Ahora tengo una familia lobuna, ¿qué será lo siguiente?

Pregúntale a los personajes (Dinámica)

¡Hola! Buenas noches, buenos días, ¡buenas tardes! Tal y como lo prometí, es momento de realizar esta dinámica. Es interesante el hecho de que la última vez que hice algo como esto, fue en 2019, año que está a tres años y pico de distancia (hacia atrás).

Creo que es primera vez que narro como yo en este libro (es decir, como la persona del otro lado de la pantalla), y es un poco... no sé. No es primera vez que me lees, pues por lo regular, escribo en las notas al final del capítulo, pero de todos modos es divertido y a la vez raro.

Me pregunto qué voz me estás poniendo en tu cabeza, apuesto que nada que ver con la que tengo realmente, JAJAJAJA.

Sí... Mejor iniciemos:

El formato de esta dinámica será de la siguiente manera: en una habitación blanca, tal y como en los videos de Internet en la que entrevistan a figuras públicas, la atención nada más estará concentrada en la persona «detrás de la cámara» por así decirlo, quien estará sentada en un taburete respondiendo a las preguntas escritas en pequeños papelitos que se sacaran de una bolsa.

Sí, una bolsa. El presupuesto no da ni para comprarle una prensa hidráulica a Imri, mucho menos para un escenario tan elaborado.

Así que como es al azar, las preguntas no tendrán el mismo orden en el que fueron mandadas.

Ahora bien, ¡sin tanto bablá, iniciemos con lo que viniste!

¡Sé bienvenido a tu programa favorito de Booknet!

Y claro, ¿por qué no iniciar con aquel misterioso personaje que se caracteriza por ser alguien de pocas palabras? ¿Ya sabes quién es? ¡Apuesto que sí!

Emre.

Quien, por cosa extraña de la vida, vino acompañado de Ariangely. Ambos están sentados en los taburetes, la alfa tiene el brazo entrelazado con el de su esposo al mismo tiempo que el padre de nuestro prota, carga con una expresión indiferente, tan normal en él.

—Fue difícil convencerlo— dice Ariangely con una sonrisa —De no haber sido conmigo, él no habría venido por su cuenta.

—Terminemos con esto— corta. No bien ha llegado cuando ya se quiere ir.

—Muy bien, aquí tengo tus preguntas— tomo la bolsa y se la paso, de ella saca el primer papel:

¿En verdad amas a la Ariangely (la alfa)?

Emre levantó la ceja desde que leyó la pregunta.

—Iniciamos bien— comenta Ariangely.

—En esta dinámica, tienes que ser lo más sincero posible— señalo —Responde, ¿amas a tu esposa?

Sin decir nada, el hombre dejó caer la cabeza en el hombro de Ariangely; mientras hacía eso, le daba un abrazo que probó bastante lo de «un gesto vale más que mil palabras».

—Yo también te amo— responde ella dándole un beso.

Qué bonita escena, ¿por qué no?

Y pensar que San Valentín nos está respirando la nuca.

¿Por qué tuvo tantos hijos?

—A pesar de que la pregunta fue dirigida para Emre, básicamente, ambos tendrían que responderla.

Tal vez no fue mala idea que vinieran juntos.

—Yo solo tuve cuatro partos— contesta Ariangely un poco incómoda —Hay alfas que tienen más.

—¿Y por qué solo tuvo cuatro?

—Sencillo. La última camada que Emre y yo tuvimos fue bastante pequeña, nada más nacieron Cristal y Rem. Para evitar futuros problemas con mi embarazo, decidí no tener más hijos.

—Oh. ¿Y qué tienes que decir al respecto, Emre?

Si me descuido, Ariangely terminará hablando durante toda la dinámica y el hombre no responderá ni pío.

—Nada.

¿Por qué es así? Bueno, sí lo sé, ¿pero en serio?

—Muy bien... ¡Vamos a la siguiente pregunta!

¿Y a ti qué rayos te pasa? ¿Te comió la lengua un ratón o qué?

—¿Qué?— Ariangely parpadeó varias veces.

—Siguiente— corta sacando el próximo papel.

Ojo: Emre las está leyendo en voz alta.

¿Eres serio/callado desde cachorro o ya eres así?

—Oh, no. Emre no era así— niega Ariangely —No digo que fuera un tipo superalegre, pero no era tan serio como ahora. Creo que quitándole lo pesado que puede ser a veces, Onil es de los que más se parecen a ti, ¿verdad, amor? Una combinación de Onil y Avys, más o menos, aunque más de Onil.

Además que de por sí, el lenguaje verbal de Emre no está muy desarrollado.

—Sí, más o menos— se quedó pensando —Siguiente.

¿Por qué no quieres a Imri?

Esta es la pregunta más seria que le hicieron.

Ariangely lo miró, esta vez dejará que él sea el que responda la pregunta.

—Lo quiero, es mi hijo. Quiero a todos mis lobos por igual.

—Y algo para sacar de dudas, hablas de manera general. Sean los lobos con los que compartes vínculos sanguíneos y los que no.

—Todos los lobos somos familia, sean los lobos que Anya cargó en su vientre o los que no.

¿Por qué tratas mal a Ariangely?

—¿Qué?— Emre miró a su esposa de inmediato.

—A veces me pones triste, eso es verdad— desvió el rostro cruzando los brazos.

—Si sientes que te trato mal, o alguien más lo siente, no es mi intención— lanza un suspiro —Siguiente.

¿Cómo se nombra al nuevo alfa de una manada?

—Lo de alfa, no importa mucho si está o no está. Los que somos alfas, tenemos la tarea de guiar a nuestra familia para un orden de hacer y cuándo. No damos órdenes, decimos algo y ellos aceptarlas o no. Los alfas son los padres de la manada, eso casi siempre. Raro un alfa que no sea de sangre con la mayoría de sus lobos; no hay nombraciones.

[Nombramientos]

—¿Y qué hay de Raviv?

—Cierto, excepciones. Como eliminé a su papá, eligieron al lobo que tuviera más liderazgo de la manada. Es muy posible que lo hubieran escogido cuando era niño, por si se presentaba un momento así.

—¿Ustedes también escogieron un alfa por si algo llegara a pasar?




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