— Lo siento Garett, pero esto ya no está funcionando para mi.
Con incredulidad veo a Gwen abriendo una maleta que está sobre la cama en la cual mete sus pocas pertenencias que están en mi departamento, vaya día de mierda; he perdido un contrato que me ha costado varios millones, mi asistente me ha dicho que renunciara en dos semanas para darme tiempo de buscar otra, pero como si eso fuera poco llego para encontrarme que mi novia y a la que creía mi alma gemela por más de tres años me esta dejando.
Gwen es alta, piel clara, ojos azules claros, cabello rubio, largo y ondulado, con unas piernas de infarto que estoy seguro de que ha sido la fantasía de más de un hombre. En pocas palabras Gwen Lewis es algo así como una Candice Swanepoel excepto por la estatura, Gwen es más baja.
— ¿Como que esto ya no funciona? — gruño.
Ella al fin termina de meter sus cosas, cierra la maleta, la pone en el piso y con un suspiro de cansancio me dice "lo siento". Ella comienza a caminar fuera de la habitación, baja las escaleras y como el estúpido que soy la sigo, como si necesitará hacerlo para confirmar que esto se ha acabado.
— Adiós Garett.
— No te puedes ir así sin más, necesito una explicación. — le exigo.
Ella como si ya estuviera harta de la situación se para y pasa su peso de una pierna a otra y suspira.
— Tengo 32 años, hemos estado juntos casi cuatro años y sin embargo no sientes nada por mi, no eres capaz de pensar en otras personas más que en ti y simplemente esta relación ya no me satisface así de sencillo.
— Claro que siento algo por ti. — digo en un susurro. Ella pone los ojos en blanco e irritada me dice:
— Tu hablas de la forma sexual.
¡Que carajos hay de malo en el sexo! Claro que no se lo digo y decido cerrar mi boca.
— Ni siquiera eres capaz de negarlo.
Conocí a Gwen hace siete años en una fiesta, cuando ambos teníamos 25 años, esa noche no pasó nada más que solo simple flirteo. Después de eso nos volvimos a encontrar una semana después y una cosa llevó a la otra, ella no vivía en la ciudad por lo que solo estábamos juntos cuando ella estaba en la ciudad y seguimos así hasta tres años después cuando "formalizamos" la relación y sentía que era la mujer adecuada.
– Claro que te... amo. — las palabras simplemente salen en un susurro y ni hablar sobre la última. —Te lo puedo demostrar.
— Has tenido tres años para hacerlo, adiós Garett.
Termina de decir para dar media vuelta entrando al elevador y así de fácil salir de mi vida.
🔸🔹🔸
Esto es un caos, la cabeza me duele, Shannon mi asistente ha llegado una hora tarde, se le ha olvidado que tenia una conferencia a las once y a esa misma hora vendría un inversionista haciendo que mi horario colapsara. No he tenido tiempo ni de ir a almorzar, definitivamente nada está saliendo como lo tenia planeado y a todo eso sumemos la inesperada visita de mi padre. Físicamente somos parecidos, piel clara, ojos azules oscuros, cabello rubio corto y lasio aunque el de mi padre se ha vuelto un rubio opaco debido a la edad, añadiendo que soy varios centímetros más alto, mi padre simplemente es la versión vieja de mi y se encuentra sentado enfrente de mi.
— Me puedo hacer cargo de esto, no tienes por que preocuparte. — le digo para tranquilizarlo.
Sin embargo él solo me mira de una forma retadora, el día de ayer me informaron que varios inversionistas se habían retirado haciendo que tuviera ganas de jalarme de los cabellos. Y cómo era de esperar mi padre se había enterado. Hacía algunos años que el se retiro de la presidencia dejándome a mi al cargo.
— Será mejor que sea así, nuestros socios están nerviosos. — me dice en tono de regaño, pero a la vez tiene un semblante preocupado. — Bien, cambiando de tema, tu madre me ha dicho que hará una cena el viernes y espera que vayas con Gwen.
Trago saliva rápidamente, si supiera que Gwen terminó conmigo ayer, estoy seguro de que me tiraría por la ventana sin importarle que estuvieras en el décimo octavo piso. Estoy a punto de informarle sobre ese peculiar dato, cuando el teléfono suena.
— ¿Qué sucede Shannon? — digo apenas y tomó el teléfono.
— Todos están en la sala de juntas, lo están esperando.
Le doy un gracias y cuelgo. Le digo a mi padre que tengo que ir a hablar con los socios. Ambos nos levantamos se despide de mi con un abrazo, me dice que confía en mi y se va.
Camino a la sala de juntas me topo con Jamie Hawk, mi más grande amigo 6 encargado del departamento de aeronavegación.
— Con que necesitas calmar a los leones. — dice apenas y llegó a su lado. Suelto un bufido.
— Están haciendo una tormenta en un vaso de agua. No tienen porque preocuparse, quizás hayamos perdido una posible inversión, pero te aseguro que conseguirás el doble de lo que aquel tipo pensaba darnos.
Jamie ríe, me da unas palmaditas en el hombro y se despide.
Me acomodo mi saco y entro a la sala donde rápidamente todos voltean a verme.