LORENA
No sabía porqué me sentía así cada vez que lo tenía cerca, cualquiera que nos viera sentiría la tensión que existe entre nosotros. Al entrar al armario me quede maravillada ante tantos trajes, relojes , zapatos. Así que sin querer comencé a ver que había en los cajones, toda su ropa olía a él, al final encontré una sudadera que no parecía ser tan grande y un short. Me vestí y bajé aún principio los nervios me carcomían pero apenas mi estómago sintió el delicioso aroma de la comida hiso que solo surja las ganas de comer.
Él se encontraba en la isla de la cocina sirviendo en los platos así que me quedé parada en el umbral para observarlo, era otra persona no el gran imponente empresario ALEXIS FERRETI.
- ¿te gusta lo que ves?- dijo, lo cual me hiso darme cuenta que era él que me observaba
-Lo ...lo siento. Lamento las molestias, enseguida me voy a casa. Así que me di la vuelta pero fui sujetada por mi brazo.
- Tranquila , nadie te está echando.
- De verdad lo siento, no es justo que después de mi comportamiento me brindes tu ayuda.
- Reconozco que nuestros encuentros no fueron los más agradables pero eso no significa que no pueda ayudarte.
¿Me ves como una obra de beneficiencia?
-NO...claro que no, me parece que estas confundiendo las cosas. Y ya salió la fiera dormida.
¿qué?
Entonces lo vi acercarse y paso su dedo por mi frente y solo me miraba detenidamente
- ¿puedo saber qué me miras?
Y comenzó a reirse
- No se que te causa gracia, de verdad que eres un imbécil, no se que hago aquí porque claramente se nota que para ti solo soy la pobre chica que fue salvada por ti. ¿no dirás nada?. listo adiós.
-Ey espera. te puedo preguntar algo sin que te enciendas.
-No-
-Tienes miedo a responder con la verdad
Claro que no. Intento ser lo más sincera posible.
De acuerdo, ¿por qué quieres marcharte?
-La respuesta es obvia porque no quiero tu lástima y luego creas que por ayudarme te deba algo.
-Nunca mencione que mi ayuda debería ser retribuida. Más si tomamos en cuenta que es la primera vez que podemos hablar sin que haya insultos o golpes de por medio.
- Es cierto y por ello me disculpo, creo que te juzgue sin conocerte pero las circunstancias solo reforzaron la idea que tenía de ti
- ¿Qué idea?
-que solo eras un oportunista en busca de algun beneficio.
- ¿cuál beneficio?
- Ser socio de mi padre, realizar acuerdos... no sé la verdad
- ¿sabes quién soy?
- Siendo sincera ...no. Supongo que eres algún pez gordo que quiere pescar mi papá.
- Nunca nadie me había dicho pez gordo.
- Pero porqué crees que obtendría algún beneficio al acercarme a tu padre.
-Creo que no es bueno mentir.
¿quién está mintiendo?
¿TÚ?
- ¿POR QUÉ?
- Porque claramente mi padre quiere algo de ti o viceversa.
- Claramente juzgas a las personas muy rápido
- Y usted no lo hace
- En eso te doy la razón pero en el mundo de los negocios uno no puede permitirse dar la confianza a cualquier persona que conozcas.
- Touché- Y nos sumergimos en un silencio él me miraba y yo solo agachaba la cabeza hasta que mi estómago tuve que pronunciarse.
-Creo que tu estómago necesita auxilio porqué no pasamos a comer y luego seguimos esta conversación.
- Es mejor que me vaya. Yo...
-Nada de eso, ven acompañame a la mesa.
La comida transcurrió en un silencio agradable y la verdad la comida estaba exquisita. Al terminar nos levantamos y recogimos los platos utilizados. Luego me guió a uno de los grandes sofas. No tuvimos que emitir palabra alguna para comunicarnos, existía esa complicidad que no sé cuando surgió.
-Bueno tú dijiste que continuariamos hablando
-Asi és, puedo preguntarte algo más
- Sí, adelante.
- ¿por qué me pediste que me case contigo?
- Solté el aire que no me había dado cuenta que retenía- Bueno en relación a ese punto solo estaba aceptando a lo que usted pidió a mi padre a cambio de su ayuda.
- Un momento me estas diciendo que yo pedí casarme contigo y tú solo respondiste.
-Sí, días atrás mi madre me comentó lo que mi padre conversó con usted. Pues como debe saber mi madre se encuentra delicada de salud por una cardiopatía y su tratamiento es costoso.
- Pero tu padre está entre los empresarios reconocidos
-Sí, pero nadie sabe la situación de mi madre
- Aclaremos algo Yo nunca pedí casarme contigo, tú no estas en mis planes de vida.
No sé porque al escucharle hablar así sentí una opresión en el pecho.Así que decidi levantarme e irme pero otra vez me detuvo
-Sabes creo que tu problema es no saber escuchar, eres muy impulsiva
-¿qué te hace pensar eso?
- El hecho de que apenas oyes algo que no te gusta reaccionas mal
-Y que quieres que haga que me restriegues en la cara que no soy tu tipo o soy muy poquita cosa para ti.
-Primero no sé que concepto tienes de mi pero aclararte que no me conoces y por tanto no sabes quién soy
-Tú tampoco me conoces.
-En eso te doy la razón pero creo que hasta este momento ya conozco algo de ti y dejame decirte me gusta. Y volviendo al tema tu padre me propuso realizar algunos negocios y como te puedo decir Tú ... estabas en el paquete.
Al escuchar lo último confirme que mi padre nunca me iba a tener cariño y no sabía la razón, era tanto el dolor que sentía que sin darme cuenta mis lágrimas comenzaron a caer, mi mente divagaba en todas las veces que lloraba por sus malos tratos. De repente sentí su mano en mi mejilla, limpiando mis mejillas. Tomó mi mentón y me hizo mirarlo. Ver esa angustia en sus ojos solo logró que acabará aumentando mi llanto. Entonces sentí como me acercaba a su pecho y fui abrazada con fuerza.
Por mi parte solo lo deje que consolará mi corazón malherido. No sé cuanto tiempo pasó pero ya no estaba abrazada a él sino que estaba recostada en sus piernas mientras él me acariciaba la espalda. Una vez me calme me levanté y estaba dispuesta a irme.