Al filo de la navaja

Cap. 31 Doloroso fin de año

 

A pesar de que Remus había hecho todo lo imaginable por conseguir acercarse a Hermione, parecía que mientras más lo intentaba más se alejaba ella. De modo que el desdichado hombre sufría los horrores del infierno. Ya venía pasándolo realmente mal, pero una vez que Dumbledore lo puso al tanto de la situación de la chica, su angustia había alcanzado límites inhumanos. De modo que la tenue alegría de la lenta, pero segura recuperación de Sirius, se vio opacada por el sufrimiento al que lo tenía sometido la situación con Hermione.

El seguía fiel a su costumbre de pasar las horas hablándole a Sirius, tanto si lo escuchaba como si no, aquello parecía ser mucho más beneficioso para él que para su amigo. Estaba en ello cuando un gato plateado se posó a su lado.

  • Remus, Hermione está siendo trasladada a la enfermería

No había terminado de extinguirse la voz de la profesora McGonagall, cuando ya el corría hacia la puerta.

Llegó a la enfermería casi sin aliento después de atravesar a la mayor velocidad que le fue posible, los pasillos del colegio y maldiciendo por no poder aparecerse directamente en el lugar. Dumbledore, que parecía venir entrando también, tuvo que sujetarlo para que no irrumpiese donde Jason y Madame Pomfrey atendían a la chica.

  • ¡Cálmate Remus!  --  pidió Dumbledore, aunque aquello a todas luces era impensable
  • ¿Qué sucedió? ¡Quiero verla!  --  exclamó él
  • No lo sabemos aún  --  dijo el director  --  a menos que…  --  y miró a Harry y a Ron  --  ustedes estén en conocimiento de esa información.

Ellos se miraron durante una fracción de segundo y parecieron llegar a la misma conclusión. De manera que tan sucintamente como les fue posible y tratando de no buscarle problemas a Jason, narraron lo sucedido, pero a medida que avanzaban en el relato vieron como la angustia y el dolor de Lupin eran si no sustituidos, sí superados por la rabia. Tanto Harry como Ron habían sido testigos en una ocasión de cómo sucedía la transformación de Lupin, pero en esta oportunidad no era de noche ni había luna llena, y aunque ciertamente no estaba transformándose en Lobo si fue muy visible para ellos el destello salvaje en sus pupilas.

  • ¡Desgraciado!  --  exclamó

La expresión los sorprendió tanto como la ira latente tras ella. En los años que llevaban conociendo a Remus, en muy raras ocasiones lo habían visto realmente molesto y nunca lo habían escuchado insultar a nadie. Dumbledore había renunciado a detenerlo por la fuerza, en cambio había sujetado su varita y lo apuntaba en aquel momento con ella.

  • Remus tranquilízate  --  dijo aun con voz pausada  --  no me obligues a inmovilizarte
  • ¡Voy a darle su merecido a ese miserable!  --  continuó vociferando Lupin, pero ciertamente no pudo moverse
  • Me temo que ya alguien se te adelantó, Remus.

Todos a excepción de Lupin que no podía hacerlo, giraron la cabeza al escuchar la voz de la profesora McGonagall que acababa de entrar a la enfermería.

  • ¿Minerva?  --  dijo Dumbledore en forma interrogativa
  • Encontré al profesor Snape en el aula de Pociones  --  en este punto miró a los chicos y luego continuó  --  enmudecido, atado, con un profundo corte en la cara y víctima de una maldición atormentadora  --  se detuvo de nuevo, pero como nadie dijo nada continuó  --  Quise traerlo a la enfermería, pero se negó diciendo que él podía atenderse solo.

Los chicos pensaron que por mucho daño que Jason le hubiese hecho a Snape, y ellos sabían que le había hecho bastante, ese individuo estaba en deuda con el sanador, porque era muy probable que gracias a él, se hubiese salvado de una muerte casi segura a manos de Lupin. Pero en ese momento enfrentaban otro problema. Al escuchar aquello, Remus había recuperado el buen sentido y los miraba con los ojos desorbitados. Dumbledore al ver que el hombre se había tranquilizado, levantó la inmovilización e inmediatamente Lupin se dirigió hacia los chicos.

  • ¿Ustedes hicieron eso?
  • No

La voz provenía de algún punto tras Harry y Ron, y todos los demás miraban por encima de sus cabezas, de modo que se giraron y vieron a Jason de pie a pocos metros.

  • Lo hice yo  --  dijo el sanador

Hubo un largo minuto de silencio, pero tanto Dumbledore como McGonagall, consideraron inconveniente hacer preguntas en ese momento acerca del ataque.

  • ¿Cómo está la señorita Granger?  --  preguntó en cambio el director
  • Su presión se elevó de manera alarmante  --  informó Jason  --  pero ya se encuentra estable.
  • Quiero verla  --  dijo Remus y comenzó a caminar

Sin embargo, tuvo que detenerse porque Jason se interpuso en su camino.

  • No puedo impedirte que la veas, pero si realmente la quieres, no le impongas tu presencia si ella no la desea, porque le harás más daño que bien  -- dijo

A pesar de que no había nada incorrecto o grosero en sus palabras, el tono en el que fueron dichas, dejaba pocas dudas acerca de lo que sucedería si Lupin no prestaba la debida atención a la casi amable sugerencia.



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En el texto hay: fanfic harry potter outcannon, principio y final

Editado: 11.09.2022

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