Cap. 49 Historia familiar
Dos días después de la reunión, Jason se encontraba en la biblioteca cuando entraron Remus y Sirius.
- Aquí tampoco está, ya te lo dije -- dijo Sirius malhumorado
- Claro que sí, necio -- y Remus le hizo señas hacia el escritorio
- ¿Estás ahí, Niño?
- Depende -- escucharon la voz de Jason
- Te lo dije -- dijo Remus de forma acusadora
- ¡Demonios! ¿Cómo se supone que iba a verlo si está escondido tras esa montaña de libros?
- No estoy escondido, trabajo -- escucharon de nuevo -- y si ustedes no tienen nada qué hacer, sugiero que lo hagan en otro lado y me dejen en paz.
Lupin miró mal a Sirius y se acercó al escritorio. Jason tenía varios libros abiertos y tomaba notas en un pergamino.
- Siento molestarte, Jason, pero se trata de Lyra -- inmediatamente el chico levantó la cabeza y lo miró -- Pasó la noche algo inquieta, y…
Pero él ya no lo escuchaba, había tirado la pluma y caminaba a toda velocidad hacia la puerta. Sirius y Remus tuvieron que correr para alcanzarlo.
- ¿Por qué no me llamaste? -- preguntó Jason mientras subía las escaleras de tres en tres -- Debiste… -- pero se detuvo y luego comenzó a subir aún más rápido
La razón para ello era que habían escuchado el llanto estridente de Lyra. Cuando llegaron ya Jason se la quitaba de los brazos a una angustiada Annie.
- Ya chiquita -- dijo él, y aunque disminuyó un tanto, el llanto persistía
Era la primera vez, desde que Remus podía recordar, que la niña no se calmaba en cuanto Jason la alzaba. De modo que fuese lo que fuere, debía ser serio y esto solo logró que Remus se angustiase aún más.
- ¿Existe la posibilidad de que extrañe a su madre? -- preguntó con tristeza
- Puede ser -- dijo Sirius para sorpresa de ellos -- Ann Marie decía que cuando yo no estaba, Anthar lloraba mucho y no había modo de calmarlo.
Si en la voz de Remus había una nota de tristeza cuando hizo su pregunta, en la de Sirius había todo un coro del más profundo dolor. Ambos lo miraron con pena, porque al menos Lyra estaba allí y sabían que Hermione donde quiera que estuviese, estaba a salvo. En cambio, Ann Marie estaba muerta y Anthar desaparecido, de modo que no había punto de comparación.
- En teoría -- dijo Jason mientras pasaba su varita por encima del cuerpo de la niña -- los niños no comienzan a fijar sus afectos hasta después de los cinco años. No digo que no sea posible, pero es poco probable.
- Permiso, milord -- dijo Annie tímidamente
- ¿Sí?
- ¿Y cómo se explica que la pequeña siempre se calma cuando usted la alza? -- pero fue Remus quien contestó
- Annie, se han dado ciertas circunstancias que han hecho que, en conjunto, Jason haya pasado más tiempo con Lyra que cualquiera de nosotros.
Si la mujer quedó satisfecha con aquello o no, no lo supieron porque no dijo nada más. Y unos minutos después, Jason se volvió a mirarla.
- ¿Qué le diste de comer?
- Lo mismo que de costumbre -- contestó ella -- Aunque hace un momento devolvió lo poco que había comido hoy -- y Jason la miró mal
- ¿Por qué? -- preguntó Remus
Pero Jason no contestó, en ese momento estaba concentrado en atender a Lyra. Había levantado la ropita de la niña y tenía su mano sobre el abdomen de ella. Transcurrieron unos minutos durante los cuales, todos guardaron un silencio expectante. Remus estaba preocupado, Annie angustiada y apenada, y Sirius simplemente prestaba atención a la escena. Lyra se fue calmando poco a poco hasta que finalmente dejó de llorar. Jason le acomodó la ropa de nuevo, le acarició la mejilla, y luego se volvió hacia Annie con una mirada ominosa.
- Tiene una indigestión -- le dijo en tono peligrosamente bajo -- Quiero que me digas inmediatamente cómo sucedió eso.
- Milord… yo… no entiendo -- la pobre mujer estaba aterrorizada
- ¿Cómo preparaste el biberón?
- Igual -- respondió ella de inmediato -- Igual que siempre
- ¡Pues algo no hiciste igual! -- y dio un paso hacia Annie
Ella estaba al borde de la histeria, Remus se había quedado estático, mientras que Sirius reaccionó más de prisa, extrajo su varita y apuntando a Annie murmuró: ¡Desmaius!
- ¡Cálmate niño! -- le dijo, mientras Remus se apresuraba a levantar a Annie y a colocarla sobre el sillón -- La pobre mujer no tiene la culpa, los niños se enferman ¿sabías?
- ¡Se enferman cuando no se tiene el debido cuidado! -- exclamó él
- Jason por favor -- pidió Remus -- Estoy seguro que Annie no hizo nada malo, y de haber sido así, con seguridad no fue algo intencional.
- Pues me aseguraré de que le quede claro que en lo sucesivo deberá tener más cuidado o no volverá a acercarse a Lyra -- y la apuntó con su varita
- ¡Jason detente! -- exclamó Sirius