no fue hasta hoy que supe a qué se refería con eso. Con razón me dijo que no me juntara tanto con el chico, él trató a su mamá de una manera bastante fea, me dio mucha pena de Ariangely.

Ella no es mala persona. Sí, me causó esa impresión cuando me hizo lo del vestido (hace miles de años atrás), pero según la he ido conociendo, no creo que merezca que la traten así, menos su hijo, considerando lo apegada que es la alfa con cada uno de ellos.

No sé con los demás lobos, no me ha tocado verla interactuando de una manera más personal con Fabio, Larimar y entre otros que no comparten vínculo sanguíneo, tal vez es igual de cariñosa. Lo digo porque por palabras del bombero, él considera a los alfas como sus figuras paternas.

—Espera, Im— interrumpí el caminar de Imri. Como Rem se desmayó, varios lobos transformados ayudaron a llevarlo a un lugar en donde se encuentre más cómodo; lo metieron en una cueva llena de sábanas y llamaron a Elaine para que examine su estado y evalúe si hay que llevarlo a un hospital. En mi opinión, es probable que sí —¿Cómo está tu hermano? ¿Ya despertó?

Ay, él me cae muy bien por más que sea un malcriado. Yo también lo fui, así que…

—No, todavía sigue dormido— suspira viendo a su mamá. Ella está sentada de espaldas al mundo, en una pequeña colina, con vista hacia una mediana porción del bosque —Mira, ahora me preocupan más los sentimientos de la alfa. Rem está bien, lo sé.

—Raviv se pasó, es un muchacho. No lo podía golpear así— ni siquiera le importó que era con el tío de sus hijos que estaba peleando —Sobre la discusión con Ariangely…

—No es la primera vez. Rem siempre se arma escenas como esa, es usual que termine diciendo cosas crueles como «mejor me muero» o «¿Por qué nací?», es su intento de ablandar el corazón de mamá, algo que esta vez no logró como quería.

De acuerdo, ni tanto ni tampoco. Yo no me tiraba tremendas manipulaciones.

—Oh, Dios.

—Ya tiene dieciocho años, no es un niño. No comprendo por qué actúa así, a su edad yo ya estaba pensando en formar una familia con Eveling.

Le preguntaría por qué esperó tanto para hacerlo considerando la edad de Ra, no obstante, este no es el momento.

—Todas las personas somos diferentes, hay quienes tardan más que otros en crecer.

—Aun así— y volvió a suspirar con las cejas bajas —¿Sabes?— baja el tono de su voz —Siempre he pensado que Rem no es muy normal que digamos, y no tomes lo que digo como un comentario despectivo, sino como uno preocupado. Incluso sus transformaciones son extrañas, él va intercambiando formas como si fuera un niño.

—¿Te refieres a lo que hace Ra cuando se convierte en lobo y en humanoide a la vez?

—Sí. Cuando los cachorros aprenden a transformarse (lo cual hacen antes del año a diferencia de Ra que nació como humano, lo que provocó que su transformación fuese tardía), ellos tienden a cambiar de forma una y otra vez hasta los seis años como máximo, que es el momento en el que alcanzan su completa maduración.

»En el caso de Rem, mi hermano sigue haciéndolo tanto a propósito como no. En mi vida yo nunca lo he visto mantener un aspecto lobuno por mucho tiempo. Por ejemplo, los alfas, otros lobos y yo acogemos esta apariencia a voluntad, pero él no. Su transformación es extraña.

—¿Tú… crees que lo suyo va más allá de la inmadurez?

—Umh— asiente bajando la cabeza —No es posible que los únicos que puedan controlarlo sean Onil y el alfa.

—De verdad que es un problema— respiro profundo observando a Ariangely —Oye, me pediste que no hablara con la versión enojada de tu mamá, pero quisiera hacerlo.

—Que su apariencia tranquila no te engañe, cuando está así es peor— mi deseo no le agrada nada —Recuerdo que una vez se enojó conmigo y cuando supuse que se le había pasado, me lanzó unos buenos comentarios pasivo-agresivos. A lo que quiero llegar es que a la alfa se le olvida ser buena cuando se enoja.

¿Entonces confiesa que en realidad su mamá es mala por naturaleza?

Vaya, que no me diga que otra vez me dejé comprar.

—¿Cómo es eso que tira comentarios pasivo-agresivos?— lo que más me asombra es que sea conocedor del tema —Ay, Imri.

—Ay, Lúa— tal vez sea mejor que le haga caso —Intenta cuando cambie la pose esa que tiene. Fíjate, no quiere que nadie le dirija la palabra.

—Está bien— tiene razón —Viéndola bien, ella está sentada igualita que Onil cuando estaba triste. La diferencia es que la suegris está como humanoide.

—Es hijo de su madre— se encoge de hombros.

—¿Mi llegada les resulta oportuna?— la voz del mentado se escuchó detrás de nosotros. De inmediato, Imri y yo volteamos sorprendidos por su presencia —Intentaba imitar el temperamento tranquilo de Avys con el deseo de ser alguien más accesible para la manada, pero veo que es imposible.

—Onil— la sonrisa de mi novi-lobo refleja tantas cosas. No sabíamos nada del cuñis desde anoche —¿Viniste con Elaine, verdad?

—Sí, y por cierto, tú y yo tenemos una conversación pendiente— por favor, que no nos mande al diablo por permitir que su futura ex lo secuestre —Hablaremos de eso después, ahora lo que me interesa saber es quién diablos fue el que dejó a Rem así.

Por su pregunta se nota que lo vio, el asunto radica en saber por qué no le contaron allá si el mini cuñis no está solo.

¿Acaso dejaron que sea Im el que contuviera su furia?

—Fue…

—¿Por qué no les preguntaste a Cristal, Marina o Samuel? Creo que Avys también estaba allí— interrumpí a Imri. Debo cerciorarme.




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