ARIEL
Escuchar sus reclamos eran como dagas que se clavaban en mi corazón, ella no era mi ANGELES, era otra mujer que pasó con mi bello ángel. Cerré los ojos y respiré muy profundo al abrirlos me di cuenta que estaba agarrando el cuello de mi amada tan fuerte que le costaba respirar, que me estaba sucediendo ella era intocable. Inmediatamente la solté
-Mi amor , perdóname no sé que me pasó,
Angeles empezó a toser muy fuerte
- Por favor mi amor, respóndeme. Nadie te hará nada. Te veré luego y no se te ocurra decir algo, recuerda a tu hijita.
Salí apresuradamente del hospital sin que nadie me logre ver, regrese a mi celda, no sin antes ordenar a Jared que vigile a mi esposa y le advierta que si dice o hace algo me cobro en su adorada hijita.
ÁNGELES
Una vez que Ariel se fue para mi suerte una enfermera entró y al verme llamó al doctor, quien me revisó y a pesar de que me preguntaron que había sucedido, no me atreví a decirles nada, no teniendo en mis manos la vida de mi hija.
- Señora nos puede decir qué pasó, claramente alguien intentó hacerle algo
- Doctor- con voz rasposa- no sé que pasó, yo estaba durmiendo y luego sentí que me faltaba el aire.
-Vio o sospecha de alguien.
- No doctor, no recuerdo nada.
-Dejeme avisarle que daré parte a la policia. Más tarde la pasó a revisar.
-Esta bien.
Una vez se fue el doctor, la enfermera María se dirigió a mí.
-Señora ¿se encuentra bien?
Asentí con la cabeza
-¿segura?
-Sí, no te preocupes.
- Me parece que debe tener más cuidado eso de que no sabe quien le hizo esto, no me lo creo.
-María solo ayúdame en lo que te pedí.
- Una vez termine mi turno iré a recoger los documentos y mañana a primera hora buscaré al señor Ferreti. ¿algo más?
- No, gracias.
-Ahora descanse, ya mañana le informo sobre su encargo.
En estos momentos no puedo ni siquiera conciliar el sueño, el miedo por la seguridad de mi hija es muy grande. Ya si a mí me pasa algo no es importante. Asi que aunque sienta dolor tomo una hoja y comienzo a escribirle una carta a mi hija, no sabemos que me puede pasar mañana.
LORENA
El tiempo de revisión por los doctores se alargó mucho a pedido de Alexis, quien quería estar seguro de que estaba fuera de peligro, ahora solo me duele un poco la garganta debido al respirador, voy tomando agua sorbo a sorbo. Alexis no se ha separado de mi lado y ver en su rostro esa preocupación despierta sentimientos que no creí nunca sentir, en eso mi conciencia me recuerda que soy una gran mentirosa pues esos sentimientos bien que los experimente con él en su casa la otra noche.
- Gracias
- ¿quieres algo más? ¿necesitas otra cosa?
- Por el momento no, gracias por estar aquí.
- No hay porqué, no podía dejarte sola, gracias a dios despertaste. Ahora debes descansar, más tarde hablaremos
- ¿te irás?
- ¿quieres que me vaya?
- La verdad no.
-Entonces velaré tus sueños. Duerme y cuando despiertes me verás aqui.
Solo asintió y cerró sus ojos, poco a poco su respiración se fue ralentizando.
Verla dormir era muy placentero, me sentía feliz. Al fin estaba fuera de peligro y podría cuidarla. Mientras tanto hablé por telefono con Aarón sobre las últimas novedades, lo que no me esperaba es saber que intentaron matar a la madre de Lorena. Le pedí que este al tanto, ahora más que nunca debemos bajar la guardia.
Estaba sentado en la oscuridad del cuarto mirando el techo cuando oí que me hablaba
-Alexis , estás dormido
- Si, profundamente dormido
- jajajaja no sabía que te gustaban las bromas
- Ni yo lo sabía, tú logras sacar esa parte oscura de mi-
- Alexis, dime estuve mucho tiempo así.
-Sí. - entonces veo que sus ojos se llenan de lágrimas- qué pasa bonita, porqué lloras
- Por felicidad, creí que no volvería a ver la luz del día.
- No hablemos de ese tema, por ahora es más importante que te recuperes para que pronto vuelvas a casa.
- Parece que te convertiste en mi salvador y no tendré con que pagarte.
- No digas eso.
¿por qué no? si gracias a ti hoy estoy viva, evitaste que Jared me dañe. Eso es salvar la vida y yo estoy en deuda contigo
- Lo importante es que estarás bien, ¿sí?
- Esta bien, además debo terminar de buscar a mi mamá
-¿tu mamá?
- Si, desde que pelee con mi padre , él se la llevó y no ha querido decirme nada.
- No tienes que preocuparte de nada, tu mamá está en el Hospital Del Sur afueras de la ciudad
¿ es en serio?
- Sí, es en serio, crees que bromearia con ese tema.
- sabes cómo esta, ella padece del corazón.
- Lo último que supe era que estaba respondiendo al tratamiento.
- Es una alegría y será que pueda verla.
- Primero debes recuperarte para que la veamos sí,
- Pero necesito saber de ella, por favor Alexis, es mucho el tiempo que no supe de ella. Quieras o no iré a verla - intentó sacarme las vias-
- ¿qué haces? Lorena , basta te estas comportando como una niña berrinchuda, acabas de salir de un coma.
- ¿ berrinchuda? Tú no tienes porqué decirme que hacer, no eres nada mio.
- Lorena por favor, calmémonos, tu salud es lo primero.
-Entonces porqué no quieres que la vea, que me ocultas.
- Nada, solo que aún no estas en condiciones de salir del hospital.
- Ya te dije o me ayudas o me voy sola.
- JAJAJA - comienzo a reirme-
- ¿te parezco un payaso?
-No, porque lo dices.
- Te estas riendo de mi -frunce el ceño y cruza sus brazos
-No, no es así, lo que me parece gracioso es que apenas sales de un coma y ya estas lista para la guerra con ese carácter que me cautivo desde un principio.- ella solo se sonroja-
- ¿por qué no me quieres ayudar?
- Primero prométeme que no saldrás de esa cama hasta que el doctor lo diga y luego hablamos por teléfono con tu madre ¿está bien?