“Era el cumpleaños número cien de Magdalena. Sus nietos y bisnietos habían fallecido y quedaba solo un tataranieto quien le había preparado la fiesta sorpresa. Su nombre era Omar y había ido con su esposa al festejo. Magdalena había tenido tres maridos, cuatro hijos, dos hijas, seis nietos, cinco bisnietos y un tataranieto. Había tenido una vida productiva dedicándose a lo que más amaba: la escritura. Había escrito docenas de libros inspirados en algunas de sus viviendas mezcladas con un poco de ficción. También era una ávida lectora. La mujer de Omar le preguntó:
-¿Cuál es su secreto para vivir tantos años, Magda?
-El aire – respondió la abuela.
-¿Pasó mucho tiempo al aire libre?
-No. Cada vez que venía un problema a mi vida, yo inhalaba lentamente y luego exhalaba.”
Al igual que Magdalena hay que tomarse la vida con más tranquilidad. No permitas que la ansiedad entre a tu vida. Recordá: inhalar y exhalar.