Al filo de la navaja

Cap. 27 Disgusto

 

Hermione no sabía si reír o llorar, miró a su madre que parecía a punto de desmayarse y al instante Jason dejó de seguir sus pensamientos para seguir su mirada, lo que fue una suerte, porque logró sujetar a la señora Granger. Aunque la mujer no llegó a perder el conocimiento, la ayudó a tomar asiento y después de asegurarse que estaba bien, se concentró de nuevo en Hermione.

  • ¿Qué quieres hacer?

La chica lo miró con desconcierto y él notó que no había interpretado correctamente su pregunta, de modo que intentó ser más específico.

  • Estás a mitad de curso y aun te falta un año para terminar la escuela  --  dijo con serenidad  --  es posible que no sea el mejor momento para…
  • ¡Jason!  --  lo interrumpió ella horrorizada  --  Estamos hablando de una vida, de la vida de mi bebé  --  terminó elevando el tono
  • Escúchame, aun no podemos considerarlo “un bebé” ¿de acuerdo? En términos…
  • No me interesa cómo quieras llamarlo o en qué términos, es mi bebé

 

Jason suspiró y asintió.

  • De acuerdo, no se trata de que quiera hacerlo, Hermione, pero era mi deber planteártelo, aunque obviamente es tu decisión

Dicho esto, caminó hacia el escritorio tomó la pluma y escribió algo en un pergamino para luego entregárselo a Hermione.

  • Las primeras semanas son las más delicadas, no realices esfuerzos innecesarios, aliméntate adecuadamente e intenta descansar.

Se hizo un silencio incómodo luego del cual Jason volvió a hablar.

  • Eres una de las mejores alumnas de Hogwarts, no creo que el profesor Dumbledore ponga objeciones para que termines tu año escolar.

Como de costumbre, Hermione se sorprendió de la “intuición” de Jason, pero intentó prestarle atención.

  • También estoy razonablemente seguro de que Madame Pomfrey está en capacidad de controlar tu embarazo, pero me gustaría, si me lo permites, solicitar autorización al director para realizar yo mismo tu chequeo mensual  --  concluyó

Ella se quedó mirándolo en silencio y repentinamente las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas. Jason suprimió la distancia entre ellos y la abrazó. A pesar de lo mucho que le costaba aceptar la situación y con la absoluta seguridad de que iba a arrepentirse de decir aquello, igual lo hizo.

  • No tienes que preocuparte por nada nena, estoy seguro de que… el padre estará feliz.

Pero las lágrimas de Hermione obedecían a lo sorpresivo de todo aquello, no a que tuviese miedo en realidad. No podía creer que ella, precisamente ella, que todo debía tenerlo controlado, hubiese descuidado algo tan importante, y ahora su vida había cambiado drásticamente en un abrir y cerrar de ojos. Lentamente se serenó y se separó de Jason.

  • Gracias Jason, y lamento haberte gritado, pero es que…
  • Descuida, entiendo perfectamente, solo espero que tú entiendas que era mi obligación decirte lo que te dije, porque es el procedimiento normal en los casos de embarazos precoces  --  y levantó la mano para detener su protesta  --  sé que ya eres mayor de edad, pero aun vas al colegio y no… bueno aun no tienes una relación formal  --  finalizó de manera delicada.

La chica volvió a agradecerle y caminó hacia su madre que seguía en estado de shock.

  • Puedo darle algo para…  --  comenzó Jason
  • No, no te preocupes, yo me encargo, solo está sorprendida, pero ya lo habíamos conversado.

Y efectivamente así era. Apenas Hermione tuvo la sospecha de lo que podía estar sucediendo, corrió a contárselo a su madre y ella se ofreció a llevarla al Hospital para hacer los exámenes pertinentes. Sin embargo, por el corto período de tiempo de gestación, la medicina muggle, no había logrado detectarlo, razón por la cual la madre de Hermione ahora se encontraba en ese estado. Después de haber experimentado el alivio de lo dicho por los médicos de su centro Hospitalario no esperaba otro resultado.

La chica la ayudó a ponerse de pie, agradeció nuevamente a Jason y marcharon. Ahora tendrían que decírselo a su padre y luego debía hablar con Lupin, y aunque no tenía idea de cómo iba a tomárselo, esperaba que la noticia lo hiciera tan feliz a él como la hacía a ella. 

Unos minutos después que Hermione abandonó el cubículo, Jason salió y a toda prisa se quitó la chaqueta del uniforme, se colocó la suya y entrando a la chimenea abandonó el hospital sin dar explicaciones a nadie. En cualquier caso, no necesitaba hacerlo, no tendría que estar trabajando ese día, pero de igual manera extrañó a todos esa súbita partida.

Salió de la chimenea en el despacho de Dumbledore, pero el director no se encontraba allí, de manera que salió y caminó por los desiertos pasillos hasta llegar al área dónde tenían a Sirius. Entró sin llamar y como esperaba, Remus estaba allí sentado al lado de la cama con un libro en las manos. Al verlo se puso de pie, pero Jason no lo dejó hablar. Lo tomó por el frente de la camisa y lo estampó contra la pared.

  • Escúchame bien, te he admirado, te he querido y te he respetado. Pero te juro por la memoria de mis padres que, aunque lo último que quiero en la vida es verla en tus brazos, si la haces sufrir no me temblará el pulso para hacerte pedazos. Y te conviene recordarlo, porque no tendrás ocasión para arrepentirte.



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En el texto hay: fanfic harry potter outcannon, principio y final

Editado: 11.09.2022

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