Ahora tengo una familia lobuna, ¿qué será lo siguiente?

Mi ser amado

Capítulo 67: Mi ser amado

Desde que conocí a mis lobos, en lo único que he pensado ha sido en formar una linda familia con ellos.

Es mucho tratándose de mí. La verdad es que soy capaz de sacrificar cada una de mis ambiciones superficiales con tal de llevar una vida pacífica con las personas que amo.

Nunca creí que diría esto, pero cuando observo el inmenso firmamento tal y como lo estoy haciendo ahora, lo único que veo es un futuro cercano en que estemos los tres haciendo nada.

Sí, nada. Se escucha raro, es cierto. Pero no puedo evitar dibujar una pequeña sonrisa al imaginarnos sentados en la orilla del mar, mirando las olas, chocando contra la arena, mientras que «nada» nos preocupa.

Oh, la cómoda «nada». Se siente tan lejos en estos momentos.

Imri está encerrado. No tengo idea de dónde se encuentra Ra, y en vez de buscarlo y darle un buen abrazo, opté por tomar el camino que me dirija al alfa. Siento que él es el único que puede frenar la locura de su esposa; si no es Emre, no será nadie.

Si hablamos de una cadena alimenticia, me siento en el nivel más abajo de la misma. Los lobos se manejan por una posición de poder; son fieles a una jerarquía en donde es imposible escalar y por ello, no tengo de otra que cargar con el resentimiento de Emre en el mismo instante que utilice la única maniobra que tengo:

El chantaje.

No podría caer más bajo al chantajear a un enfermo. Ni un millón de buenas acciones después de esto me harán subir al cielo… si es que en algún momento tuve la oportunidad.

Lo siento, no puedo poner la otra mejilla para que sea bofetada mientras mi familia se destroza. Debemos salir de aquí, y desintoxicarnos de las malas vibras de este lugar. Estoy segura de que estaremos bien siempre y cuando regresemos.

No me iré hasta que suceda.

Lo peor es que no puedo pedir perdón si en verdad no pienso arrepentirme de mi decisión. No estoy ladrando para no morder, en serio me convertiré en «Delatina» si mi petición, mezclada con extorsión, es rechazada.

Total, no estaré siendo la mitad de mezquina que lo ha sido Ariangely.

—¿Umh? No hay nadie— susurro acercándome al sitio de reposo del alfa. Es muy probable que esté aquí.

Es raro que la cueva no esté rodeada de lobos como es costumbre. Ellos no suelen dejarlo solo a excepción de cuando Emre se aleja por decisión propia.

¿Y si me equivoco y se encuentra en otro sitio?

Para salir de dudas, me adentro en la cueva a pasos sigilosos para no llamar la atención. Camino unos segundos hasta detenerme con las cejas en alto al ver al alfa dormido entre un montón de sábanas.

Esperaba muchas cosas, menos encontrarlo así.

—¿Por qué?— escucho que susurra mientras duerme. De inmediato, me acerco más; poniéndome de rodillas al lado de él —No es justo. No deberías ser tan cruel.

Está soñando.

¿Y ahora cómo lo despierto? No debería, pero esto es importante. Por cada minuto que me tarde, Imri estará preso en ese horrible calabozo.

—Alfa— lo llamo en voz baja. No quiero espantarlo —Alfa Emre— le topo el brazo después de que no reaccione —Soy yo, Lúa. Tengo que hablar con usted.

No responde. Le muevo el brazo de manera seguida y es como si no estuviera aquí.

¿Qué está pasando?

—No corras mucho rápido— sigue murmurando —Te vas a caer. Caes y me echarán la culpa.

—Emre…

Ahora me siento mal por querer extorsionarlo. Solo hay que verlo, es un Imri más grande. ¡No ayuda en nada que se parezcan tanto!

—¿Qué estás haciendo aquí?

Bueno, habría sido peor que se tratara de Ariangely. Prefiero a Onil cien veces sobre ella. Quién me está observando con una expresión mucho más seria de lo usual. El hombre se aproxima, él se pone de cuclillas; apartando varios mechones del rostro de su papá. Onil lo observa unos segundos hasta que me mira con mucha más intensidad que antes.

»Vuelvo y pregunto, ¿qué haces aquí?

—¿Sabías que Imri está encarcelado?

—Umh, escuché algo así. ¿Y?

¿Cómo que «¿Y?»?

—¿No te importa?— frunzo el ceño.

—Me importa más saber el motivo por el que estás aquí. ¿No te habías ido? ¿Por qué perturbas al alfa?

—No perturbo a nadie, solo quería hablar con él.

Emre comienza a fruncir el ceño y a murmurar varias cosas. Él arruga el rostro dando media vuelta mientras posee una expresión afligida.

»¿Qué le pasa? ¿Por qué no despierta?

Tras su movimiento, la sábana bajó a su cintura. Onil vuelve a arroparlo con delicadeza y luego viene hacia mí y me saca del sitio jalándome del brazo.

¿Ariangely estará enterada de esto? No. Estaría aquí de ser así.

—¿Viniste a molestarlo con lo de Imri?— cuestiona con el ceño fruncido.

—¿Qué? ¿A ti no te conduele ver a tu hermano encerrado? Creí que ya se querían— cruzo los brazos —Estás en la cima de la cadena alimenticia, debiste hacer algo para evitar que llegáramos a esto.

—¿De qué cadena alimenticia me estás hablando?

Onil es un mandón. Según tengo entendido, él se ha encargado de la administración de la manada durante mucho tiempo. Puede que después de Emre, él me ayude con el tema de Ariangely.

Creo que es el único capaz de gritarle, y bien que ya lo ha hecho antes.

Que lo haga de nuevo.

—Tu madre se está comportando de manera egoísta. Ahora no tengo dudas de que Emre no puede con ella, no mientras siga así. Alguien debería ponerle un alto a sus acciones.

—Imri la desafió, no hay nada que se pueda hacer.

—Solo quiso irse. ¡Nadie está obligado a quedarse en un lugar donde no quiere estar! ¡¿Qué clase de controladora posesiva es…?!

Mejor paro. Se me estaba olvidando que hablo de su madre.

—El problema no radica en que haya querido marcharse, está en que quiera ser retirado de la manada. Eres humana, jamás lo entenderías.

—Con Avys ella no actuó tan dura.

—Con ambos hizo lo mismo.

—¿A qué te refieres?




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