Decisiones que duelen

Luz entró al lugar después que su amiga quitara los sellos, comenzó a evaluar y con una visión muy analítica sintió gran armonía por la energía impregnada de su amiga cada vez que entrenaba.

—Estoy segura que valió la pena, llenaste de vida este lugar, tu esfuerzo, emociones y dedicación están por todas partes. ¡Hiciste un gran trabajo!

Ambas se adentraron en la casa que tenía unos espacios muy oscuros pero nada escalofriantes. Al menos para dos hechiceras con amplio conocimiento y experiencia en las artes oscuras, un espacio así, no les asustaba para nada.
Caminaron lentamente, Luz iba detrás de Rachel quién encendió un poco su energía en su mano derecha para alumbrar el camino.—Ya casi llegamos, nos dirigimos al tercer piso, ahí dejé la mesa y todo lo necesario para el hechizo.

—¿Y qué te diré después que terminemos? Seguramente te sentirás muy incómoda al verme y más en una casa abandonada.

—Ese último punto también lo tengo cubierto, me gustaría pedirte que me pongas a dormir y después de eso me lleves fuera de la casa, ahí un chico me recogerá y llevará a casa.

—¿Un chico?, ¿Qué clase de chico es para que no vea mal está situación?—Preguntó muy intrigada mientras fruncía el seño intentando entender el plan de su amiga.

—Es el chico con el que pretendo tener una vida normal, no sabe a detalle las cosas solo le expliqué lo suficiente para que no haga preguntas y me lleve a casa con mi madre.

—¿Estás segura que puedes confiar en él?

—Si, estoy segura.

—Muy bien, confío en ti y no haré más preguntas. Si ya tienes todo controlado entonces comencemos.

—Nuevamente te agradezco que hagas esto por mi y todo lo que pasamos juntas.—Rachel la miró tiernamente con ganas de llorar pero sin lograrlo.

Ambas se trasladaron hasta el segundo nivel donde la habitación estaba preparada para el hechizo.
El lugar era muy amplio con poca ventilación y con mucha oscuridad.
Al entrar, Rachel tronó sus dedos y de inmediato se encendieron muchas veladoras que desfilaban por las cuatro paredes, las flamas eran de color anaranjado y conforme las brujas se acercaban aumentaban de tamaño a gran escala. En las paredes había muchos símbolos marcados y una gran mezcla de olores dulces y cítricos rodeaban el aire. Olerlos era un deleite para dos narices bien desarrolladas de estas dos grandes hechiceras.
Continuando con el recorrido llegaron al centro de la habitación donde había una mesa con muchos ingredientes perfectamente ordenados y organizados. Entre ellos resaltaba un caldero de plata en el centro, varios embases con líquidos de colores azul y amarillo. Había también una imagen de una deidad hindú que era adorada para la inteligencia y todas las cuestiones mentales, en este hechizo ocupar la energía de una deidad así era lo ideal.
Había un recipiente con tierra, otro más con varias piedras como cuarzos y obsidiana, estos dos recipientes alineados bajo el símbolo del elemento tierra que las culturas prehispánicas del continente habían adoptado. También había agua pura vertida en una jarra de cristal custodiada de igual forma por el símbolo de su elemento.
El fuego y el aire no eran la excepción, había una gran flama sobresaliendo de un recipiente de color amarillo que estaba al otro extremo del elemento agua.
El aire estaba representado de igual manera con su símbolo prehispánico y con un objeto llamado "cortavientos". Este era una combinación de varias figuras hechas del mismo material, (cristal puro). Las cuales estaban atadas a una base y en ellas varios picos en distintas direcciones para cortar así el viento que llegaba hasta ellas. Los diferentes tipos de cortes y su posición eran para dar un seguimiento mayoritario con el cual el propio viento hacía muchas formas diferentes. Con todo esto, se podría decir que estaba siendo controlado. Una forma muy práctica de manipular al elemento menos tangible y utilizar sus propiedades para representar pero también para tenerlo de manera física en el hechizo.
Había elementos de gastronomía, un poco de chocolate y algunas mermeladas que eran de vital importancia para este hechizo, metales como el oro y la plata también estaban presentes. Algunos pelos de animales como perros y murciélagos aguardaban en el interior de una botella de plástico transparente. Todo esto para ser utilizado en el momento ideal.
Había elementos más naturales como plantas secas. Estas se podían encontrar en cualquier barrio o llano con muchas hierbas consideradas malas. Tenían un poco de tierra y varios frascos vacíos. El elemento principal era la presencia de la bruja a la cual se le haría la extracción de sus recuerdos y su dispocisión, así entonces se logró completar todo y el hechizo estaba listo para comenzar.
Rachel se sentó arriba de la mesa esperando que su amiga diera inicio a lo acordado.
Luz puso manos a la obra, hizo una ligera meditación para poder invocar su energía y estar lista para cumplir el hechizo lo mejor que podía.
Una vez que se sintió preparada puso todos los elementos donde debían ir, consagró cada uno de ellos así como sus manos para realizarlo.
Comenzó a mezclar los cuatro elementos, los atrajo a ella con su energía y se incorporaron en su cuerpo como si fuera un metal a punto de fundirse.
La mezcla que se originó dió vida a un elemento nuevo llamado "cristal" Este elemento era muy usado por las brujas en los rituales y hechizos de mayor nivel pues al fusionar los elementos nacía un material capaz de almacenar la energía a un nivel mayúsculo y al consentrarla podía multiplicar el poder. Así la hechicera no se preocupaba por obtener una fuente de poder y solo se concentraba en realizar el hechizo agregando los demás ingredientes.
Luz siguió estos pasos usando toda la experiencia que había ganado en el tiempo que aprendió de Ajaw. Sus habilidades en hechizos detenidos era su fuerte, aún recordaba cómo se alineaban mientras sus amigas atacaban ella seguía atrás de respaldo.
Este hechizo no le tomó más de 20 minutos, tiempo en que unió todos los elementos y recitó el encantamiento para así liberar a su amiga de los recuerdos que no deseaba. Utilizó un ritual previo para impedir algún mal para ambas por hacer ese hechizo. Todo tenía que salir a la perfección pues tenían el poder y el conocimiento para lograrlo.