Al final del destino

Capítulo 19

Esta noche la fiesta de inauguración de las fiestas benéficas se había hecho de rogar por todos millonarios de la ciudad, no tenía ganas de ir y menos ver a todas esas personas hipócritas, pero no podía negarme porque, ya que había sido invitada no podía faltar. En cierto modo una parte de mí tenía ganas de ir para enfrentarme a Mijail cara a cara, estaba segura de que no iba a faltar a esta fiesta y yo quería que me dijera la verdad. Tenía que asistir a la fiesta sola con Tyler y no me apetecía nada ir con él, me marché del hospital dejando solo a James con Tamy para marcharme a casa a prepararme, ni siquiera sabía que iba a ponerme, pero en fin eso es lo menos importante. En cuanto llegué a casa me di una ducha y fui directa al vestidor dónde ya se encontraba Tyler arreglándose.

 

—     Emma —empezó a decir.

—     No quiero hablar ahora, así que por favor quiero vestirme tranquila —puse música.

 

Cogí uno de los vestidos de gala que nunca me había puesto, negro con una gran abertura en la pierna y en la zona del pecho una gran pedrería, lo acompañé con unos guantes del mismo color largos hasta el codo, sabía que iba adecuada para la ocasión, elegante pero sexy y sobre todo sintiéndome poderosa. Me planché el cabello y me coloqué una tiara de diamantes que me había regalado James por mi cumpleaños.

 

—     Estás preciosa —dice Tyler llamando mi atención.

—     Lo sé —cogí mi bolso—. Te espero en el coche —dije y fui saliendo de casa.

 

Tyler se montó en el coche y nos dirigimos hacia la fiesta, no sabía que es lo que nos iba a deparar la noche, pero al menos intentaría disfrutar, lo necesitaba y necesitaba una buena copa. Cuando llegamos como cada gala, varios periodistas esperaban en la entrada del hotel donde se organiza la fiesta, no tenía ganas de sonreír y fingir que era la mujer más feliz, pero esto es así fingir, actuar. Tyler intentó cogerme de la mano para que todos vieran que éramos pareja, pero se la aparté disimuladamente para que no se dieran cuenta y caminamos hacia dentro, unas fotos y nos adentramos en la gran sala como buenos invitados. Algunas personas se nos acercaron para saludarnos, algunos eran amables y otros solo simplemente nos miraron con desprecio, nuestros clientes también estaban en la fiesta y empezamos a conversar con ellos. Yo mientras tomaba mi copa de champán miraba a todas partes para ver si encontraba a Mijail, pero no le veía por ninguna parte.

 

—     ¿Le estás buscando a él? —me dice Tyler al oído.

—     ¿A quién?

—     A Maxwell —puse los ojos en blanco.

—     ¿Vas a continuar con lo mismo? Joder Tyler —le dije en voz baja.

 

Me excusé un momento para ir al baño dejando a Tyler con otras personas, de camino me tropecé con alguien y al levantar la mirada me di cuenta de que era Max.

 

—     Hola, perdona —dije sin más.

—     Hola —me mira de arriba abajo—. Estás preciosa.

—     Muchas gracias, tú también estás genial.

—     Gracias.

—     Bueno, voy al —señalé la puerta del servicio.

—     Oh, claro —sonríe y me deja sin aliento.

 

Al entrar al baño sentí un gran alivio, cada vez que estaba con Max era como si me faltara el aire, me ponía nerviosa y no en el mal sentido, sino en el bueno. Me sorprendió no verle acompañado de Loren, pero en fin no me importa su relación y mucho menos esa mujer. Al salir del baño veo que al frente apoyado en la pared estaba Max, como si estuviera esperándome.

 

—     ¿Qué haces aquí?

—     Pues te estaba esperando.

—     Ya veo.

—     Por cierto, me gustaría hablar contigo —me mira con picardía—. A solas.

—     ¿De qué?

—     Tú sígueme —me lleva hacia el jardín sin que nadie se dé cuenta.

—     ¿Y bien? ¿De qué querías hablar? —al girarme a verle me sorprendió, pues vino hacia mí agarrándome de la cintura para darme un beso.

—     Esto —se aparta de mí sonriendo y apoyando frente con frente.

—     Max...

—     Lo sé, sé que no debería de hacer algo que no quieres, pero necesitaba solo un beso. Recordarte que sigo esperando a tu decisión.

—     Bueno, yo…

—     No digas nada —me vuelve a besar—. Volvamos a la fiesta.

 

Antes de entrar me para un momento para hablar de una cosa importante.

 

—     ¿Has visto si ha llegado Mijail? —me pregunta preocupado.

—     No, le he estado buscando, pero no ha aparecido.

—     Ya…

—     ¿Crees que vendrá?

—     No estoy seguro —me coge de la muñeca suavemente—. Mira, no quiero preocuparte, pero mi socio, el jefe de la mafia japonesa, me ha dicho que Vitale y Petrov han tenido una reunión con él, querían que se aliara con ellos.




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