Ailyn

09

Ailyn movía de manera inquieta su pie tratando de escapar de sus ataques nerviosos e intentando entender su manera de actuar las últimas semanas. El rechazo a alfas fuera de su zona de confort, incluso si era un simple compañero de clases recogiendo las tareas terminaba obteniendo una mueca de asco por su parte más inconsciente, tratando de estar la mayor tiempo entre sus acercados o encerrada en la calidez de su hogar. 
Porque su olfato buscaba ese aroma que le traía los nervios de punta, odiando cualquier otro de un alfa a su alrededor. Incluso despreciando el que antes era su favorito, el aroma a café puro que Chía tenía a su alrededor. Ella lo estaba odiando, tanto que para no regalar una mala cara como sucedió en las clases decidió alejarse por completo de él, y todo otro alfa cerca que no entrada en la zona de confort de su tonto lobo.
Sus propias actitudes le estresan preguntándose hasta qué punto llegaría ese capricho por un completo desconocido. ¡Era un desconocido!. No importaba cuantas veces lo repetía en voz alta, al comienzo del otro día y a las afuera de su hogar volvía a buscarlo con el olfato hasta llegar a olvidar dos cosas importantes; que esa actitud significa algo que no esperaba y la manera en la cual sus ojos vieron luz ante el tacto del apretón de manos.
Sinceramente sentía volverse loca en busca de repuestas que no podía responderse o que era tan idiota como para no entender lo que el destino le estaba presentando. 

Los días en diciembre, junto al frío congelador, habían pasado como una estrella fugaz en su presencia por la ausencia que sentía en su interior tanto así que cuando Jiwoo le dijo que las vacaciones de invierno habían comenzado Ailyn no cayó hasta que su padre alfa le dijo al día siguiente que no era necesario ponerse el uniforme cuando ya no había clases.

Y allí estaba como idiota, con sus manos entrelazadas mirando oscuridad y sus ojos perdidos frente a la pared de la sala de estar mientras meditaba cómo volver a su vida el ritmo de siempre. Mordió su labio sintiendo las mejillas arder por como su tacto distingue el saco de su uniforme, porque si no lo había quitado quedando en trance luego de caer en cuenta que estaban en 22 de diciembre sin clases y a nada de las fiestas de fin de año. Pero ella recién lo notaba, y su interior se sintió contraído por estar tan perdido al presente.

Tan perdida en la nada. En lo desconocido. Sin saber qué hacer.

–Entonces, ¿Qué vestido prefieres? — la voz de Yerim la volvió al presente, parpadeó confundida.

–¿Qué?

–Agh, dios. Llevo desde hace una hora detallando los dos vestuarios para que elijas uno. — se quejó la beta bufando y cruzando sus brazos. Ailyn se encogió abrazando sus piernas y el sonrojo en sus mejillas apareció activando el sexto sentido de su amiga. — ¿Qué te sucede? 

–Hace días que estás así. 

–Concuerdo.

La voz de sus dos amigos alfas le hizo sentir más pena por lo que, aunque no los viera, ocultó su rostro entre sus piernas.

–Me siento.. rara. — murmuró muy bajito pero llegando a los oídos ajenos. — No puedo dejar de recordar el día.. ese día. 

–¿Qué día?

–El del celo adelantado. — dijo Jiwoo como si fuera obvio llevándose una mirada sorpresiva de la castaña. — Pero la gran pregunta es, ¿Por qué razón? No fue nada del otro mundo y lo sabes, hay algo que no cuentas.

–Sincerate, Ailyn. — soltó con confianza Minhyuk, queriendo contagiar del mismo sentimiento a su amiga.

–Hay un alfa que no conozco pero mi lobo lo quiere.

Los tres jóvenes presentes se miraron entre ellos buscando palabras pero solo obteniendo el mismo estado de impresión ante las palabras de Ailyn. Pero fue a Jiwoo a quien parecía caerle un balde de agua fría encima.

–Tu lobo que hace años que está dormido está pidiendo eso ... ¿Cómo lo sabes?

–Hmh .. es inquietante, de alguna forma me obliga a buscar su aroma en aire y llora dormido pidiendo por su presencia .. — soltó la pelinegro en un murmuró apenado, sus mejillas ardían demasiado. — El solo pensarlo o decirlo siento que es algo tan pequeño y que debería hacerle contra pero no puedo, es más fuerte que yo.

–Espera, Ailyn .. ¿De quien trata-

–Yerim, no. — la interrumpió la alfa ganándose una mirada furiosa de la castaña. — Ai, ¿Qué más sientes?

–Que necesito la presencia a mi lado. — se confesó, Jiwoo asintió mientras que los otros dos entendían muy poco. — Pero es estúpido.. ¡No lo conozco! .. no tanto.

–No hace falta conocerlo cuando sabes que estás cerca tu pareja predestinada. — dijo Jiwoo suspirando al cielo; una pareja predestinada. 

Ailyn solo asintió perdida en la nada, por alguna manera tonta su corazón latía apresurado y su lobo comenzaba a mover sus orejas; como si avisará que despertará. Ella también lo había pensado, no era tan difícil leerlo, pero no lo creía porque ella hubiera jurado que esa persona sería Romeo; pero también había jurado en el pasado que era Kuro pero así no fue. Entonces tampoco sería Romeo.


Y mientras sus amigos debatían en cuanta credibilidad había en las palabras de Jiwoo, la pelinegro suspiró volviendo hablar;
–El alfa de Lee. — soltó de golpe llevándose un quejido de confusión por parte de sus amigos entonces continuó. — E-es .. Mi lobo pide por el alfa de Lee SoHee.

Entonces se hizo el silencio en medio de la sala, la omega sollozó abrazándose a si misma porque odiaba sentir aquello cuando era un alfa exclusivamente prohibido. 

Estúpido lobo rompe hogares.

💕

–Seong-Jin, te habló.

–Y yo te ignoro, padre. — soltó el joven omega ganándose un gruñido de parte del alfa líder, soltó el cuchillo con el cual jugaba en su plato desviando su mirada al rostro serio de su padre.— ¿Ahora que es lo que quieres? 



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En el texto hay: omegaverse, omegaverse mpreg

Editado: 19.05.2020

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