Todas se sorprendieron al escuchar esto, miraron a su amiga para corroborar las palabras que él estaba diciendo. Al mirarla pudieron ver lo tranquila que se veía, sus brazos cruzados, ojos cerrados y una postura de alguien que no hablaría ni negaría esas acusaciones.

—¿De qué está hablando Edith?—Preguntó Mona muy consternada.—¿Qué tipo de aliados buscaste?

—Creo que es bastante obvio, tu amiga se ha ido a meter al bando enemigo y los ha traído aquí.—La directora cada vez explotaba más en coraje por escuchar y saber esto.

—Yo no te pedí que vinieras.—Respondió Edith abriendo sus ojos.—Estoy bien, no necesito ayuda. Te dije que yo no voy a regresar a este bando de perdedoras.

—¿Segura? Te veía muy contenta y dispuesta a hacerlo cuando ella te lo pidió.

—Pues viste mal, yo no estoy de su lado y jamás lo estaré.

El grupo se sorprendió mucho al escuchar estas palabras corroborando así que el brujo oscuro y su amiga eran conocidos y aliados.

—¿Cómo pudiste irte del lado de los brujos que quisieron matarnos?—Mona se acercó a ella para reclamarle directamente mientras la sangoloteaba.—Esos brujos son los que mataron al maestro, ¿Cómo puedes siquiera hablar con ellos?

—Ajaw está muerto porque lo eligió así. Nadie le hubiera podido derrotar si no hubiera decidido dar la vida por alguien tan débil como tú.—Su actitud era fría, tanto como un clima helado en el polo sur.—Estos brujos me abrieron la puerta y me abrieron los ojos para hacerme entender que mi potencial podía ir más allá si aprendía de mis orígenes y no de las tonterías que enseñan en el instituto. Yo quiero seguir superándome en este camino.

—Entonces ¿A qué has venido aquí? —Preguntó Angy ya muy furiosa.—Mira que traer al enemigo a casa después que trataron de matarnos, y tú te fuiste a ese bando ¡Estás loca en verdad!

—Si de locas hablamos, yo soy una con sus metas fijas, no una que se cree heroína con superpoderes como tú.

El ambiente no podía ser más tenso, los constantes retos y faltas de respeto de Edith estaban molestando a todas por ahí. En caso de conflicto estaba claro quienes tenían la ventaja pero eso parecía ser algo que no le preocupaba en lo absoluto a ella.

—Entonces, ya que has elegido tu bando no habrá problema en que te aniquile.—La directora estaba muy enojada y nuevamente mostró su aura para amenazar a la joven aprendiz de Ajaw.—Lo siento mucho por tu maestro pero se terminó mi paciencia.

Al juntar sus manos y recitar un encantamiento, un gran viento hizo acto de presencia, uno tan fuerte que tenían que cubrirse los ojos para no sentirse cegadas. El viento corría en una sola dirección pero en cuanto cambió nuevamente sus manos de posición todo el viento tomó la dirección donde se encontraba el brujo en el árbol y lo lanzó fuera de él a una gran distancia.
El brujo no pudo reaccionar ante tal golpe y Edith poco pudo hacer pues aún continuaba tapándose los ojos, se percató de esto algunos segundos después al verlo volar pero tampoco mostró gran importancia ante eso.

—Bien ahora sí ya no hay nadie que nos moleste Edith. Esto que estoy haciendo es solo porque se lo debo a Ajaw.—La directora bajó sus manos y también la intensidad de su aura.—Puedes ser sincera y decirnos si ellos te estaban presionando para hacer algo malo, sea lo que sea nosotros te vamos ayudar y proteger.

El resto de chicas la miraron analizando que nunca consideraron esa opción. Tal vez ella había sido raptada y obligada a decir todo eso pero ahora que nadie la veía tal vez se podría sincerar y ser ella misma.

—Muchas gracias por lo que hizo.—Respondió Edith también bajando su intensidad energética. Cambió su semblante y caminó hacia la directora para tomar sus manos.—Usted es muy perceptiva como siempre, es una gran cualidad. Ahora le puedo decir lo que quiere.—Comenzó a explotar sus manos con energía y a presionarlas con más fuerza negándose a soltarla.—Yo no soy ninguna persona que se pueda manipular, es tan tonta como siempre, por eso caerá y nosotros gobernaremos ahora.

La directora intentó con gran fuerza zafarse pero no le era posible, el calor que sentía en sus manos era tan intenso que ya comenzaba a gritar de dolor.

—¡Suéltame estúpida niña, te juro que te vas a arrepentir!

—¡Cállese y muera con dignidad!

No tenía la intención de detenerse, afortunadamente Luz reaccionó y lanzó un hechizo con el que la arrojó lejos salvando a la directora.

—No puedo creer lo que veo. ¡Eres una traidora Edith!—Estaba muy furiosa, como pocas veces se le había visto.—Tenía la esperanza de creer que estabas bajo el control de un hechizo o que alguien te obligaba, pero no hay nada de eso, fue tu propia decisión irte con el bando enemigo y ahora eres nuestra enemiga.

Rachel y Angy se juntaron con Luz y no dejaban de verla con desprecio. En ocasiones las miradas pueden decir más cosas y en menos tiempo que las palabras.
La directora se incorporó y se alistó para atacar nuevamente a la recién llamada traidora pero Mona se interpuso en su camino derrapándose para detenerla con ambas manos.

—Por favor, no le haga daño.—Pedía con voz noble y con mirada firme.—No manchemos este día para Ajaw, si ella no le tiene respeto nosotras debemos hacerlo.

Por primera vez todas las ahí reunidas se sintieron identificadas con sus palabras y reflexionaron acerca de sus acciones.

—Ok así será.—Dijo la directora bajando su energía.—Yo no atacaré pero si ella está aquí e inicia la batalla no me importará y atacaré para frenarla, debo proteger el instituto y a todos los que se reúnen aquí.

—Si ella hace eso, le prometo que haré lo posible para destruirla junto a usted.—Mona se giró para ver a Edith muy retadoramente.—Ahora vete de aquí, es la última oportunidad que te damos, a la siguiente que busques problemas no nos tocaremos el corazón para salvarte, ¿Me oyes?

Edith solo las miró y salió de ahí para que la tranquilidad cubriera nuevamente el lugar.