Al filo de la navaja

Epílogo

 

Una semana después del funeral, se encontraba Harry en compañía de Sirius, Remus y Hermione terminando de desayunar, cuando Ron apareció allí. Venía tosiendo y sacudiéndose las cenizas.

  • Vaya hombre  --  dijo Hermione  --  ¿Te caíste de la cama?
  • Y te tragaste además todas las cenizas de la chimenea  --  comentó Remus, porque el chico aún tosía
  • La próxima vez que antes de salir, me pelee con mamá, me desapareceré en lugar de usar la chimenea  --  dijo con disgusto

Una vez que todo había terminado, habían hecho conectar la chimenea de Inverness a la red Flu. En un principio los funcionarios del departamento de Transportes Mágicos se habían negado, alegando que aquella no era una casa de magos, y aunque habrían podido demostrar que sí lo era, teniendo en cuenta quién había sido su último y legítimo dueño, aquello significaba papeleo y tiempo, y Sirius no tenía la paciencia requerida, de modo que se había dirigido directamente a Kingsley y el asunto quedó resuelto.

  • ¿Y por qué peleabas con tu madre?  --  quiso saber Hermione
  • Porque según ella era muy temprano para molestar  --  contestó mientras se sentaba y se servía jugo

Pero mientras hablaban, una lechuza entró y se posó frente a Sirius. Algo sorprendido, desató el trozo de pergamino mientras el ave mordisqueaba una rebanada de pan y luego emprendía el vuelo de nuevo. Sirius se levantó violentamente, volcó la silla en el proceso y tenía los ojos fijos en el pergamino.

  • ¿Qué?  --  preguntaron Harry y Remus al mismo tiempo
  • ¡Tenemos que ir a San Mungo ahora mismo!

Hermione ahogó un grito, mientras que Remus, Harry y Ron se esforzaban en sacar imágenes horrendas de sus cabezas.

  • ¡Sirius, dinos quién…!

Pero él no les dio tiempo a terminar de formular la pregunta, porque ya corría en dirección a la chimenea y desaparecía a toda velocidad. Ellos corrieron también y fueron entrando y desapareciendo hacia el mismo lugar. Cuando aparecieron en el hospital no vieron a Sirius por ningún lado, en cambio sí había muchas personas allí que se abalanzaron sobre ellos apenas los reconocieron.

Los chicos no habían salido a ninguna parte desde la Batalla, y si bien habían leído El Profeta y en él venían artículos muy elogiosos en cuanto a sus personas, no se esperaban aquello.  Tan cortésmente como les fue posible se desembarazaron de la gente y trataron de seguir hacia donde suponían estaba Sirius, y sus temores aumentaron al ver a los Weasley en pleno, esperando en el pasillo.

Sirius había corrido apartando sin ninguna ceremonia a las personas que habían intentado detenerlo. Ya era una costumbre que tanto en el Ministerio como allí, la gente intentase por todos los medios conversar con él. Algunas veces se detenía y charlaba un poco, pero aquel día no era una de esas ocasiones. No prestó atención a Arthur y a Bill que intentaron detenerlo, ni a una llorosa Molly, sino que abrió de golpe la puerta y entró en la habitación ganándose las miradas reprobatorias de varios sanadores.

De los presentes conocía a Abigail y a Silver, por lo tanto, se dirigió a ellos ignorando a los demás.

  • ¿Y bien?  --  preguntó
  • Aún es pronto, pero…
  • Señor Black  --  dijo uno de los sanadores más ancianos  --  no puede estar aquí. Haga el favor de salir, y esperar afuera junto con los demás.

Sirius se volvió con la intención de mandarlo al demonio, pero fue interrumpido.

  • Si tiene suerte con eso, yo seré el primero en agradecérselo

Los sanadores se volvieron hacia la cama mientras que los Weasley que miraban boquiabiertos desde la puerta, lanzaban un jubiloso grito de felicidad y Sirius se acercaba a la cama.

  • ¡Maldito infeliz!  --  exclamó  --  ¿Tienes idea…?
  • Sí, sí… me extrañabas mucho  --  dijo Jason
  • Es la segunda vez que…
  • ¡Ey!  Te aseguro que esta vez no tuve nada que ver
  • ¡Me importa un demonio!  --  siguió gritándole Sirius  --  Si lo vuelves a hacer, te juro que yo mismo te voy a matar.
  • ¡Señor Black!  --  exclamaron varios sanadores, mientras que Arthur y Bill reían a más no poder
  • Por favor  --  dijo otro de los sanadores  --  nos gustaría…
  • Sea lo que sea lo que vayan a hacer, solo háganlo, porque no pienso irme de aquí  --  lo interrumpió Sirius
  • Esto es completamente irregular  --  se quejó el sanador que parecía el mayor
  • Olvídelo, todo él es irregular  --  dijo Jason
  • Y tú tienes la odiosa costumbre…

Bill y Arthur cerraron la puerta y no se enteraron de nada más, lo único verdaderamente importante para ellos, era que Jason había despertado y ahora estaban seguros que estaría bien.

Cuando Harry y los demás llegaron, fueron informados de la buena nueva y se unieron al júbilo de los Weasley. Llevaban más de una semana de angustia, desde el momento en el que Bill se había dirigido a dónde Sirius había dejado a Jason y lo había encontrado tirado en el piso. Habían hecho todo cuanto habían podido por reanimarlo, pero no lo consiguieron, de modo que fueron por Madame Pomfrey, pero ésta les dijo que lo mejor era trasladarlo al hospital lo antes posible. Después de una minuciosa evaluación, los sanadores les habían dicho que tenía varias costillas fracturadas, y dos de ellas habían perforado el pulmón, por lo que tenía una severa hemorragia interna. Por otro lado, y según lo que habían podido determinar, debió sufrir un severo traumatismo craneoencefálico que produjo una hemorragia intracraneal. No obstante, todo lo anterior, los sanadores se habían mostrado optimistas, ya le habían reparado las costillas rotas, habían cicatrizado el pulmón, y habían desaparecido la sangre que presionaba el cerebro. Ahora era cuestión de esperar a que la poción re abastecedora de sangre hiciera su trabajo, porque el resto de heridas superficiales también estaban reparadas. Pero al día siguiente cuando se suponía debía despertar, no lo hizo, ni tampoco al siguiente, por lo que los sanadores comenzaron a preocuparse, y después de evaluarlo, reunirse entre ellos y discutir el caso, les dieron la sorprendente y nefasta noticia, de que todo en su organismo iba perfectamente bien, y que el problema consistía en que al pacer él no quería volver.



#2594 en Fanfic
#7962 en Fantasía
#1726 en Magia

En el texto hay: fanfic harry potter outcannon, principio y final

Editado: 11.09.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.