Mi día se me hacía eterno, no se si era por aburrimiento o porque en realidad era largo pero eso era lo que me parecía a mi. Un día para mi era así:
Me levanté súper cansada por el ruido de mi alarma. Después de lavarme los dientes y asearme bajaba a desayunar. No solía comer mucho porque luego me veía muy gorda así que tan solo me tomaba un batido de chocolate, un café o un simple batido de frutas. A continuación, acababa de prepara todo lo que iba a necesitar en el día: los bolígrafos, si hacía educación física cogía todo mi set de aseo personal como por ejemplo el desodorante, una toalla para el sudor, un poco de perfume, ropa de recambio... Todo metido en mi bolsa deportiva.
Después de acabar de prepararme, me ponía en marcha para andar hasta mi universidad. No quedaba lejos pero tampoco la tenía al lado. Me ponía mi música para caminar metida en mi mundo, en mis cosas. Cuando llegaba, habitualmente la puerta ya estaba abierta así que entraba y me dirigía a mi taquilla para coger los libros. Me pasaba la mañana en clase y sobre las 11:00, iba a la cafetería a desayunar. Siempre tomaba una pieza de fruta y una botella de agua. Cuando acababa mi "desayuno", salía al patio a esperar a que volvieran a comenzar las clases. Mientras esperaba, solía estar con el móvil, escribir mis pensamientos en una libreta, escuchar música... Luego volvía a acabar las clases.
A las 13:30, acababa mi horario lectivo. Me comía un pequeño sándwich y caminaba a mi siguiente parada del día: Mi trabajo. Trabajaba en un restaurante de Mcdonald's como encargada de anotar los pedidos. Se que no se gana demasiado en ese empleo pero era suficiente como para tener mi propio dinero de manera que no dependía de mis padres y podía comprarme lo que yo quería o necesitaba y eso era lo único que necesitaba. A las 20:00 acababa mi turno y por fin podía volver a casa. Como aún no se había hecho muy oscuro y era una zona que acostumbraba a estar llena de gente, iba caminando, aunque a veces cogía un taxi porque estaba exhausta.
Cuando llegaba, lo primero que hacía era darme una ducha relajante, así podía despejar mi mente y pensar en mis cosas. A continuación, acababa mis deberes de la universidad, solía tener cada día así que eso ya formaba parte de mi rutina. Siempre acababa a partir de las 21:00 porque tenía que hacer muchas cosas o simplemente porque era algo muy largo. Una vez hechas mis tareas escolares bajaba a ver la televisión. Como mi madre acostumbraba a trabajar hasta tarde, estaba sola en casa así que podía ver lo que yo quería. No solía cenar, pero si lo hacía no comía mucho, tan solo algo de fruta, un batido o un yogurt.
Alrededor de las 23:00, subía a mi habitación a dormir, o por lo menos a intentarlo. Me tumbaba en la cama pero nunca me dormía a la primera debido a mis muchos problemas, entre ellos el insomnio, la depresión y la ansiedad. Después de dar muchas vueltas, miraba mi móvil o simplemente me quedaba en silencio hasta que se hacía tarde. A las 00:30, miraba sin tenía algo que hacer ya fuera doblar la ropa, ordenar mi armario... Siempre encontraba algo que hacer. A la 1:30 volvía a intentar dormir. Conseguía coger el sueño pero eso no duraba mucho, en torno a las 3:30 me despertaba ya fuera porque tenía que ir al lavabo o porque no podía dormir más. Cuando conseguía volver a dormir (1 o 2 horas más) sonaba el estúpido despertador que me indicaba que tenía que levantarme para ir a la universidad.
Ese día estaba muy cansada así que nada más llegar a casa me fui directa a mi habitación y me encerré allí. Había tenido un día muy cansado: todos se habían reído de mí a la hora del almuerzo por una gamberrada que alguien me había hecho y cada vez que paseaba por los pasillos se empezaban a burlar de mí con comentarios bastantes duros.
Ya estaba harta de todo, sentía que mi mundo se derrumbaba cada día más y que no iba a aguantar mucho más. Siempre tenía a alguien que me hacía la vida imposible y me estaba hartando.
No tenía a nadie con quien hablar y desahogarme así que cogí mi libreta y empecé a escribir:
¿Cómo puede uno seguir adelante con tanta gente a su alrededor complicándole la existencia? ¿Qué se hace cuando ya no hay más fuerzas de seguir adelante?
Estoy muy cansada de siempre aguantar lo mismo por todas partes, quiero largarme de aquí y no volver nunca jamás. No le encuentro sentido a la vida. Muchos dicen que es ser feliz y tener una familia pero yo no lo veo así. No es tan sencillo ser feliz. No todos tienen una vida del color de rosa. Siento que ya no vale la pena seguir esforzándome. Creo que ya he logrado comprender a qué se debe todo lo que me está pasando y me estoy dando cuenta de que no hay nada que pueda hacer para arreglarlo o simplemente mejorarlo un poco...
Estuve tan enfrascada en mis pensamientos que no me di cuenta de que se había hecho muy tarde. Acabé de recogerlo todo e intenté descansar un poco aunque sabía que me iba a resultar imposible con tantas cosas en mente.