Ajaw y las discípulas

El encuentro final

La nueva bestia estaba lista para mostrar su poder. Se sentía tan inigualable que ni todos los brujos ahí reunidos podían competir con él.
Steysi y Angy se dieron cuenta de eso pero sin importarles se lanzaron al ataque. Debían defender el instituto a cualquier costo.
Ambas concentraron toda su fuerza en lanzar los hechizos pero la bestia ni se inmutaba. Seguía caminando hacia ellas recibiendo cada uno de los hechizos directamente sin recibir daño.

—¿Qué hacemos?—Preguntó Angy desesperada

—De momento solo podemos retroceder.—Le indicó la directora.—Vamos a reagruparnos, pensaremos en algo.

Ambas brujas se desplazaron hacias atrás, muy cerca de donde reposaban sus compañeras. Por fortuna para ellas Luz estaba recuperada, se había vuelto una experta en el arte de la sanación. Se encontraba ayudando a Mona y a Edith lo cual provocó gran molestia en Angy.

—¿En Serio la estás ayudando? —Le quitó las manos del, cuerpo de Edith para cortar la sanción.—Después de lo que hizo se merece morir.

—Es verdad.—Respondió Edith con un tono débil.—Si me recupero, lo primero que haré será atacarlas.

Luz se desconcertó. Por un lado sabía que en la guerra tenía que actuar con frialdad, pero por otro deseaba salvar a la que aún consideraba amiga.
La situación se vió interrumpida rápidamente por el nuevo ser. Se acercó rápidamente para ponerlas en peligro.

—Ya se lo que haré.—Su tono de voz era muy grave.—Les daré una muestra de mi poder.

El ser aplaudió un par de veces, el sonido de sus palmas invocó a varias estatuas a alrededor.

—Estos son los espíritus que sellaron la guerra pasada.—Lanzó un rayo morado que liberó los sellos.—Serán el alimento perfecto para ellos. Así pagaré mi deuda.

Los espíritus antiguos salieron volando al romperse los sellos. Su sed de sangre era tanta que atacaron a todos los brujos presentes sin importar el bando. Se estaban alimentando de su energía y de su sangre.

—Lo único que faltaba.—Dijo Angy muy frustrada.—Esos seres no pueden ser derrotados, solo pueden ser sellados y es muy complejo.

—No conozco mucho sobre sellos.—le dijo Steysi con nostalgia.—Pero si me dices que hacer te sigo.

—No es así de simple.—Le contestó con la misma frustración.—La última vez necesitamos mucha energía, además con el procedimiento que nos enseñó el maestro necesitamos ser cinco. Solo nosotras conocemos el procedimiento.

De pronto para sorpresa de todos incluida la bestia, se abrió un portal en el centro del instituto. Era tan oscuro y grande que todos podían verlo. “Por suerte estamos las cinco aquí” Se escuchó dentro del portal.
Angy conocía esa voz y pudo corroborar que se trataba de Rachel cuando la vió salir del portal. A su vez lanzó una cortina de polvo dorado que direccionó hacia la bestia enemiga. Ese no era un hechizo cualquiera, era uno que lo cargaba. La bestia estaba incapacitada.

—Ese hechizo no durará mucho tiempo,—Afirmó Rachel al acercarse con las demás.—Cura a Mona y a Luz, juntas podemos sellar a esos espíritus de nuevo.

—¡Qué gusto verte!—Exclamó Luz al verla.—¿Qué haces aquí? Creí que no quería saber más de la magia y este mundo…me pediste borrar tu memoria.

—Lo sé pero no hay mucho tiempo para explicarte.—La miró igual de contenta.—Solo te diré que alguien regresó mi memoria rompiendo ese hechizo y me pidió venir.

—Me da mucho gusto verte,—Agregó Angy con alegría.—Pero no sabes todo, aunque queramos seguimos siendo cuatro gracias a esta traidora. Aunque la curemos ella nos atacará.

Rachel se le quedó viendo a Edith con compasión, ella correspondió la mirada pero de inmediato la bajó, comenzaba a sentirse avergonzada.

—¿Nos ayudarás? —Le preguntó decidida.

—No, somos enemigas…

—Lo ves. —Dijo Angy enojada.—Tenemos que pensar en otra cosa.

—Espera, si nosotras no la convencemos tal vez él si…

Del portal que abrió Rachel salió otra persona, el brujo más poderoso de todos los tiempos… Ajaw.

—Siento haberme demorado.—Dijo al salir con su característico carisma.—Salir de la tierra de los muertos es más complicado de lo que pensé.

Las jóvenes brujas no lo podían creer, su gran maestro estaba ahí para hablarles de nuevo. Mona recuperó su ánimo rápidamente al igual que Edith, solo que está última se sintió terrible. Le daba mucho gusto verlo pero ella había cambiado.
Ajaw bajó rápidamente hasta donde estaban las chicas quienes seguían muy sorprendidas.

—Entonces este es el plan.—Dijo su maestro al mirarlas.—Yo me ocupo de Selt y su nueva forma y ustedes vayan a sellar espíritus.

—Maestro…—le habló Edith sin mirarlo.—yo he hecho cosas malas.

La actitud de la jóven bruja era totalmente diferente. Al verlo pudo recordar el pasado y sentía que tenía una nueva misión de vida, una que le gustaba mucho más. En ese momento sintió que podía recuperar su camino. Lo mismo sintieron las demás que se levantaron inmediatamente para cumplir la petición de su maestro.

—Entiendo que hiciste cosas malas.—Le dijo Ajaw.—Pero no es momento de lamentarse, es momento de corregir.

—Si…maestro…—Edith miró a sus compañeras. —Les ayudaré si ustedes quieren.

Rachel la aceptó inmediatamente, después Luz y Angy pues entendieron que no había tiempo que perder y que era la única opción. Además sintieron que el rencor se iba ahora que su maestro estaba de vuelta.
La que permaneció sin decir nada fue Mona. Se levantó y se acercó a Edith con su mirada fija. Caminó lentamente y cuando la tuvo suficientemente cerca le dió la mano y le sonrió en señal de aceptación. La jóven bruja aceptó su mano y le devolvió la sonrisa. El equipo estaba listo para actuar.

—Asi que regresaste a tu nido.—Le dijo el brujo Selt a Edith una vez que pudo librarse del polvo de Rachel.—No esperaba menos de alguien que lleva la traición en su ser.

—Te sienta muy bien ese look Selt.—Interrumpió Ajaw drásticamente.—Has vendido tu alma tantas veces que das vergüenza.



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Editado: 23.03.2025

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