Al Final..... Eras TÚ

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LORENA

No puedo creer que se haya ido y me haya dejado aquí parada en medio de la noche, talves si me excedí al golpearlo pero ... ni yo misma encuentro las palabras para describir todas las emociones que siento cuando estoy cerca de él. Me desconozco y sé que al ver cómo actué debe creer que soy una mujer inmadura y berrinchuda y no sé porqué me preocupa eso.

Y es en este momento en que mi cabeza  se pone a recordar todo en cámara lenta uno a uno los sucesos, yo embriagandome hasta no poder sentir, un viejo faltandome al respeto pue si el imbécil me apretó las nalgas, yo golpeándolo,  los guardias sacándome, su voz apareciendo de la nada para evitar que no me hagan daño, el que haya mencionado ante tanta gente que yo era su prometida, realmente en ese momento deje de respirar.

 Yo Lorena Diaz prometida de el gran magnate Alexis Ferreti es una total locura y fue justamente esas palabras  la gota que derramó el vaso y brotó la rabia contenida, que creí que se había adormecido con el alcohol pero me dí cuenta que mi borrachera se fue cuando él me tomo en sus brazos y me saco del bar. Suena gracioso pero en ese momento me sentí como las princesas de cuentos de hadas donde aparece el noble caballero a salvar a su damisela y claramente lo hiso al grado de defenderme a golpes. 

Y es que ese hombre es un adonis lleno de misterio, aún recuerdo la mirada cargada de odio que le dio al gerente  y a la vez una mirada distinta dirigida a mi. Creo que sufre de bipolaridad pues en un inicio me defiende y al rato me deja botada, bueno reconozco yo contribuí un poquito en que se marche.Aunque no creí que fuera capaz de hacerlo, toda esta situación es muy frustante y ya estoy convencida de que estoy loca por un lado su voz detiene mi corazón, su cercanía nubla mis pensamientos pero por otro  mi conciencia me recuerda que solo es un hombre interesado en hacer negocios con mi padre y conseguir una esposa trofeo y eso no lo puedo permitir, no me voy a vender ni dejar que me humillen.

Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me percate que alguien me hablaba.

- Señorita... señorita me escucha.

- Disculpe, qué me decía ¿lo conozco?

-No señorita. Me presento soy el chofer del señor Ferreti y él me dejo el encargo de llevarla a su casa.

-¿A mi? 

-Así es, debo llevarla a su casa, suba al coche por favor.

- Gracias pero no es necesario. Su jefe no tiene porqué preocuparse por mi,

- Si me disculpa el atrevimiento pero mi jefe no es un hombre malo y sé que jamás dejaría sola a una dama.

- Entiendo que defiendas a tu jefe pero puedo irme en taxi y discrepo en aceptar su ayuda. El señor Ferreti dejó claro que no me soporta y déjeme decirle estamos en igualdad de condiciones. 

-Por favor señorita si desea que mantenga mi trabajo déjeme llevarla.

-En serio lo despediría si me voy

-Me temo que sí. Me encargó su seguridad y déjeme decirle no la dejare irse sola pero tampoco soy quien para impedirselo. Déjeme llamar a un taxi y yo la escoltaré por detrás.

-  Eres insistente. Esta bien, vámonos.

Entonces me di cuenta que había olvidado mi abrigo y ni loca vuelvo a entrar,me tocará aguantar el frio , no sé cuanto tiempo estuve parada en medio de la calle que estoy congelada. Todo por culpa de ese adonis.

-Pongase esto- me ofrecio un abrigo negro- el frío es muy intenso a estas horas.

-Gracias- lo acepté porque sino mañana estaría enferma y no podría ni ver a mi mamá.

El abrigo era muy grande, apenas me lo puse reconocí a quien le pertenecía, ese olor era inconfundible. Entonces subí a la parte trasera del auto y aspirando el mismo no me di cuenta en qué momento me dormí.

-Señorita....

-Señorita

- mmmm dejame dormir

-Señorita ya llegamos a su casa. 

Y al escuchar aquello hiso que diera un salto del susto y efectivamente nos encontrabamos en la puerta de mi casa.

-gra ...gracias y disculpe no sé en que momento me dorní.

.-No se preocupe, seguro estaba muy cansada,  lo importante es su seguridad. 

-De verdad gracias y tome-  intente devolver el abrigo

-No es necesario señorita, quédeselo. Ya despúes lo regresa pero si se desabriga puede enfermar

- Hasta luego y gracias por todo.

Volvi a ponerme el abrigo pues el frio calaba mis huesos, solo deseaba tocar la suavidad de mi cama y olvidar todo los sucesos que trajo este día pero como nada es como queremos al abrir la puerta me encontré con la peor noticia.

-Señorita Lorena- me habló una de las empleadas-

-Dime Luz ¿qué necesitas?

- Eh... eh..

-Habla mujer, estoy cansada y quiero ir a dormir.

- EH.. su madre...

-Habla ... mi madre que

- su madre....

No deje que terminara de hablar, corriendo subí las escaleras para dirigirme a su cuarto, no podía haberle pasado nada, por favor dios mio mi madre no para ese momento el miedo ya se había apoderado de mi.  Al entrar a su habitación las luces estaban apagadas, como pude las encendí y no la encontré, no estaba en su cama ni en el baño, algo le había sucedido a mi madre y yo no estaba con ella, Entonces me derrumbe mientras las lágrimas caían sin parar. 

 

 

 

 

 

 

 



#12633 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, venganza

Editado: 08.07.2023

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