Al filo de la navaja

Cap. 53 La Luna

 

Ya estaban a mediados de noviembre y Jason, Sirius y Remus seguían su actividad de extracción de personas, pero con mayores precauciones. Después de los desagradables eventos acaecidos con la noticia de que Jason estaba vivo, y según lo que les habían referido Bill y otros miembros de la Orden, las cosas para los Weasley no estaban siendo fáciles.

Por una parte, a Arthur le hacían la vida miserable en el trabajo. Sortilegios Weasley siempre recibía la visita de agentes del CCP, aunque los gemelos se lo tomaban con filosofía y no desaprovechaban ninguna oportunidad para fastidiar a los susodichos.

Fleur no había soportado la presión y había abandonado su trabajo en el Banco, mientras que Bill se mantenía firme, aunque tenía que soportar que invariablemente, alguno de aquellos individuos estuviese pegado a sus talones.

La orden de captura contra Jason se había retirado oficialmente, pero extraoficialmente la orden era capturarlo vivo o muerto. Mientras que, para Remus y Sirius, seguía abierta la orden.

Las tiendas y comercios del Callejón Diagon que aún permanecían abiertas, tenían sus vitrinas empapeladas con afiches de Harry, Ron y Hermione con la leyenda de: “INDESEABLES”

En el colegio las cosas seguían mal, los alumnos sufrían horribles castigos, mientras que los miembros del ED seguían causando trastornos a los Carrow y a Snape, pero hasta la fecha no habían podido atraparlos. Y aunque en voz alta la profesora McGonagall los reprendía, en voz baja aplaudía lo que hacían, y tanto ella como Flitwick y Sprout, hacían hasta lo imposible por encubrirlos cada vez que se hacía necesario.

Hasta la fecha, la mayor parte del tiempo Jason y Sirius trabajaban juntos, porque a pesar de que parecían perros y gatos, hacían un excelente equipo. En algunas ocasiones lo hacía alguno de los dos con Remus, pero habían llegado al tácito acuerdo de no exponer mucho a Remus en beneficio de Lyra. Sin embargo, en la última reunión, les dieron una noticia que no les gustó nada.

  • Y por último  --  estaba diciendo Kingsley  --  tenemos un problema.
  • Claro, porque como todo lo demás eran buenas noticias  --  bromeó George
  • Jason  --  continuó Kingsley después que los chicos dejaron de reír  --  Grace y Dánaee van a necesitar tu ayuda

Jason se tensó al escuchar aquello, y por la cara y el tono de Kingsley, tuvo la plena certeza de que no iba a gustarle lo que iba a escuchar.

  • Debemos desaparecerlas. Por pura casualidad escuché cuando Kovacevic ordenaba a uno de sus hombres, iniciar una investigación y vigilar a Lowell y a Aldridge, de lo que podemos deducir que ya sospechan de ellas.
  • Se los advertí  --  dijo él
  • Pues llegó el momento, y como ofreciste refugio a quien lo necesitase.
  • De acuerdo  --  accedió él después de un minuto  --  pueden venir cuando dispongas.
  • Gracias 

Tal y como había pensado, aquello no le gustaba en lo más mínimo, porque él podía ser muchas cosas, pero tonto no era una de ellas, y Dánaee había dejado perfectamente claro sus intenciones de cazarlo a como diese lugar. De modo que tenerla bajo el mismo el techo, no era una perspectiva que le agradase de forma particular. Mientras pensaba todo aquello, sintió la mirada de Sirius, y cuando alzó la suya, se dio cuenta que el muy infeliz tenía una sonrisa burlona que le provocó el deseo de borrársela de un puñetazo. Lo había fastidiado con el asunto de la chica hasta casi provocarle una úlcera, y suponía que ahora sería mucho peor. Sin embargo, se obligó a dejar sus negros pensamientos y prestar atención a lo que decía Kingsley.

  • Hay otro asunto, en vista de que Grace y Dánaee estarán inactivas, se integrarán al proceso de extracción de personas. De modo que, de ahora en adelante trabajaran directamente con ustedes

Jason casi gimió en voz alta, aquello empeoraba con cada minuto. No obstante, fue Sirius quien habló.

  • Espera, espera. Eso no es muy sensato, Kingsley, no tienen experiencia en combate y para esto se necesita rapidez y destreza.

El saldo negativo de Sirius en las cuentas de Jason, mejoró notablemente con aquel comentario.

  • Podría sorprenderse, señor Black  --  y todos voltearon a mirar a Grace, porque ella casi nunca hablaba
  • Sirius  --  dijo Kingsley  --  te aseguro que ambas están perfectamente bien entrenadas, pero, aunque no fuese así, tendrían la ventaja de que ahora estarán bajo el mismo techo con uno de los individuos más hábiles en esta materia, de modo que puedes aprovechar el tiempo en el que no estén ocupados, para que mejoren sus técnicas de duelo.

Jason habría pagado una gran cantidad de galeones, solo por ver lo que ahora estaba viendo de gratis. La cara de Sirius no podía reflejar un horror mayor, por lo que a pesar de que en principio estaba totalmente de acuerdo con él, no pudo evitar sentir un maligno placer al ver que lo estaba pasando tan mal.

  • No, no, no, no estás cometiendo un terrible error. No tengo madera para la enseñanza, te equivocaste de sujeto, ese es Lunático, no yo. Yo no tengo paciencia, ni…
  • Eso no es estrictamente cierto  --  lo interrumpió Jason  --  a mí me enseñaste muchas cosas, y lo hiciste muy bien según recuerdo  --  agregó con fingida inocencia
  • ¡Cállate, Niño!
  • En cualquier caso, le aseguro que no necesito un maestro, señor Black  --  dijo Grace
  • Deja de llamarme señor Black ¿quieres?



#2594 en Fanfic
#7968 en Fantasía
#1727 en Magia

En el texto hay: fanfic harry potter outcannon, principio y final

Editado: 11.09.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.