POV Diego:
Me gustan las fiestas y pasar tiempo con mi familia y amigos. Volver definitivamente al pueblo era algo que anhelaba, no veìa la hora de poder regresar. Ahora ya recibido, podía ser de utilidad para mi gente.
Mi grupo de amigos, siempre iguales, Pedro era más cercano, nos criamos juntos. Pero Arturo era más bien alguien nuevo en el círculo. Con él, trajo a sus hermanas, que a decir verdad no recuerdo sus nombres. La mas pequeña era sociable y parecía sincera. Pero la otra se la notaba calculadora y con cierta malicia de fondo.
Justamente en la fiesta la doctora del pueblo me presentó a su hija, Aida, una dulce y tímida adolescente. La verdad es que era bonita, aun con los rasgos torpes que deja la adolescencia. La doctora nos pidió que la integraramos a nuestro grupo, lo cual con Pedro no tuvimos ningún problema.
Esa misma semana organizamos una juntada en la plaza del pueblo, la invitamos y pasamos un momento muy agradable y divertido. Ella tenía una luz que nadie más tenía. Era inocente.
Cada fin de semana de este verano, nos juntabamos con los chicos. Pedro traía siempre a Arturo, y este a sus hermanas. Soliamos ir de pesca, picnic, al cine, etc. Realmente lo pasabamos bien todos juntos.
Un día en el cine nos encontramos con Aida y una amiga de ella, a las que invitamos que se sentaran con nosotros. Cada vez más me gustaba estar al lado de ella. Esa inocencia, dulzura y timidez me tenían absorto. Cuando ella estaba viendo la película, aproveche para observarla. Era muy bella, era una belleza que nacía desde su interior, irradiaba luz, sin dudas en algunos años ella tendría muchos pretendientes. Y el solo pensamiento de eso, me molesta.
POV Aida:
Hoy estabamos con Carina en el cine y nos encontramos con Diego y sus amigos. Tambien estaban las hermanas de Arturo, Belen enseguida vino a saludarnos, en cambio Camila nos saludó de lejos nomas, como si le molestara nuestra presencia. No le di importancia.
Nos invitaron a ver la película con ellos, Carina accedió enseguida, entramos a la sala y nos sentamos con Belen; la verdad es que pasamos un momento muy divertido, nos reímos mucho. Luego de la película, Diego nos invitó a todos a su casa, para cenar algo. Llamé a mis padres y nos autorizaron, así que fuimos a cenar con el grupo.
La cena fue muy amena, eran muy divertidos todos y cuando llegó la hora de irse, Diego se ofreció a llevarnos. Era muy lindo, pero no quería pensar más allá de eso, para no hacerme ideas raras, y si, lo confieso, era una romántica empedernida.
Llegamos y Carina se bajó rapido diciendo que tenía que ir al baño. Entonces le agradecí a él por el gesto de traernos y cuando tomé la manija para abrir la puerta del auto, él tomó mi muñeca. (casi muero)
- ¿Puedo pedirte una cita?
Estaba tan sorprendida por su pedido que no me salían las palabras y mi cara de susto creo que lo asustaron a él tambien
- Si es que quieres... digo... si tienes tiempo
-Si, si quiero - lo interrrumpí
Su sonrisa, que era bonita, ahora se hizo aún mas bonita de ser posible
- Perfecto, mañana, ¿podes?
- Si, mañana es perfecto
- Bien, paso por ti a las 18:00 hs
Le sonreí y bajé de la camioneta.
Literalmente esa noche apenas pude dormir. No podía creer que tenía una cita con Diego.
4 semanas después
Estas últimas semanas fueron las más perfectas de toda mi vida, no podía creer todo lo que pasó en estos días. La cita fue perfecta, y pasó unos días y Diego pidió para hablar con mis padres, para pedirles si podía ser su novia. Mi madre encantadisima. Mi padre, como buen padre celoso, no lo estaba tanto. Pero aún así accedieron a que salgamos. El era super detallista y tierno, me sentía la mujer mas mimada del mundo con él. Salíamos con sus amigos, ya como pareja, realmente la pasamos muy bien.
Y ahora estabamos yendo a una peña que organizaba el pueblo, amaba las peñas, vestirnos de paisanas, los hombres de gauchos, bailar las danzas típicas, comer comidas regionales. Era una conexión con nuestras raíces y todos lo disfrutabamos mucho. Era la argentinidad misma, en el norte se lo vive más intensamente.
Estaba un poco triste porque tendría que separarme unos días de Diego, mis padres tenían un seminario de medicina y tenía que ir con ellos. El avión salía al día siguiente, así que esa noche pensaba pasarmela bien, bailando y comiendo, y diviertiendonos con nuestros amigos.
Todo iba de lujo, hasta que recibí un mensaje en el teléfono...