Capítulo 1

Todo comenzaba en un colegio de Huelva ( España ) Los alumnos de 2º de la ESO estaban en mitad de un proyecto, cuando de repente sonó la alarma de emergencia, todos pensaron que era un simulacro como el que se repite todos los años. Una vez el colegio entero evacuado, estaban en la puerta del colegio muchos coches de policía y ambulancias, todos pensamos que había habido un incendio o en el peor de los caso un asesinato. Pasó media hora desde que los policías habían entrado al colegio y no salieron, 6 alumnos del colegio decidieron entrar para salir de dudas acerca de lo que estaba pasando, estos alumnos se llamaban Gonzalo, Rafael, Francisco, Daniel, Mario y Alfonso. Eran las 13:30 cuando entraron, lo que les esperó dentro nunca se lo habrían imaginado. Cuando pasaron el patio principal, entraron en el pasillo que se sitúan las clases de infantil, ya dentro encontraron a uno de los policías destripado con un charco de sangre inmenso en el que estaba el fusil del policía, con el pasillo oscuro los 6 alumnos debatieron acerca de si iban a a seguir a dentro o volverían para atrás. Por parte de Daniel y Gonzalo querían volver pero los demás decidieron seguir, por mayoría en la votación decidieron seguir. Rafael era el primero del grupo, con el fusil en la mano terminaron el pasillo, pero a la derecha había una puerta en la que daba acceso al salón de actos, ¿pero que había al otro lado de esa puerta? El grupo de alumnos decidieron quedarse dentro durante la noche para saber qué estaba pasando. A las 00:30 se durmieron para poder seguir investigando porque había pasado eso en el colegio. A la mañana siguiente, se levantaron pero faltaba algo, Gonzalo no estaba con ellos. Fueron a buscarlo durante toda la mañana pero no estaba, y si fue a ver lo que había al otro lado de la puerta? No queríamos entrar porque ni sabíamos que había, así que decidimos buscar a Gonzalo. Nos llevamos todo el día en buscarlo pero ni rastro, volviendo a nuestro lugar donde dormíamos, había un papel con gotas de sangre, en el que ponía: ¡¡AYUDADME!!. Todos nos quedamos petrificados al ver esa nota ahí, teníamos miedo, ¿donde estaba Gonzalo? Esa noche apenas dormimos 2 horas. A la mañana siguiente había un rastro de sangre que conducía hasta la puerta del salón de actos, ¿qué pasa allí? Decidimos entrar entre todos y ver lo que pasaba, pero en ese mismo instante sonó la alarma de incendios, como pudo ser, solo estábamos nosotros en el colegio. Fuimos corriendo a ver qué pasó y había otra nota en la que ponía: OS ESPERA LO PEOR. Estábamos cansados ya de no saber qué pasaba en el colegio y además si hubiese pasado algo como un asesinato, o una enfermedad que acaba con la gente solo teníamos un fusil para defendernos. Al atardecer volvimos a la puerta del salón de actos, estaba Gonzalo, andaba de una forma rara viniendo hacia nosotros, iba como cojeando con muchas heridas y mucha sangre encima, Mario se acercó a ver qué le pasaba y en el intento de ayudar a Gonzalo se avalanzo encima de Mario, intentando morderle por cualquier lado, Yo ( Alfonso que es el que narra la historia ) era el que tenía el fusil, pero no podíamos dispararle a Gonzalo, era nuestro amigo aunque no supiésemos que le pasaba. Mario consiguió quitárselo de encima y le aplastó la cabeza con un extintor, fue horrible pero era lo que tenía que hacer, se había convertido en una especie de persona enferma. Cansados de ver lo que estaba pasando decidimos abrir la puerta del salón de actos, lo que había al otro lado era horrible.