Después de una traumática noche para Hermione, finalmente aceptó que por el bien de Lyra debían esconderse. Harry por su parte había decidido que nada tenía que hacer allí, y que mientras más pronto se marchara mejor. Sin embargo, Ron lo convenció para que se quedara por lo menos hasta después de la boda.
Los Lupin pasaban la mayor parte del tiempo en La Madriguera, mientras decidían el mejor lugar para esconderse.
Jason llegó al día siguiente del altercado con Scrimgeour, con la novedad de que lo enviaban a algún apartado lugar de Gales, con la supuesta misión de organizar un centro de salud en una pequeña comunidad exclusivamente mágica, pero estaba claro que era un “castigo”, de modo que el chico presentó su dimisión ante las autoridades del Hospital.
Harry sintió un desagradable nudo en el estómago. Conocía a los Weasley desde que había ingresado al mundo mágico, y para él eran las mejores personas del mundo, los consideraba su familia, pero con todo, sabía que nunca le permitirían colaborar con los gastos de la casa. De modo que el hecho de que Jason se hubiese quedado sin trabajo, le preocupaba enormemente, aunque a ellos parecía que no.
Y como cosa extraña últimamente, vieron reír a Jason.
Pero antes de que nadie pudiese decir nada más, un lince plateado se posó sobre la mesa haciendo que Jason bajase sus botas de allí.
Una vez que se extinguió la voz de Kingsley, todos miraron a Sirius.
Harry miró primero a Jason y después a Sirius, preguntándose cómo era que un par de individuos como aquellos, había podido sobrevivir tanto tiempo sin morir aplastados por el peso de su arrogancia.
Los padres de Fleur llegaron y parecía que la casa estaba a punto de colapsar, pero de algún modo se mantuvo. El último en llegar fue Charlie, para alegría de todos los Weasley.
El día de su cumpleaños, el mejor regalo que recibió Harry vino de parte de Ginny en la forma de un beso, y aunque esto le generó luego un enorme sentimiento de culpa y un altercado con Ron, seguía siendo el mejor de sus regalos. También se sintió muy avergonzado, porque a pesar de todo el trabajo que estaba teniendo la señora Weasley con la boda, se había empeñado en hacerle una celebración, porque insistía en que no podía dejar pasar sus “diecisiete” así nada más. De modo que aquella noche habían organizado una cena en el jardín, ya que de ningún modo habrían entrado todos en la cocina. Se sintió apenado de nuevo cuando la señora Weasley salió con el pastel en forma de “snitch”, pero igual se lo agradeció mucho.
Harry, Hermione, Ron y Charlie conversaban con Hagrid cuando la señora Weasley que estaba unos pasos más allá hablando con la madre de Fleur, levantó la voz para que todos escucharan.
Pero unos minutos después, vieron una ráfaga de luz plateada atravesar el jardín y posarse sobre la mesa adoptando la forma de una comadreja, y enseguida escucharon la voz del señor Weasley:
Aquello generó una reacción inmediata. Remus se puso de pie al igual que Sirius.
Remus era un proscrito y Sirius, aunque ya no “estaba muerto”, ahora volvía a ser un prófugo de la justicia